Soy hijo de un aut¨®nomo

Soy hijo de un aut¨®nomo, de esos que forman parte del grueso cada vez m¨¢s fino de las pymes. Se supone que estas son el motor de la econom¨ªa, todos lo dicen, pero son las que peor lo est¨¢n pasando. Las m¨¢s abandonadas. Pero lo grave no son las miles de empresas peque?as que est¨¢n desapareciendo d¨ªa a d¨ªa, sino las familias que hay detr¨¢s. Todo este peso lo est¨¢n soportando los hogares, que se est¨¢n rompiendo a causa de la p¨¦rdida de sus ahorros y de la imposibilidad de pagar los estudios a sus hijos, lo que afecta a las relaciones personales. Yo personalmente estoy viviendo esta situaci¨®n. Ojal¨¢ todo esto fuera una exageraci¨®n.

Se supone que un emprendedor deber¨ªa ser premiado por haber sido valiente y empezar algo de cero, arriesgando lo poco que tiene. Se supone que son el motor de la econom¨ªa, lo que nos sacar¨¢ de la crisis. Se supone que al ser hijo de un emprendedor eres un afortunado. Nada m¨¢s lejos de la realidad.

Durante todos estos a?os he visto a mi padre perder la ilusi¨®n y la alegr¨ªa por lo que hace. Todo por culpa de este desaguisado que parece no tener culpables. Ahora tocar¨ªa pedir al Gobierno que tenga m¨¢s en cuenta a este colectivo, mejor dicho, a estas personas. Pero no servir¨ªa de nada porque seguir¨¢n haciendo lo que quieren. Prefiero utilizar esta carta para dar ¨¢nimos a todos los aut¨®nomos y empresas peque?as que, como mi padre, han luchado y est¨¢n luchando contra una crisis que no tiene nada que ver con ellos.¡ª Alfredo S¨¢nchez Mart¨ªn.