Aclaraci¨®n
En EL PA?S del pasado domingo se publica una interesante informaci¨®n sobre la supresi¨®n de la llamada ¡°redenci¨®n de penas por el trabajo¡± prevista por el C¨®digo Penal proyectado en 1979/80. Si se hubiese seguido ese criterio, no tendr¨ªamos hoy todo el problema de la doctrina Parot, excarcelaciones forzadas, sentencia de Estrasburgo, manifestaciones y todo lo dem¨¢s, tan lamentable. Eso es verdad.
Pero no que el proyecto fuese ¡°obra del ministro de Justicia Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez¡±.
El texto se empez¨® a redactar en el Ministerio de Justicia del que era titular Landelino Lavilla. Fue ponente general del anteproyecto el profesor Gonzalo Rodr¨ªguez Mourullo y completaron la ponencia el magistrado del Supremo Fernando D¨ªaz Palos, el fiscal C¨¢ndido Conde-Pumpido y el profesor Enrique Gimbernat. Quien firma esta carta se ocup¨® de toda la tramitaci¨®n y seguimiento como subsecretario de Justicia. Despu¨¦s como secretario de Estado para el Desarrollo Constitucional y como ministro adjunto para la Coordinaci¨®n Legislativa se ocup¨® de la fijaci¨®n del texto con el profesor Carlos Garc¨ªa Vald¨¦s, que estudi¨® todas las enmiendas presentadas en el Congreso. Fui yo mismo quien llev¨® y explic¨® el texto a Adolfo Su¨¢rez, quien dio su visto bueno. En nada especial intervino el inolvidable Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.
El proyecto, muy innovador, no fue aprobado pero tuvo mucha influencia en las versiones posteriores del C¨®digo. No en la redenci¨®n de penas, lo que nos habr¨ªa ahorrado muchos disgustos y desprop¨®sitos.¡ª Juan Antonio Ortega D¨ªaz-Ambrona.
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