El ¨¦xito econ¨®mico depende de los emprendedores
El l¨ªder innova y desarrolla, no se limita a administrar y mantener
El clima que respiramos hoy es muy distinto al de hace un a?o. Incluso al de hace tan solo unos meses. La econom¨ªa espa?ola comienza a dar se?ales claras de estabilidad y de recuperaci¨®n incipiente.
Se comienza a extender un mayor optimismo respecto a las perspectivas econ¨®micas de Espa?a. Un optimismo cauteloso, como no podr¨ªa ser de otra manera, pero las cosas se ven distintas. Nuestro futuro se contempla, en nuestro pa¨ªs y fuera, de un modo m¨¢s positivo.
No en vano, despu¨¦s de nueve trimestres en recesi¨®n, la econom¨ªa espa?ola registr¨® en el tercer trimestre de este a?o un crecimiento del 0,1% en relaci¨®n con el trimestre anterior. No es mucho, pero es un dato positivo. No solo por el signo, sino porque tambi¨¦n sugiere que estamos en la direcci¨®n adecuada.
La disminuci¨®n de las tensiones financieras, la mejora del propio sistema financiero, el buen comportamiento de las exportaciones y la capacidad para atraer inversiones internacionales apuntalan este avance econ¨®mico. Una mejora que hubiera sido impensable sin el esfuerzo realizado por las familias, las empresas y el sector p¨²blico.
Especialmente buenos han sido los datos del sector exterior, una clara demostraci¨®n de lo mucho que ha mejorado la competitividad de las empresas espa?olas en estos ¨²ltimos a?os.
Otro factor clave que ha cambiado es la confianza. Crece la confianza a medida que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ reduciendo sus desequilibrios. Son muy importantes las medidas que se est¨¢n adoptando para lograr la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico; la fuerte reestructuraci¨®n bancaria acometida; el doloroso proceso de devaluaci¨®n interna (reajuste de precios, de salarios y de m¨¢rgenes); y la correcci¨®n de nuestro d¨¦ficit comercial exterior.
Nos encontramos en los inicios de la recuperaci¨®n y es un buen momento para tonificar de nuevo el m¨²sculo inversor. Sin embargo, indudablemente, a¨²n quedan retos pendientes. El proceso de desapalancamiento contin¨²a y a¨²n nos queda recorrido para reducir la deuda privada y para detener el crecimiento de la deuda p¨²blica. Pero, lo m¨¢s importante de todo, es que Espa?a debe volver a crear empleo.
Los esfuerzos de los ¨²ltimos a?os est¨¢n produciendo los primeros resultados
En el tercer trimestre de 2013, el empleo aument¨® en 40.000 personas, uno de los incrementos m¨¢s altos de los ¨²ltimos a?os. No debemos olvidar que nuestro crecimiento futuro depender¨¢, en gran medida, de la capacidad de la econom¨ªa de generar ocupaci¨®n, porque la recuperaci¨®n no culminar¨¢ hasta que se traslade a las familias y, por tanto, disminuya el desempleo.
Desde hace 12 a?os, la Confederaci¨®n Espa?ola de Directivos y Ejecutivos (CEDE) se re¨²ne anualmente para analizar los principales desaf¨ªos a los que deben hacer frente los profesionales que gestionan las empresas espa?olas. Este a?o, gracias al apoyo de las instituciones andaluzas, la cita se ha celebrado en M¨¢laga los d¨ªas 13 y 14 de noviembre. M¨¢s de 1.500 directivos de toda Espa?a hemos analizado las estrategias que las empresas deben aplicar para impulsar la recuperaci¨®n econ¨®mica y fomentar la generaci¨®n de empleo. Porque, al hablar de las grandes magnitudes macroecon¨®micas y de la problem¨¢tica financiera, corremos el riesgo de pasar por alto un elemento que, en realidad, es el m¨¢s importante para el futuro de un pa¨ªs y sus ciudadanos.
El factor principal que determina el ¨¦xito de una econom¨ªa y de sus empresas no es otro que la existencia de emprendedores. Personas comprometidas, perseverantes, con visi¨®n realista, con vitalidad y energ¨ªa, con sentido de la responsabilidad social y con dotes de liderazgo que les permita tener la capacidad (a menudo innata) de asumir riesgos, pero tambi¨¦n fracasos.
En el contexto que estamos viviendo, nos equivocar¨ªamos si prescindi¨¦ramos de los cambios y nos limit¨¢ramos a gestionar nuestra posici¨®n actual en los mercados, como si fuera un factor est¨¢tico. El cambio es hoy el ¨²nico principio de gesti¨®n incontestable. Los l¨ªderes se deben preparar para situaciones que ni siquiera pueden imaginar. Lo peor que nos puede pasar es que nuestras empresas pasen a estar b¨¢sicamente administradas, en lugar de estar dirigidas. O, mejor a¨²n, lideradas.
A lo largo de mi carrera profesional he conocido a muchos l¨ªderes, de diferentes sectores y con distintas filosof¨ªas, de quienes siempre he intentado aprender. Todos los l¨ªderes comparten unos rasgos comunes, unas caracter¨ªsticas, que todos deber¨ªamos procurar incorporar como gu¨ªa de actuaci¨®n. El l¨ªder innova, no administra. El l¨ªder desarrolla, no se limita a mantener. Se centra en las personas y no en los sistemas y estructuras. Tiene una perspectiva de largo alcance, no una visi¨®n cortoplacista. Pone en tela de juicio la situaci¨®n de las cosas, no se limita a aceptarlas. Comunica, no ordena. Inspira confianza y consigue que sus colaboradores conf¨ªen en s¨ª mismos.
En definitiva, un buen l¨ªder debe tener visi¨®n, credibilidad, confianza en s¨ª mismo, optimismo en el futuro y auctoritas, es decir, una autoridad moral socialmente legitimada y reconocida.
Debemos intentar mejorar los tiempos que nos ha tocado vivir. De nada sirve lamentarse. Los esfuerzos que hemos realizado estos ¨²ltimos a?os est¨¢n produciendo sus primeros resultados. Pero debemos proseguir en el esfuerzo y estar preparados para aprovechar las oportunidades que, hoy, ya est¨¢n surgiendo.
Con todo el bagaje que hemos acumulado, no tengo ninguna duda de que estamos muy bien preparados para lo que nos depare el futuro. Tal como dijo S¨¦neca, ¡°no hay ¨¢rbol m¨¢s recio y consistente que aquel que el viento azota con frecuencia¡±.
Isidro Fain¨¦ es presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Directivos y Ejecutivos y presidente del Grupo La Caixa.
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