La ¨²ltima moda en los Emiratos ?rabes: tener un animal salvaje en casa
M¨¢s all¨¢ de la excentricidad la afici¨®n revela una moda entre los j¨®venes acomodados de esa parte del mundo a la que las autoridades intentan poner coto
Algunas fotos asustan. El joven aparece abrazado a un le¨®n y en una incluso introduce la cabeza en su boca. En otra juguetea con un guepardo. La pasi¨®n de Humaid Albuqaish por los felinos, y los coches de lujo con los que a menudo comparten protagonismo en las im¨¢genes, le ha granjeado 270.000 seguidores en Instagram. Pero m¨¢s all¨¢ de la excentricidad de criar animales salvajes en casa, la afici¨®n de este emirat¨ª revela una moda entre los j¨®venes acomodados de esta parte del mundo a la que las autoridades intentan poner coto.
¡°No los tengo en casa, los tengo en mi finca¡±, explica Albuqaish por tel¨¦fono. ?Cu¨¢ntos? ¡°Muchos¡±. ?M¨¢s de diez? ¡°S¨ª, muchos m¨¢s¡±, asegura antes de disculparse aduciendo que su ingl¨¦s no es lo suficientemente bueno y que alguien de su entorno llamar¨¢ a la periodista. Cosa que no sucede.
La legislaci¨®n de Emiratos ?rabes Unidos (EAU) proh¨ªbe la venta de cualquier animal incluido en la Convenci¨®n Internacional sobre el Comercio Internacional de Especies Protegidas (Cites). No obstante, una investigaci¨®n del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (Ifaw) revel¨® el pasado febrero que existe en el pa¨ªs un boyante comercio ilegal de grandes felinos y otras especies protegidas a trav¨¦s de Internet. La decena de p¨¢ginas analizadas por esa organizaci¨®n revelaban una abundante oferta de cachorros de guepardo, puma, jaguar, leopardo, pantera negra, le¨®n y diversas razas de tigres.
La afici¨®n a las mascotas ex¨®ticas ya qued¨® reflejada en Stock de coque, donde el guepardo del emir Mohamed Ben Kalish Ezab se escapa persiguiendo a Mil¨², el perro de Tint¨ªn. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, la posesi¨®n de un animal salvaje se ha convertido para algunos j¨®venes acomodados de esta regi¨®n en otro s¨ªmbolo de posici¨®n social junto a los coches caros y las casas palaciegas, tal como se ve en las fotos que cuelgan de las redes sociales.
Los cachorros de le¨®n y de guepardo se encuentran entre los m¨¢s apreciados. Hasta que crecen y les salen sus instintos naturales. Entonces recurren a los zoos, pero como se desprende de recientes reportajes en los medios locales, sus responsables han empezado a rechazar los animales.
¡°Si dices ¡®s¨ª, acepto todas las donaciones¡¯, est¨¢s animando a que la gente siga comprando mascotas¡±, justificaba recientemente Myyas Al Qarqaz, el responsable de la selecci¨®n del zoo de Al Ain.
Adem¨¢s, hay que considerar el coste. Un le¨®n come entre 3,5 y 6 kilos de carne diarios, dependiendo de si es hembra o macho. Lo que sumado a los cuidados veterinarios y de limpieza alcanza, seg¨²n Al Qarqaz, unos 8.000 euros anuales por animal.
Incluso la revista de la polic¨ªa 999 se hizo eco en mayo del problema que supone esa afici¨®n a los grandes felinos. Otra pista de lo extendida que est¨¢ la dan las noticias de los que, como el guepardo del cuento de Tint¨ªn, se escapan de sus hogares. Hace dos meses un conductor se top¨® con un le¨®n en el barrio pijo de Bayan, en Kuwait, pa¨ªs donde tambi¨¦n es ilegal la posesi¨®n privada de estos animales. En marzo del a?o pasado, un guepardo fue sorprendido en Al Yahar, cerca de la ciudad emirat¨ª de Al Ain; otro fue encontrado en Abu Dhabi, en mayo de 2011, y un tercero caus¨® el p¨¢nico en las calles de Sharjah en diciembre de 2010.
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