La paradoja de la autoestima: ?por qu¨¦ los espa?oles se valoran mejor como individuos que como pa¨ªs?
Parece que en el sistema nervioso espa?ol existe algo autodestructivo que nos lleva a autoflagelarnos y a ser algo irracionales

Todos los seres humanos sentimos la necesidad de aceptarnos y valorarnos. Luis Rojas Marcos, en su libro La autoestima: nuestra fuerza secreta, define la autoestima como el sentimiento de afecto o rechazo que acompa?a la valoraci¨®n global de nosotros mismos. Este concepto es subjetivo y abarca aspectos como nuestra capacidad para relacionarnos, nuestras aptitudes laborales o nuestro papel dentro de la familia, en nuestro c¨ªrculo de amigos o la sociedad. Para valorar nuestra autoestima, es necesario ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, y reflexionar sobre ellas.
Hay dos tipos de autoestima: la saludable y la destructiva. La primera implica una valoraci¨®n equilibrada de uno mismo, mientras que la segunda est¨¢ centrada en una excesiva valoraci¨®n de nuestras capacidades, lo que puede dar lugar a sentimientos de superioridad, arrogancia y dominio sobre los dem¨¢s. Pero tambi¨¦n se habla de autoestima destructiva cuando infravaloramos nuestros talentos. La autocr¨ªtica razonable juega un papel clave en el desarrollo de una autoestima sana.
La autoestima existe individual y colectivamente. En el ¨¢mbito individual, una autoestima sana est¨¢ relacionada con una mayor capacidad de adaptaci¨®n al cambio, una actitud constructiva ante los desaf¨ªos y una satisfacci¨®n general con la vida. La colectiva es esencial para el desarrollo, la solidaridad, el sentimiento de pertenencia y la cohesi¨®n social. Los triunfos de Rafa Nadal o la selecci¨®n de dos astronautas espa?oles por la ESA son ejemplos que estimulan la autoestima colectiva. Logros como ser l¨ªderes mundiales en trasplantes, una rica herencia cultural y ling¨¹¨ªstica, y la solidaridad y generosidad en momentos clave refuerzan este sentimiento. La autoestima, tanto individual como colectiva, no es est¨¢tica, sino que fluct¨²a.
Seg¨²n la encuesta de bienestar subjetivo (2017), aproximadamente el 75% de los espa?oles se sienten satisfechos con su vida, lo que sugiere una percepci¨®n positiva de s¨ª mismos. Otro estudio de la Confederaci¨®n Salud Mental en Espa?a muestra cifras similares. Sin embargo, parece que reconocer p¨²blicamente una autoestima sana sigue siendo algo poco com¨²n. En Espa?a, la percepci¨®n favorable de uno mismo suele estar te?ida de recelo.
Por otro lado, el Bar¨®metro de la Imagen de Espa?a (BIE), elaborado por el Real Instituto Elcano, refleja una paradoja: aunque Espa?a es vista favorablemente desde el exterior, los propios espa?oles suelen tener una percepci¨®n menos positiva de s¨ª mismos. Una encuesta del Pew Research Center muestra que solo un 20% de los espa?oles cree que su cultura es superior a otras. Los pa¨ªses que m¨¢s se sienten orgullosos de s¨ª mismos son Rusia, China, India y Estados Unidos. Desde fuera, lo que m¨¢s gusta de los espa?oles es su car¨¢cter, su cultura, su amabilidad, su simpat¨ªa y su f¨²tbol. Lo que se valora m¨¢s negativamente son aspectos como el desarrollo empresarial, la salud financiera y los avances tecnol¨®gicos. La autoestima colectiva espa?ola se caracteriza por una profunda autocr¨ªtica y una falta de confianza en nuestras capacidades, especialmente cuando nos comparamos con otros pa¨ªses.
Por lo tanto, los espa?oles se ven mejor a s¨ª mismos como individuos que como pa¨ªs. Como dijo el poeta Joaqu¨ªn Bartrina: ¡°Oyendo hablar a un hombre, f¨¢cil es acertar d¨®nde vio la luz del sol: si os alaba Inglaterra, ser¨¢ ingl¨¦s; si os habla mal de Prusia, es un franc¨¦s; y si habla mal de Espa?a, es espa?ol¡±. Parece que en el sistema nervioso espa?ol existe algo autodestructivo que nos lleva a autoflagelarnos y a ser algo irracionales, como afirmaba el hispanista John Elliott. Con la llegada de la democracia comenz¨® un proceso de reconstrucci¨®n de la autoestima colectiva, pero a¨²n persisten debates sobre qu¨¦ razones justifican sentirnos orgullosos. Adem¨¢s, algunos recelan de la exaltaci¨®n del pasado.
La autoestima es fundamental tanto individual como colectivamente, pero es importante definir su finalidad para calificarla como saludable o destructiva. Que Espa?a tenga una mejor autoestima individual que colectiva no parece un dato negativo, en principio. La historia demuestra que cuando la autoestima personal decae, puede surgir una autoestima omnipotente colectiva que puede ser peligrosa, por lo que parece prudente evitar exaltaciones excesivas. Sin embargo, tambi¨¦n es injusto caer en pensamientos derrotistas para definirnos como grupo y que nos roben la conciencia de nuestro alto y saludable bienestar emocional, el cual s¨ª apreciamos a individualmente (aunque nos cueste reconocerlo).
Una autoestima acompa?ada de actitudes ¨¦ticas, conductas constructivas y socialmente provechosas, as¨ª como una reivindicaci¨®n de valores como la cultura, la sanidad, el deporte o la ciencia, nos har¨¢ m¨¢s propensos a adaptarnos a cambios y superar adversidades. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s importante sea realizar el ejercicio de identificar mejor nuestras fortalezas y limitaciones, calibrar razonablemente nuestras posibilidades, ordenar nuestras prioridades, nuestros retos y evitar compararnos constantemente con los dem¨¢s. En definitiva, se tratar¨ªa de conocernos mejor, querernos m¨¢s y, sobre todo, querernos bien.
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