Paso atr¨¢s
La vuelta a m¨¦todos crueles es inaceptable para el control de las fronteras
Restablecer las cuchillas en las verjas que protegen la frontera de Melilla constituye un regreso inaceptable a formas crueles de contener la inmigraci¨®n irregular. No se puede impedir el paso de personas con m¨¦todos similares a los empleados contra las alima?as, ni tratar de enemigos a seres humanos que huyen de sus pa¨ªses por razones econ¨®micas o temor a la inestabilidad o a las guerrillas. Es sorprendente que el Ministerio del Interior use de nuevo en Melilla un sistema que fue montado en 2005 y desmontado en 2007, tras constatar las heridas y mutilaciones que produjo a cientos de desesperados en el intento de saltar las vallas.
Las playas del norte de ?frica desde las que salen las pateras o la propia Melilla constituyen el final del largo viaje que realizan los migrantes a trav¨¦s del desierto del S¨¢hara. En algunos casos con resultados tan tr¨¢gicos como la muerte de 92 de ellos al norte de N¨ªger, donde 52 ni?os, 33 mujeres y 7 hombres han perecido de sed y de agotamiento, al parecer cuando trataban de alcanzar alg¨²n pozo de agua. El horror y la crueldad de estos hechos se a?aden a los recientes naufragios en las cercan¨ªas de la isla italiana de Lampedusa, para componer un cuadro terrible de millares de personas que tratan de llegar como sea a territorios de jurisdicci¨®n europea, mientras que partes crecientes de la poblaci¨®n de Europa lo viven como un asalto a sus condiciones de vida.
No es f¨¢cil mantener la serenidad en tales condiciones. Pero los dirigentes tienen la firme obligaci¨®n de gestionar la cuesti¨®n migratoria con respeto a los derechos humanos y a los valores de un continente que, a¨²n en crisis econ¨®mica, dispone de recursos abismalmente mayores que los de los africanos y de un grado de estabilidad que para s¨ª quisieran estos. Hay que establecer canales de inmigraci¨®n regular, fortalecer la cooperaci¨®n con los pa¨ªses empobrecidos y controlar las fronteras con m¨¦todos proporcionados. Si eso no frena las llegadas de personas en situaci¨®n irregular, hay que asistirles hasta su repatriaci¨®n o acogida.
Editorial anterior
La ¨²ltima cumbre de la UE result¨® desalentadora, porque no envi¨® otro mensaje que el de aplazar las respuestas, en vez de demandar medios econ¨®micos para tratar dignamente la inmigraci¨®n irregular en una u otra frontera. No es as¨ª como mejor se combate a quienes usan la inmigraci¨®n como munici¨®n populista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.