?Qu¨¦ hay detr¨¢s de la ciencia del compartir¡ (en las redes)?
?Sab¨ªas que el momento de mayor actividad en las redes es el mi¨¦rcoles a las 9:30 de la ma?ana, que compartimos m¨¢s contenido positivo que negativo y que las emociones que m¨¢s actividad generan en la red son aquellas que m¨¢s activaci¨®n f¨ªsica producen en nuestros organismos? ?Sab¨ªas que compartimos contenido en l¨ªnea para relacionarnos?
Todos estos hallazgos vienen a conformar lo que se ha venido a llamar The Science of Sharing, la ciencia que estudia nuestros comportamientos en las redes: aquello que compartimos o que nos lleva a participar activamente en el mundo online. ?Qu¨¦ podemos aprender de esta nueva ciencia?
- Compartimos m¨¢s las historias positivas que negativas.
- Compartimos m¨¢s las historias positivas que negativas.
- Compartimos m¨¢s la informaci¨®n que nos activa.
El profesor Berger continu¨® investigando el mecanismo emocional que subyace a las publicaciones en la red y descubri¨® que hab¨ªa contenido negativo que tambi¨¦n era altamente compartido, se trataba del contenido que m¨¢s activaci¨®n generaba. Berger detect¨® que adem¨¢s de la valencia de la emoci¨®n (positiva o negativa), aquella informaci¨®n que generaba mayor activaci¨®n ten¨ªa m¨¢s probabilidades de ser compartida. Tomando como ejemplo las emociones negativas, aquellas que inspiran furia o ansiedad (emociones activadoras) tienen m¨¢s posibilidades de ser compartidas que aquellas que, como la tristeza, tienden a desactivarnos. Esto explicar¨ªa por qu¨¦ compartimos en la red m¨¢s noticias relacionadas con desastres clim¨¢ticos o disputas pol¨ªticas (que tienen a generar furia o ansiedad), que con p¨¦rdidas de personas queridas.
Para comprobar esta idea, el doctor Berger llev¨® a cabo un estudio en el que dividi¨® a los participantes en dos grupos. Los integrantes del primer grupo se mantuvieron sentados durante un minuto, mientras que los integrantes del segundo grupo corrieron durante sesenta segundos antes ponerles frente al contenido. Los resultados mostraron que el simple hecho de correr previamente a la presentaci¨®n de un contenido, aumentaba las probabilidades de compartirlo. ?El motivo? El arousal o nivel de activaci¨®n. Cuando realizamos ejercicio, nos montamos en un avi¨®n con turbulencias o vemos una pel¨ªcula de miedo, las emociones que sentimos nos activan, aumenta la presi¨®n sangu¨ªnea y el ritmo card¨ªaco y tanto nuestra mente como nuestros sentidos se mantienen alerta. Esta activaci¨®n f¨ªsica nos animar¨ªa a compartir m¨¢s contenido en la red¡ Tiene sentido ?no es as¨ª?
- Compartimos m¨¢s por la ma?ana temprano, coincidiendo con un aumento de los mensajes positivos.
Un estudio realizado en la Cornell University y que estudi¨® 509 millones de tweets realizados por la ma?ana, demostr¨® que hab¨ªa un n¨²mero significativamente mayor de tweets positivos, lo que sugiere la existencia de una correlaci¨®n entre el hecho de compartir y la felicidad. Habr¨¢ que seguir investigando por esta l¨ªnea¡
- Al final¡ compartir es una manera de relacionarse.
Un estudio realizado recientemente por New York Times y Customer Insight Group en el que participaron 2.500 personas cuya actividad en la red era media o alta concluye que compartimos para:
Acercar contenido de valor y entretenimiento a los dem¨¢s.
Definirnos ante otras personas.
Aumentar y fortalecer nuestras relaciones.
Autodesarrollarnos.
Posicionarnos sobre determinadas causas.
Este estudio sostiene que el hecho de compartir no es nuevo, que siempre lo hemos hecho, lo que ha cambiado ha sido el patr¨®n: ahora compartimos m¨¢s contenidos, que proceden de m¨¢s fuentes, a m¨¢s personas, m¨¢s a menudo y m¨¢s r¨¢pido.
La otra cara de la moneda es la saturaci¨®n que produce tanta informaci¨®n difundi¨¦ndose a trav¨¦s de tantas redes. No damos abasto con Facebook, Twitter, Google+, YouTube, Linkedin, Xing¡ Cierta sensaci¨®n de impotencia y cansancio nos puede inundar antes de encender el ordenador o el Smartphone, si es que somos capaces de apagarlo por las noches. Poner sentido com¨²n a nuestra actividad en las redes hoy es crucial.
F¨®rmula:
Compartir es la naturaleza del ser humano, tanto contenidos en redes como una buena comida con personas queridas, pero hag¨¢moslo con sentido.
Recetas:
- Divulga solo esos contenidos que te parecen vitales para tu red de contactos personales.
- Antes de enviar algo reflexiona qu¨¦ emociones les va a provocar y si es lo que quieres.
- Preg¨²ntales si el contenido que les env¨ªas les gusta recibirlos; asume sus sentires.
Referencias:
The Science of Sharing (and Oversharing),entrevista realizada por Sarah Green al doctor Jonah Berger y publicada en 2013 en la Harvard Business Review.
The Psychology of Sharing: Why Do People Share Online?, estudio realizado por The New York Times y Customer Insight Group.
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