La vida en crudo
Las tendencias nutricionales se?fijan en los h¨¢bitos de nuestros ancestros. Desde la ¡®paleodieta¡¯ hasta correr al aire libre, pasando por los alimentos cultivados en casa.
El en¨¦simo regreso a los or¨ªgenes lo protagonizan esta temporada las dietas, los tratamientos cosm¨¦ticos y hasta el deporte. Mientras m¨¢s puros, esenciales y artesanales sean, m¨¢s predicamento tendr¨¢n entre la tribu exigente de entendidos que ayer veneraban el caviar y la bicicleta el¨ªptica y hoy a¨²pan el aceite de arg¨¢n, los alimentos crudos y el correr.
Se proclama a voz en grito la ausencia absoluta (o casi) de qu¨ªmicos (parabenos fuera, por supuesto), se exige conocer todo el proceso de fabricaci¨®n de un cosm¨¦tico, incluida la temperatura a la que han sido extra¨ªdos sus principios activos, y se siguen las dietas que est¨¢n en las bases fundacionales de la especie. As¨ª se ha vuelto a la paleodieta, un r¨¦gimen similar al que se cree que llevaba el hombre de las cavernas. Un Homo sapiens al que se le presupone suficiente energ¨ªa, fortaleza y vigor para cazar un mamut y arrastrarlo hasta la cueva con gracia y soltura.
Carlos P¨¦rez, terapeuta y autor del libro Paleovida (Ediciones B), explica el concepto: ¡°No pretendemos que cada ma?ana la gente se levante a cazar. En nuestro caso, la vuelta al pasado se explica por un regreso a nutrientes m¨¢s antiguos, como el pescado azul, la carne magra, la fruta y la verdura, mientras se dejan de consumir otros m¨¢s modernos que intervienen en procesos inflamatorios como los cereales y los l¨¢cteos¡±.
Primero fue lo natural, luego lo org¨¢nico y la ¨²ltima vuelta de tuerca es lo raw (crudo, en espa?ol). As¨ª ha sido en la cosm¨¦tica y en la nutrici¨®n. Se busca la esencia de la esencia. L¨¦ase, la verdura cruda y los ingredientes sin refinar y sin pasteurizar. En el deporte se mira con recelo la cinta del gimnasio y se prefiere la carrera entre los ¨¢rboles y sobre tierra. Para movernos, lo ideal es un medio de locomoci¨®n simple y de energ¨ªa impoluta: la bicicleta. Por ejemplo, el estilo de vida que defienden los practicantes de la paleodieta pretende, seg¨²n explica Carlos P¨¦rez, recuperar ¡°los mecanismos naturales de recompensa, es decir, las acciones que hacen que se generen endorfinas de forma natural. Esto es, comer con hambre, beber con sed, tener sexo y moverse para huir de los peligros circundantes¡±. Seg¨²n este experto, lo mejor que podemos hacer por nuestra salud es comer como nuestros ancestros del paleol¨ªtico.
Todo esto se mezcla con los conceptos slow y kil¨®metro cero. Es decir, respetar tiempos de cosecha y cocci¨®n. No precipitar reducciones ni oxidaciones qu¨ªmicas, olvidar la olla expr¨¦s, cocer los platos seg¨²n manda la tradici¨®n y consumir productos que no haya que traer de muy lejos. La regla manda que solo se lleve a la mesa lo que se cultive a menos de 100 kil¨®metros de casa.
En t¨¦rminos cosm¨¦ticos, se prefieren los productos 100% naturales, elaborados a una temperatura inferior a 47 grados, seg¨²n explica Vicky Ewbank en la web de la compa?¨ªa de cosm¨¦tica natural Live Nativa. ¡°A partir de 47 grados puede alterarse la estructura molecular de los ingredientes¡±, asegura.
Con los ingredientes sin refinar, sin pasteurizar y extra¨ªdos a bajas temperaturas se garantiza que cada champ¨², b¨¢lsamo labial o crema hidratante contenga la totalidad de sus enzimas, fitonutrientes, antioxidantes y grasas esenciales.
La tribu que invierte en cosm¨¦tica raw milita en un estilo de vida que promueve el bienestar personal y medioambiental a partes iguales. ¡°Eximi¨¦ndose de usar productos refinados y procesados, o de comer alimentos sometidos a alg¨²n proceso de cocci¨®n, los seguidores de lo raw comienzan su retorno a la elegancia de lo tradicional y fundamental¡±, explica Ewbank, que sostiene que cualquier producto que quiera subirse a ese tren debe garantizar la limpieza total de ingredientes de origen animal, aditivos y conservantes qu¨ªmicos, parabenos, colorantes, alcohol, estabilizadores artificiales o aceites hidrogenados.
¡°El peor de nuestros productos puede no tener efecto alguno sobre la piel, pero nunca la da?ar¨¢¡±, as¨ª lo explica el doctor Alkaitos, fundador de una compa?¨ªa raw de alta gama a la que ha bautizado con su nombre y que vende cosm¨¦ticos ¡°cultivados org¨¢nicamente, neutrales y libres de qu¨ªmica¡± envasados en unos botes sin pretensiones porque el cliente que busca estos productos no se deja seducir por el embalaje.
Una versi¨®n menos extrema se puede ver en los turistas de la desintoxicaci¨®n. Esos que hacen dieta detox una semana al mes y luego vuelven a su vida normal. Cortan el alcohol, la cafe¨ªna y los alimentos procesados, y consumen frutas, verduras y suplementos vitam¨ªnicos de herbolario que prometen limpiar el cuerpo.
En esta b¨²squeda de lo b¨¢sico, uno se puede encontrar con media humanidad corriendo por las zonas urbanas de las ciudades. A correr se le llama running en algunos ambientes, y se ha publicado en el ¨²ltimo a?o una extensa literatura que explica que el ser humano naci¨® para correr y est¨¢ dise?ado para ello en un intento de crear todo un cuerpo filos¨®fico que arrope esta nueva obsesi¨®n. Lo cierto es que, como dice el entrenador ?scar de las Mozas, se trata de un deporte ¡°barato y f¨¢cil de practicar¡±. Ahora, adem¨¢s, da prestigio, activa la vida social y genera de forma natural endorfinas; si hacemos caso a los defensores del modo de vida paleo, no es extra?o que la venta de complementos para el running haya subido como la espuma. Se calcula que en Espa?a el negocio mueve cerca de 300 millones de euros al a?o (cifras de NPD Group).
Y si alguien busca otra vuelta de tuerca a los m¨¦todos naturales para alcanzar la versi¨®n m¨¢s bella de nosotros mismos, tendr¨¢ que girar la mirada a todos los estudios que durante a?os han sostenido que una noche reparadora de sue?o es el mejor cosm¨¦tico. Ahora ya no solo se trata de que deje la piel tersa y luminosa. Se ha comprobado que no dormir es un factor de riesgo para aumentar de peso y se recomienda a los nutricionistas que antes de recetar un r¨¦gimen para adelgazar se revisen los h¨¢bitos de sue?o del interesado. La ¨²ltima de las investigaciones realizada en la University College de Berkeley asegura que una sola noche en blanco puede arrastrarnos a comer alimentos hipercal¨®ricos con una especial tendencia a los dulces y a la comida basura. La explicaci¨®n es que la fatiga que produce la falta de sue?o activa en el cerebro la zona de la recompensa que busca una manera de resarcirse por la mala noche, y la encuentra en las comidas prohibidas. Los investigadores concluyen que, por simple que parezca, dormir es una buena manera de combatir la obesidad. ¡°Si estuvi¨¦ramos despiertos¡±, asegura Stephanie Greer, autora principal del estudio, ¡°estar¨ªamos asaltando la nevera¡±.
Cordura, sentido com¨²n y mucha naturaleza. Hasta nuevo aviso, por este camino se mueven las tendencias de la nutrici¨®n. ?Ser¨¢ un estilo de vida que perdure? Si lo suyo es la tradici¨®n, la simplicidad y la fobia a la qu¨ªmica, disfrute del presente. Ma?ana ya se ver¨¢.
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