El PSC se descuelga
El proceso para poner en marcha el ¡®derecho a decidir¡¯, tocado por las trampas de su gesti¨®n
El socialismo catal¨¢n se descolg¨® ayer del actual proceso del derecho a decidir,es decir, para convocar un refer¨¦ndum sobre la independencia de Catalu?a, por considerar que se incumplen las condiciones que puso desde el inicio. A saber, que la consulta fuese ¡°legal y acordada¡±: dentro de la legalidad ¡ªalgunos, como Esquerra, defienden celebrarla incluso contra la ley¡ª y de forma negociada con el Gobierno central, como en Escocia. El Consell Nacional del PSC, su m¨¢ximo organismo entre Congresos, vot¨® contra los pr¨®ximos pasos previstos, la petici¨®n al Congreso de que este delegue en el Parlamento aut¨®nomo la competencia para convocar el refer¨¦ndum, y la nueva ley auton¨®mica de consultas. El resultado, un 83% (en voto secreto, como pidi¨® la minor¨ªa) a favor de la direcci¨®n encabezada por Pere Navarro, result¨® abrumador. Con ello, el considerable consenso que hab¨ªa cristalizado en torno al proceso, pese a continuos sobresaltos y descuelgues menores, queda roto. Y el propio movimiento, seriamente tocado. Aunque no por ello se vislumbre el fin de las tensiones internas del PSC.
El argumento m¨¢s aparente ha sido la negativa a escenificar nuevos actos de una secuencia abocada al fracaso, al no haberse obtenido del Gobierno de Mariano Rajoy la disposici¨®n indispensable para iniciar una negociaci¨®n. Llevar a los partidos con vocaci¨®n de Gobierno a estrellarse contra la pared, en vez de perforarla o sortearla, suele ser una mala receta t¨¢ctica.
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M¨¢s de fondo es la constataci¨®n de que la manera de conducir el proceso por CiU y Esquerra desdice la proclamaci¨®n de que se pretenda una consulta honesta, legal y consensuada: no se quiere un pacto, sino una negativa. Ello es as¨ª porque la puesta en pie de ¡°estructuras de Estado¡± (agencia tributaria y otras), aunque de eficacia irrelevante, prefigura la eventual convocatoria como un refer¨¦ndum ¡°para¡± la independencia y no ¡°sobre¡± ella. Lejos de toda imparcialidad, el Ejecutivo de Artur Mas asume como propio, desde el principio, un resultado favorable a la separaci¨®n. Y porque a lo largo de un a?o largo se han multiplicado las trampas procesales, cuando en cuestiones que afectan al Estado de derecho el respeto a los procedimientos es esencial. Entre ellas destaca el ultim¨¢tum de Mas a Rajoy sobre el pacto fiscal, hace un a?o: o lo aceptaba ¨ªntegramente tal como se formulaba, o CiU convocar¨ªa un refer¨¦ndum. O la reciente zancadilla parlamentaria al propio PSC: cuando este asumi¨® la votaci¨®n de un texto gen¨¦rico sobre el llamado derecho a decidir, se encontr¨® con que otra moci¨®n, no pactada, estipulaba fijar fecha y pregunta de la consulta antes de Navidad.
As¨ª pues, los socialistas catalanes se descuelgan de un proceso que sus propios promotores saben condenado al fracaso. Se aclara as¨ª el panorama catal¨¢n. Pero har¨ªa mal el Gobierno de Mariano Rajoy si dejara estar las cosas en Catalu?a. La unidad de los distintos catalanismos se rompe, pero el malestar de la ciudadan¨ªa se mantiene.
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