¡®Isabel¡¯, la cara oculta de la serie
Entramos en la corte de los Reyes Cat¨®licos para conocer las entra?as de una de las series espa?olas m¨¢s ambiciosas de los ¨²ltimos a?os Y el drama de una ficci¨®n que pas¨® de estar desterrada de la parrilla a convertirse en un ¨¦xito A pesar de las heridas sufridas en la guerra televisiva de los lunes, la historia sigue su curso
A 30 kil¨®metros de Madrid es posible viajar en el tiempo. Media hora de carretera para encontrarse con el siglo XV. Entre los pasadizos fr¨ªos y oscuros de la corte de los Reyes Cat¨®licos huele a madera, a la cera derretida de las velas, y se escucha el crujir de los vestidos de ¨¦poca medieval mientras Isabel y Fernando hablan en castellano antiguo. Estamos en el rodaje de la tercera temporada de Isabel, una serie que, como el personaje que le da nombre, tuvo que lidiar sus propias batallas para alcanzar la meta: ser emitida y coronarse de ¨¦xito. Hay un largo d¨ªa por delante; el equipo y los actores han llegado a los estudios de El ?lamo a¨²n con estrellas en el cielo en las primeras horas de la ma?ana, y no regresar¨¢n al siglo XXI hasta pasadas varias horas de ininterrumpido trabajo.
El nacimiento de esta ficci¨®n es digno de una pel¨ªcula, un drama con un giro de guion deseado. Desde que terminaron de grabar la primera temporada en diciembre de 2011 hasta que empez¨® su emisi¨®n, estuvo nueve meses en suspenso. Como una reina destronada. La culpa: un recorte de 204 millones de euros en el presupuesto de RTVE. ¡°Fueron momentos bastante duros. Televisi¨®n Espa?ola nos ped¨ªa que aguant¨¢ramos, pero lleg¨® un momento en el que decidimos dejar de pagar dos plat¨®s de casi 4.000 metros y toda la infraestructura que comporta. Ya hab¨ªamos guardado el vestuario y el atrezo, y justo el d¨ªa que entraban las excavadoras para desmontar los decorados llamaron de la cadena con la fecha de emisi¨®n¡±, recuerda ahora con alivio Laura Garc¨ªa, la directora de producci¨®n de este relato hist¨®rico. Con la entrada de la nueva direcci¨®n en la corporaci¨®n y en la cadena, decidieron dar luz verde a lo que estaba en la nevera y evidenciaba renovaci¨®n, reconoce Fernando L¨®pez Puig, director de ficci¨®n de TVE. En ese momento, una de las series espa?olas m¨¢s ambiciosas de los ¨²ltimos a?os ¨C con un presupuesto de casi 600.000 euros por cap¨ªtulo¨C ganaba la primera batalla.
Pero antes se enfrentaron a la decisi¨®n de c¨®mo acercarse a unos personajes, no exentos de controversia, que determinaron el futuro de Espa?a. ¡°Casi dos a?os para organizar una trama convincente, ni muy enciclop¨¦dica, ni muy ficcionada¡±, recuerda L¨®pez Puig desde TVE. Todos los implicados reconocen que tuvieron que desempolvar los libros de historia. Y estuvieron de acuerdo: nada puesto a prop¨®sito para crear un efecto en la audiencia. La historia en s¨ª ya les parec¨ªa m¨¢s que interesante a la cadena, a la productora Diagonal TV y al director. ¡°Es una serie b¨¢sicamente hist¨®rica, tambi¨¦n de intrigas pol¨ªticas. De emociones, m¨¢s que de amor. Todo lo que contamos siempre tiene una referencia a la verdad; si encontramos un hecho en dos libros o cr¨®nicas de la ¨¦poca, lo damos por bueno. Quiz¨¢ haya pasajes que hemos fabulado, pero cuando algo es muy trascendente vamos con mucho cuidado¡±, cuenta el director, Jordi Frades, tras pasar toda la ma?ana en la sala de montaje. Ese es el motivo por el que, por ejemplo, cambiaron las primeras versiones sobre Juana la Beltraneja. Quedaba demasiado evidente que era hija de Beltr¨¢n de la Cueva y no del rey Enrique IV. ¡°Nosotros no queremos resolver ning¨²n enigma hist¨®rico¡±, sentencia el realizador catal¨¢n.
¡°Hay quien dice que esto es una serie de derechas y facha¡ no s¨¦ por qu¨¦, entonces no hab¨ªa ni derechas ni izquierdas. En todo caso es una visi¨®n posterior a lo que hizo esta mujer, est¨¦s de acuerdo o no¡±, se?ala Frades. No hay que olvidar que mientras algunos buscan la beatificaci¨®n de Isabel la Cat¨®lica, otros le reprochan la violencia de la Inquisici¨®n. ¡°El reto era colocarse en esa ¨¦poca para juzgar las cosas que hizo con justicia. No quiere decir que estemos a favor¡¡±, matiza. Esa era una de las mayores dificultades del guion. ¡°Hay un problema fundamental para nosotros, por ejemplo con la expulsi¨®n de los jud¨ªos. Tenemos que escribir qu¨¦ le pasaba por la cabeza a Isabel, y eso es lo que no est¨¢ documentado¡±, resume Jos¨¦ Luis Mart¨ªn, director argumental de la serie. Qu¨¦ mejor que guionizar escenas de alcoba para ver sus preocupaciones y mostrar qu¨¦ les motivaba a tomar sus decisiones.
¡°Hay quien dice que es una serie facha¡ no s¨¦ por qu¨¦, entonces no hab¨ªa ni derechas ni izquierdas. Es una visi¨®n posterior¡±, dice el director, Jordi Frades
¡°Fueron important¨ªsimos para el futuro de Espa?a, otra cosa es que uno haga reflexiones desde el siglo XXI sobre el siglo XV. No se puede hablar de genocidio o limpieza ¨¦tnica porque en esa ¨¦poca no exist¨ªa ese concepto¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa de Francisco Olmos, decano de la Facultad de Documentaci¨®n de la Complutense. Tampoco comparte la idea de que se pueda describir a Isabel como feminista: ¡°Ella tiene plena conciencia de qui¨¦n es: la reina propietaria de Castilla y no la esposa del rey. Y lucha por serlo no por su condici¨®n de mujer, sino porque cree que es reina por la gracia de Dios. Es la elegida por la providencia divina, y eso est¨¢ demostrado porque gana la guerra¡±, matiza sentado en su despacho, donde una copia de un pasaporte firmado por los Reyes Cat¨®licos para un peregrino decora una de las paredes.
?Se puede conocer la historia viendo la serie? De Francisco Olmos asegura que s¨ª. ¡°Es cierto que algunos hechos los tienen que juntar, pero es que si no ser¨ªa un documental y no televisi¨®n. No nos pongamos excesivamente rigurosos. Sigue los acontecimientos y est¨¢ bien¡±, opina este experto en los Reyes Cat¨®licos, alguien para quien la historia de Espa?a es tan apasionante que si la cogieran los productores americanos se volver¨ªan locos. ¡°Partimos del hecho hist¨®rico, y a veces lo adornamos o manipulamos para que tenga m¨¢s chicha, somos guionistas¡±, se defiende Mart¨ªn, el director argumental de la serie. As¨ª, al alcaide de Burgos y al conde de Plasencia los unieron en un personaje, hicieron coincidir en el tiempo un aborto de la reina de Castilla con una derrota militar de Fernando, y decidieron reflejar los rumores sobre la muerte de Alfonso por envenenamiento o el amor plat¨®nico de Gonzalo de Castro por la entonces infanta Isabel. ¡°Si la leyenda es mejor que la verdad, se imprime la leyenda¡±, dice riendo al otro lado del tel¨¦fono Mart¨ªn, hoy encerrado escribiendo los guiones del devenir de una historia ya revelada.
A las siete de la ma?ana han llegado los actores al estudio para afrontar el proceso de maquillaje y peluquer¨ªa, pasar por el departamento de vestuario que dirige Pepe Reyes y estar listos antes de que a las ocho se escuche por primera vez la palabra ¡°acci¨®n¡±. Entre los miles de metros cuadrados de los estudios donde transcurre la trama hay una sastrer¨ªa, un espacio repleto de dibujos de los personajes y de los libros que han utilizado para documentarse sobre la moda de entonces. Cuatro habitaciones repletas de vestuario y pasillos con burros de ropa con las barras arqueadas por el peso de los ropajes evidencian el enorme reparto de Isabel. Solo en la segunda temporada, 130 actores. ¡°Los trajes no pueden ser como los que llevaban, los tenemos que aligerar. Y aun as¨ª Michelle ha llevado a veces 30 kilos encima, como en la escena de la rendici¨®n de Granada¡±, dice Reyes. Michelle Jenner reconoce que al principio sinti¨® miedo por el peso que supone interpretar a una reina ¡°con una vida tan apasionante¡±. Superado ese temor, hoy padece el peso de sus trajes. ¡°Los hay que son realmente dif¨ªciles de llevar. Encima, en esta temporada me est¨¢n poniendo m¨¢s gordita con un relleno de espuma de manga larga debajo de los vestidos. Los primeros d¨ªas, cuando todav¨ªa hac¨ªa calor, me quer¨ªa arrancar la ropa¡±, recuerda. Todo el reparto empieza a ensayar un mes antes de la grabaci¨®n, y uno de los motivos es para que aprendan a llevar los inc¨®modos trajes medievales.
Sorprende encontrar tambi¨¦n una carpinter¨ªa en los estudios. Es la manera de optimizar dinero y tiempo en el montaje de los decorados, que tarda entre 5 y 20 d¨ªas, en funci¨®n de la complejidad de la secuencia, matiza Marcelo Pacheco. El director de arte de la serie, en posesi¨®n de tres premios de la Academia de Televisi¨®n por sus trabajos, asegura que hasta el momento Isabel es su gran reto.
Es en el vestuario y los decorados donde el acad¨¦mico De Francisco Olmos ve m¨¢s fallos, pero son errores ¡°de los que nos damos cuenta cuatro¡±, como sus colegas de Facultad, con quienes suele comentar la serie los martes. Cree que la reina de Castilla viste demasiado de blanco, o no le convenci¨® ver a Juan Pacheco vestido de cuero negro. Recuerda cuando se vio por primera vez una moneda con la cara de los Reyes Cat¨®licos, que en vez de ser de 1475 era de 1497, ¡°aunque de eso no creo que se dieran cuenta dos personas, sino media¡±, r¨ªe. Peque?as minucias que no desmerecen a la historia, por algo ¨¦l remite a escenas de la serie como ejemplos en sus clases. Es una nueva arma para los profesores. ¡°La primera temporada la despedimos en un cine de Madrid. Ah¨ª se me acerc¨® un profesor para contarme que con Isabel hab¨ªa recuperado a alumnos que cre¨ªa perdidos y que ahora se han empezado a interesar por la historia¡±, recuerda con orgullo Gin¨¦s Garc¨ªa Mill¨¢n (Juan Pacheco).
El equipo cuenta con dos historiadores que trabajan con guionistas, vestuario y decorados. Uno m¨¢s dedicado a la historia, y el otro, a las tradiciones de la ¨¦poca. Adem¨¢s colaboran desde la segunda temporada con la Real Academia Espa?ola para el lenguaje. ¡°Con estos tres bastiones, muy mal se nos tiene que dar, aunque alguna vez se nos haya puesto la cara color¨¢¡±, dice la productora Laura Garc¨ªa. Una vez que est¨¢ hecho el guion, proceso que no tarda m¨¢s de un mes y diez d¨ªas, ellos lo filtran. ¡°No nos los devuelven muy tachados ni se escandalizan. El proceso previo de documentaci¨®n es bastante exhaustivo¡±, asegura Mart¨ªn, quien dice haber podido realizar todo lo que ten¨ªa en mente excepto en las batallas. Una palabra que menciona con el mismo tono de decepci¨®n que Jordi Frades. Las escenas de acci¨®n parecen ser el tal¨®n de Aquiles de ambos. ¡°Con el presupuesto que tenemos, sufrimos mucho, sobre todo con las escenas exteriores. Mis luchas con Laura siempre son por m¨¢s caballos y figurantes. Sabemos lo que tenemos, pero nos comparan con Los Tudor y Juego de tronos, cuando nuestro presupuesto es su catering¡±, lamenta Frades. Amante y activo en todas las redes sociales, tras montar estas escenas ya se pone nervioso imagin¨¢ndose los comentarios.
Tras tres horas de rodaje, el timbre indica un descanso de 15 minutos, el ¨²nico de esa longitud en toda la jornada. Es el momento del bocadillo, y salen en tromba del plat¨® el equipo y los actores. Muchos aprovechan para coger el m¨®vil y reconectarse con el siglo XXI. ¡°Cuando te das cuenta de c¨®mo manipulaba Fernando, sacando a un arzobispo por otro, hablando con Maximiliano del sacro imperio¡ piensas: ?si en esa ¨¦poca no hab¨ªa ?WhatsApp!¡±, dice con una seductora carcajada Rodolfo Sancho, el rostro del rey de Castilla, a quien no le disgusta en absoluto que le apunten errores de la serie. ¡°Se?al de que la siguen y que despierta inter¨¦s¡±, asegura orgulloso de las audiencias. ¡°Me regocija que le das algo de calidad a la gente, que pod¨ªa parecer dif¨ªcil de seguir porque la serie es muy pol¨ªtica y muy coral, y no solo le interesa, sino que entra en la web para saber m¨¢s¡±.
Unas palabras que el actor lanzaba en nuestra visita en octubre, cuando a¨²n la serie rondaba el 20% de cuota de pantalla y el equipo grababa los martes con una sonrisa. Pero en la batalla televisiva de los lunes apareci¨® un nuevo enemigo. Tras esperar dos a?os en el caj¨®n, tambi¨¦n como consecuencia de una crisis que parece no dejar un blanco intacto, empezaba El tiempo entre costuras, una ficci¨®n que les ha causado una peque?a herida de guerra: ahora no superan el 15% de share. Y la trama de Antena 3 super¨® el 25% de cuota de pantalla el d¨ªa de su estreno. ¡°Una pena, la verdad¡ gane quien gane, perdemos todos¡±, dec¨ªa en su perfil de Twitter Frades tras saltar la noticia de que Antena 3 decid¨ªa emitir los lunes la serie basada en la novela hom¨®nima de Mar¨ªa Due?as. Saber que tiene una ¨²nica temporada seguramente sea un consuelo, aunque Fernando L¨®pez Puig reconoce haber mantenido reuniones con la productora para valorar opciones. Aunque se mantiene optimista. ¡°Tenemos un suelo de espectadores muy importante. Y lo que est¨¢ claro es que los lunes hay ocho millones de personas viendo ficci¨®n espa?ola. Nos gustar¨ªa tener m¨¢s audiencia, pero no podemos hacer nada¡±.
¡°Es un regalo que nos da miles de satisfacciones. Como que te abran la Alhambra para grabar, que ni a Ridley Scott se la abrieron [para El reino de los cielos, en 2005]. Merece la pena hacer la serie solo por este tipo de cosas¡±, recuerda con emoci¨®n la productora. Un momento que Roberto Enr¨ªquez, alter ego de Muley Hac¨¦n, califica como m¨¢gico. ¡°Aquel rodaje no estuvo exento de folclore; aunque nos acotaban las zonas, al otro lado hordas de turistas pensaban que form¨¢bamos parte del espect¨¢culo. Debemos de estar en el ¨¢lbum de fotos de un mont¨®n de gente¡±, recuerda. Unas puertas que no les abrieron en Barcelona, cuando el Museo de Historia de la ciudad vet¨® la grabaci¨®n del atentado que sufri¨® Fernando en la plaza del Rey en 1492. ¡°Cada uno tiene su forma de ver las cosas, y no queremos darle m¨¢s importancia porque no la tiene. Consideramos este cap¨ªtulo cerrado y nos vamos a Plasencia¡±, caballos y sus entrenadores incluidos, dice quit¨¢ndole hierro al asunto Garc¨ªa.
Un solo cap¨ªtulo requiere m¨¢s de 100 personas en el equipo, un mes de escritura de guion, 12 d¨ªas de grabaci¨®n, unos 10 d¨ªas de montaje, el mismo n¨²mero que para trabajar con los efectos especiales y la m¨²sica, en manos de Federico Jusid. En la primera temporada, el m¨²sico tuvo que viajar a Hungr¨ªa para grabar con la Orquesta Sinf¨®nica de Budapest. Pero hoy ya no hace falta. La grandilocuencia que parece rodear a esta serie ha conseguido que la Orquesta Sinf¨®nica y Coro de RTVE se haya incorporado al proyecto desde la segunda temporada. Ciento cincuenta m¨²sicos ¨Cni un solo instrumento electr¨®nico¨C y 65 voces.
¡°Siempre que te veo de ti, te veo m¨¢s guapa. T¨ªa buena¡±, le suelta Jordi Frades a Mi?chelle Jenner cuando aparece despojada del maquillaje y las ropas de la reina de Castilla. Son las cuatro y media de la tarde, y la ausencia del incesante timbre que indica cu¨¢ndo el personal debe quedarse mudo porque se est¨¢ grabando significa que la jornada ha terminado. Tambi¨¦n acabar¨¢ en la tercera temporada su papel de Isabel la Cat¨®lica. ¡°La serie est¨¢ planteada para tres temporadas, y yo lo prefiero, porque a veces muchas series, cuando funcionan, se empe?an en estirarlas como chicles, y creo que all¨ª pierden. Y esto no es ficci¨®n¡±, afirma la actriz, premio Ondas 2013 por su interpretaci¨®n (Isabel lo recibi¨® como mejor ficci¨®n espa?ola el a?o pasado). La historia es la que es, y en este caso termina con la muerte de la soberana castellana que reunific¨® los reinos.
El rodaje de la tercera temporada sigue su curso mientras este lunes termina en TVE la segunda y es inevitable hablar de la posibilidad de una cuarta. Todos han o¨ªdo rumores. Pero ?por d¨®nde seguir? ?Inmediatamente despu¨¦s con la regencia de Fernando? ?Quiz¨¢ empezar con Juana la Loca o saltar directamente a Carlos I? ¡°Estamos en el debate de contenidos, y, por supuesto, de producci¨®n y presupuesto¡±, avanza L¨®pez Puig desde TVE, consciente de que este tipo de historias encajan en una cadena con voluntad de servicio p¨²blico. Mientras se est¨¢ decidiendo c¨®mo seguir con la historia y abandonamos la corte, ya se mueven los decorados. A¨²n quedan por rodar los d¨ªas de esplendor de Castilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.