Soluci¨®n para YPF

El principio de acuerdo, estrictamente pol¨ªtico, entre los Gobiernos de Espa?a y Argentina sobre la expropiaci¨®n del capital de Repsol en YPF merece una explicaci¨®n detallada del Ejecutivo no solo sobre los t¨¦rminos del mismo, del que apenas se conocen unos cuantos detalles, sino tambi¨¦n sobre las razones que han llevado a la intervenci¨®n del Ministerio de Industria y a las consultas previas con el Gobierno de M¨¦xico para acabar con el pleito internacional. No es suficiente esgrimir una raz¨®n tan gen¨¦rica como que ¡°es bueno ir cerrando incertidumbres¡±, aunque los mercados acepten ese argumento a corto plazo y hayan reaccionado con cotizaciones al alza de Repsol e YPF. Porque cabe la posibilidad de que las incertidumbres de fondo permanezcan, incluso despu¨¦s de que hoy el Consejo de Repsol ratifique el acuerdo.

El principio de que es mejor un mal acuerdo que un buen litigio ¡ªy el de Repsol con el Gobierno argentino amenazaba con ser largo y costoso¡ª es v¨¢lido siempre que existan suficientes garant¨ªas de que Argentina pagar¨¢ lo comprometido. La indemnizaci¨®n que se maneja, unos 3.700 millones de euros, est¨¢ por debajo de las peticiones del grupo expropiado, incluso aunque se contabilice el ahorro en costes legales que ya no tendr¨¢n que desembolsarse. La ventaja para Repsol es que ya no tendr¨¢ que ocuparse de un contencioso legal complicado con el Gobierno argentino y eso le permitir¨¢ centrarse en la tarea principal, que es la de recomponer su negocio internacional. En ese sentido, el acuerdo es ¨²til.

Del pacto salen bien librados, sin duda, Petr¨®leos Mexicanos (Pemex) y el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez. Pemex ha conseguido eliminar el obst¨¢culo societario que le imped¨ªa llegar a acuerdos para participar en la explotaci¨®n del yacimiento de Vaca Muerta ¡ªRepsol se comprometi¨® a querellarse contra cualquier socio futuro del Estado argentino en la explotaci¨®n de los pozos¡ª y, de paso, con el apoyo del Gobierno mexicano, ha hostigado al equipo gestor de Repsol, partidario de indemnizaciones m¨¢s elevadas. En cuanto a Cristina Fern¨¢ndez y su equipo, consiguen borrar las consecuencias de la expropiaci¨®n, es decir, de la inseguridad regulatoria del pa¨ªs.

Lo que el acuerdo no resolver¨¢ es el conato de inestabilidad en el accionariado de la compa?¨ªa espa?ola. Ser¨ªa una ingenuidad suponer que el enfrentamiento entre Pemex, con el 9,34% del capital de Repsol, y el equipo de gesti¨®n ha desaparecido simplemente porque el caso de YPF est¨¦ cerrado. Lo probable es que contin¨²e, soterrado quiz¨¢, pero activo. El entendimiento con Argentina tampoco garantiza, como se sugiere desde el Gobierno, que se aleje el peligro de una opa sobre el grupo espa?ol por parte de capital extranjero. Mientras Repsol no ampl¨ªe su actividad en otros mercados y recupere al menos el per¨ªmetro financiero anterior a la expropiaci¨®n de YPF, seguir¨¢ siendo una oportunidad de inversi¨®n.