Por qu¨¦ vot¨¦ 'no' en la Conferencia del PSOE
El partido deber¨ªa haber planteado alternativas concretas que ponderar
El PSOE celebr¨® el pasado fin de semana una conferencia pol¨ªtica que pretend¨ªa fijar ¡°un nuevo proyecto para la Espa?a de la pr¨®xima d¨¦cada¡±. Fuimos pocos los que rechazamos alg¨²n bloque de la ponencia final respaldada por un 98% (resultado m¨¢s valioso que el ¡°s¨ª¡± por aclamaci¨®n que se plante¨® inicialmente). Varias personas se interesaron por mis razones: intentar¨¦ proporcionar una lectura ¨²til para el futuro del partido y la pol¨ªtica espa?ola.
De los cuatro bloques de la ponencia respald¨¦ Uni¨®n Europea y reformas pol¨ªticas y Modelo de partido: aunque defend¨ª algunas medidas que no se recogieron (primarias para todos los cargos, no solo los cabezas de lista; renunciar a privilegios como los reg¨ªmenes especiales de pensiones asociados a ciertos cargos), considero que se defini¨® un conjunto exigente pero realizable de compromisos que mejorar¨¢n sensiblemente el juego democr¨¢tico.
Las reformas en los partidos son de orden secundario, puesto que son medios y no fines, pero ser¨¢n una palanca para acelerar los cambios sociales por su ejemplaridad y en cuanto contribuyan a desactivar el clientelismo interno, que es una semilla de corrupci¨®n y de baja calidad de la oferta pol¨ªtica. El PSOE ha demostrado as¨ª su determinaci¨®n por lograr una extensa regeneraci¨®n democr¨¢tica en nuestro pa¨ªs.
Creo que a Espa?a le habr¨ªa ido mejor con Rubalcaba como presidente
Sin embargo, vot¨¦ ¡°no¡± en Econom¨ªa y empleo y Estado de Bienestar porque los ingresos fiscales esperables (y relativamente cuantificados) por el primer bloque no permitir¨ªan financiar la mitad de los gastos apuntados (aunque apenas cuantificados) por el segundo. Comparto plenamente la idea maestra de luchar contra la desigualdad, que supone tanto un drama para quienes la sufren como el mayor lastre a una econom¨ªa que no logra aprovechar una cuarta parte de su fuerza productiva. Pero la igualdad no basta con invocarla, y aunque se insisti¨® en que la conferencia no fija el pr¨®ximo programa electoral sino las metas para una d¨¦cada, eso no justifica proponer una envolvente de ingresos sensiblemente menor a la de gastos.
El proceso de gestaci¨®n de la conferencia explica en parte la insuficiente definici¨®n de una alternativa progresista en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica econ¨®mica y social. Salvo la cuesti¨®n territorial que se trat¨® entre una veintena de dirigentes, es cierto que el PSOE ha llevado a cabo ¡°el mayor proceso de debate organizado por un partido en Espa?a¡±, participando miles de ciudadanos a trav¨¦s de Internet o en foros abiertos. Pero esa amplia masa de informaci¨®n e ideas apenas ha sido trabajada colectivamente, sino que se ha superpuesto con escasa permeabilidad al habitual proceso de elaboraci¨®n centralizada de una ponencia por unos expertos.
La fase final de la conferencia no pudo subsanar esta falta de aut¨¦ntica construcci¨®n colectiva: los participantes enviamos nuestras enmiendas, en la misma conferencia descubrimos unos textos transaccionales, y en grupos de trescientas personas dispusimos de media jornada para ponernos de acuerdo en textos de cien p¨¢ginas. Se logr¨® ampliar consensos en ciertas materias cualitativas, pero este m¨¦todo result¨® insuficiente para calibrar propuestas econ¨®micas cuya oportunidad requer¨ªa una cuantificaci¨®n m¨¢s rigurosa.
El documento final consta de casi cuatrocientas p¨¢ginas donde el conjunto de cuestiones cifradas apenas ocupar¨ªa tres, mientras que del orden del 65% del texto se consume en diagn¨®sticos (la globalizaci¨®n¡) en los que coincidir¨ªan analistas de cualquier signo, cr¨ªticas a la derecha y declaraciones de principios progresistas (defender el irrenunciable Estado de bienestar¡) que podr¨ªan presentarse de manera m¨¢s concisa para focalizar el debate de fondo.
Cualquier propuesta sobre pensiones debe afrontar el d¨¦ficit del sistema
Aproximadamente el 5% son propuestas claras y precisas (cuantificadas cuando suponen un impacto econ¨®mico significativo), un 25% claras pero poco precisas y un 5% est¨¢n desprovistas de justificaci¨®n (aumentar una partida del gasto p¨²blico: ?por qu¨¦?, ?para hacer qu¨¦?) o han demostrado no funcionar en contextos similares (como rebajas de cotizaciones que suponen cuantiosas p¨¦rdidas de ingresos fiscales sin apenas impacto en la contrataci¨®n). Pero el verdadero problema es que el conjunto no ser¨ªa alcanzable, porque aunque cada medida tomada individualmente parte de una visi¨®n progresista que favorece a una parte de la ciudadan¨ªa, el coste global no es asumible con los ingresos apuntados.
Que los proyectos pol¨ªticos se parezcan a una carta a los Reyes Magos es un defecto generalizado entre los partidos espa?oles. Pero no debe ser consuelo decirse que otros, y en particular el Partido Popular, est¨¢n a¨²n m¨¢s atrasados. De hecho, el proyecto conservador puede leerse como insolidario e ineficiente pero dram¨¢ticamente claro: estamos por encima de nuestras posibilidades, luego hay que recortar, aunque se queden en la cuneta millones de personas. Creo que a Espa?a le habr¨ªa ido mejor con Rubalcaba de presidente (recordar¨¦ solamente su propuesta de que el ritmo de los recortes se aflojara durante dos a?os, como ha acabado reconociendo la Comisi¨®n Europea que habr¨ªa sido mejor), pero la credibilidad del PSOE pasa ahora por presentar un proyecto del que se pueda valorar la coherencia global sin temer titulares que critiquen medidas concretas.
La pol¨ªtica, y m¨¢s en ¨¦poca de crisis, exige imaginar y analizar reformas efectivas que aporten beneficios aunque sea a costa de ciertas renuncias. Los partidos deben explicar claramente las opciones que se ofrecen a los electores, para que su voto suponga refrendar un rumbo claro. Por ejemplo, la propuesta del Gobierno para las pensiones es abiertamente injusta porque condena a todos los pensionistas a una p¨¦rdida de poder adquisitivo, pero para refutarla hace falta presentar una alternativa cuantificada que no eluda el cr¨®nico d¨¦ficit del sistema, como podr¨ªa ser revalorizar las pensiones que est¨¢n por debajo de la renta mediana espa?ola, pero congelar durante unos a?os las que est¨¢n por encima.
El PSOE logr¨® ganar por primera vez unas elecciones despu¨¦s de un profundo debate program¨¢tico que supuso abandonar el marxismo, en el que Felipe Gonz¨¢lez puso a disposici¨®n su cargo de secretario general para forzar al partido a actualizarse. Hoy no existe una posici¨®n tan clara que tomar o dejar (o quiz¨¢ nos falta lucidez para plantearla), pero ser¨¢ fundamental que el liderazgo de quienes se presenten a las primarias se base ante todo en su capacidad a generar un debate de ideas, y a decidir en consecuencia un plan de acci¨®n que atraiga a una mayor¨ªa de espa?oles desenga?ados de discursos triunfalistas.
Por eso, un resultado m¨¢s realista y ¨²til de la conferencia pol¨ªtica podr¨ªa ser constatar que la tela no da para confeccionar el traje, y plantearse una serie de alternativas que presupuestar y ponderar en detalle para luego consultar con las bases: ?educaci¨®n casi gratuita o garantizar con becas la igualdad de acceso?, ?contrato ¨²nico o seguir parcheando la dualidad laboral?, ?una renta m¨ªnima universal que sustituya otras prestaciones?, ?subir el impuesto de sociedades, pero bajar las cotizaciones laborales?, ?impuestos verdes para subvencionar la pol¨ªtica industrial?, ?reducir el n¨²mero de ayuntamientos?, ?apostar por una Europa plenamente federal?
As¨ª, se podr¨¢n decidir cu¨¢les son las prioridades y a qu¨¦ se est¨¢ dispuesto a renunciar, en funci¨®n de una coyuntura econ¨®mica que no depende solamente de nosotros, para evitar que la improvisaci¨®n o la tecnocracia acaben recortando lo m¨¢s f¨¢cil en lugar de lo menos importante. Y, por supuesto, el PSOE debe seguir abanderando el avance por las libertades y la igualdad, que tanta felicidad procuran.
V¨ªctor G¨®mez Fr¨ªas es secretario de comunicaci¨®n y formaci¨®n del PSOE Europa @vgomezfrias
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