Club Mediterr¨¢neo

Este fin de semana se puede ver en la sala CineCiutat de Mallorca un documental que deber¨ªa ser la Biblia para cualquier promotor inmobiliario de nuestro litoral. Se titula?Jos¨¦ Luis Sert: un sue?o n¨®mada y su protagonista, Jos¨¦ Luis Sert (Barcelona, 1902 - 1983), fue el arquitecto que mejor supo entender la parca belleza de las construcciones mediterr¨¢neas. Donde ahora hay torres de varios pisos ¨¦l ve¨ªa casas bajas a escala humana; en lugar de extensas urbanizaciones de viviendas con balaustradas y otros motivos entre neomud¨¦jares y mexicanos, ¨¦l propon¨ªa vol¨²menes sencillos y materiales modestos. Ya lo dijo en 1934, cuando nadie pod¨ªa prever ni el desarrollismo ni la burbuja inmobiliaria: "Debemos defender una arquitectura de clima, una arquitectura mediterr¨¢nea hecha para un sol intenso, una atm¨®sfera di¨¢fana y un paisaje amable".

Jos¨¦ Luis Sert naci¨® en una familia aristocr¨¢tica y cultivada (su padre, el conde de Sert, era un pr¨®spero industrial textil, y su t¨ªo Jos¨¦ Mar¨ªa, un c¨¦lebre muralista de la belle ¨¦poque). Como pasa a veces, el principito sali¨® rebelde: militante republicano, adalid de la vanguardia y preocupado por los problemas sociales. Pero lo suyo no era diletantismo. Antes de emigrar a Estados Unidos debido a la Guerra Civil, Sert tuvo tiempo para cofundar el GATEPAC ¨CGrupo de Artistas y T¨¦cnicos Espa?oles para la Arquitectura Contempor¨¢nea¨C, trabajar con Le Corbusier y entablar amistad con Mir¨®, tal vez la relaci¨®n extramatrimonial que m¨¢s le marc¨®.

De su estrecha colaboraci¨®n nacieron algunos de los proyectos m¨¢s importantes del catal¨¢n: el estudio del pintor en Palma de Mallorca, la Fundaci¨®n Joan Mir¨® de Barcelona y la Fondation Maeght en Saint-Paul-de-Vence, Francia. Tres lugares que ilustran su idea de que la arquitectura no deber¨ªa imponerse, pero tampoco supeditarse al arte; m¨¢s bien tiene que ser fruto de la colaboraci¨®n entre las dos.

Debemos defender una arquitectura de clima,? hecha para un sol intenso, una atm¨®sfera di¨¢fana y un paisaje amable

Tanto como le gustaba la luz y las formas de las Baleares, este arquitecto n¨®mada pas¨® toda su vida dando tumbos a miles de kil¨®metros de all¨ª. ?l mismo lo resumi¨® al final de sus d¨ªas: "Mi vida est¨¢ dividida en cap¨ªtulos que llevan nombres de ciudades: Barcelona, Par¨ªs, Nueva York y Boston; una vida n¨®mada con demasiados cambios, pero sin ning¨²n momento aburrido". En su perpetua mudanza, Sert llev¨® consigo la arquitectura de sus ra¨ªces y la export¨® a lugares inusitados. Al tiempo que se constru¨ªa una casa con patio en Cambridge (Massachusetts), proyectaba una embajada con arcadas mediterr¨¢neas en Bagdad.

Cuando finalmente volvi¨® a Espa?a a finales de los a?os sesenta, destil¨® todo lo que pensaba desde 1934 en una sola urbanizaci¨®n. ?Tienen en la cabeza alguna de esas enormes villas acristaladas, con perfiles de aluminio y sof¨¢s de cuero blanco, que ¨²ltimamente brillan al sol de la isla? Pues las casas de Punta Martinet eran exactamente lo contrario. Como para construirlas ahora frente a un puerto para superyates.

Jos¨¦ Luis Sert: un sue?o n¨®mada, un documental dirigido por Pablo Bujosa, se puede ver en el cine CineCiutat de Palma de Mallorca hasta el 21 de noviembre.