Excesos y mentiras
La muerte de un empresario tras ser detenido pone en cuesti¨®n los procedimientos de los Mossos
La muerte de un empresario del Gayeixample, Jos¨¦ Andr¨¦s Ben¨ªtez, de 50 a?os, por ¡°m¨²ltiples traumatismos en la regi¨®n cr¨¢neo-facial¡± tras protagonizar una pelea y ser detenido por los Mossos d¡¯Esquadra, ha puesto de nuevo en cuesti¨®n la actuaci¨®n de la polic¨ªa auton¨®mica catalana. Al margen de lo que depare la investigaci¨®n judicial sobre qu¨¦ caus¨® exactamente la muerte del empresario, lo cierto es que los responsables de la polic¨ªa auton¨®mica han vuelto a incurrir en falsedad a la hora de explicar lo ocurrido.
La versi¨®n oficial ofrecida sobre la detenci¨®n y la que figura en el atestado policial, donde se afirma que el propio detenido se hab¨ªa golpeado la cabeza contra la pared, no concuerdan en absoluto con las im¨¢genes que muestran dos v¨ªdeos grabados por sendos vecinos, en las que puede verse con claridad la evoluci¨®n de los acontecimientos. La juez que investiga los hechos ha pedido la identificaci¨®n de los ocho agentes que participaron en la detenci¨®n pues, contrariamente a lo que se especificaba en el atestado, las im¨¢genes muestran que el detenido fue reducido con extrema violencia, sin que fuera armado y cuando ya hab¨ªa terminado la pelea que hab¨ªa protagonizado con otro ciudadano. Tambi¨¦n muestran que recibi¨® pu?etazos y patadas de varios agentes cuando ya hab¨ªa sido reducido y se encontraba en el suelo. Poco despu¨¦s se desmay¨® y muri¨® en el hospital al que fue trasladado.
El incidente ser¨ªa grave, pero no tendr¨ªa mayores consecuencias que las de un error policial, de no ser por el largo historial que ya acumula la polic¨ªa auton¨®mica catalana de casos de abuso de la fuerza que han sido negados inicialmente y luego corroborados por la investigaci¨®n judicial. Algo no funciona como debiera en un cuerpo policial que con tanta frecuencia es acusado de aplicar de forma abusiva o desmedida el uso de la fuerza. Poco despu¨¦s de que se iniciara la investigaci¨®n de este caso, la Audiencia de Barcelona condenaba a otro agente por una detenci¨®n muy similar a la del empresario, investigada tambi¨¦n gracias a un v¨ªdeo. Mientras tanto, el director de la polic¨ªa ofrec¨ªa en el Parlamento catal¨¢n la quinta versi¨®n de la actuaci¨®n de los agentes en la manifestaci¨®n en la que perdi¨® un ojo Ester Quintana, presuntamente a causa de una bola de goma, y ni siquiera pudo asegurar que fuera la ¨²ltima.
Editoriales anteriores
Los Mossos no son la ¨²nica polic¨ªa que ha tenido problemas con la justicia por haber hecho un uso desmedido de la fuerza. Pero la frecuencia con que la polic¨ªa auton¨®mica catalana es objeto de controversia, e incluso de imputaci¨®n judicial por este motivo, indica que algo est¨¢ fallando en la direcci¨®n del cuerpo a la hora de garantizar el necesario autocontrol. La forma en que los responsables pol¨ªticos han afrontado estos casos denota adem¨¢s una concepci¨®n prepotente y autoritaria de la funci¨®n policial. No solo han vulnerado el principio de veracidad que les es exigible, sino que en algunos casos han incurrido en una inaceptable falta de colaboraci¨®n con la justicia. Se impone una rectificaci¨®n urgente.
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