Twitter mat¨® a la estrella de la cocina
Martha Stewart, la diosa en la que todas las 'marus' estadounidenses conf¨ªan cuando dan una cena, ha destruido su reputaci¨®n al publicar fotos de lo que come en la Red
A Twitter se le acusa de muchos pecados, pero para m¨ª lo peor que tiene es su poder para derribar mitos. Ves a Sergio Ramos como un intelectual, y cuelga una foto de Las Vegas diciendo que es Nueva York. Piensas que Bisbal es un experto en conflictos internacionales, y tuitea que ojal¨¢ se acabe la revuelta en Egipto porque en las pir¨¢mides no hay ni Blas. Crees que Toni Cant¨® es un pol¨ªtico superdotado, y suelta que la mayor¨ªa de las denuncias por violencia machista son falsas.
Mi ¨²ltima decepci¨®n microbloguera me ha tocado muy dentro. Su protagonista ha sido Martha Stewart, la diosa en la que todas las marus estadounidenses conf¨ªan cuando dan una cena y ponen la mesa mona, la hero¨ªna a la que los desesperados acudimos en busca de recetas, gu¨ªas para elaborar nuestras propias figuritas decorativas y c¨®cteles en los que ahogar nuestras frustraciones de ama de casa.
Pues bien, Martha, que para m¨ª y para el resto de sus fans vive en un mundo perfecto en el que todo es bello y est¨¢ perfectamente organizado, ha destruido su reputaci¨®n al empezar a publicar fotos de lo que come en Twitter. En brutal contraste con las deliciosas im¨¢genes de su web, sus programas de tele y otros medios de su monumental emporio, los retratos de los platos se acercan a la comida que las locas de los gatos y de las palomas dan a dichos animales en la calle.
Lo que Martha anuncia como ¡°lechuga iceberg con ali?o ruso casero¡± es un trozaco de esta infame verdura cubierta por una pasta grumosa de color rosa p¨¢lido con un aguacate marr¨®n claro al fondo. Las ¡°setas Matsutake con caldo, fragante y muy muy bueno¡± no las servir¨ªan ni en un hospital privatizado. Y la ¡°mejor sopa de cebolla a fuego lento¡± parece lo que dejas en el retrete cuando sufres de gastroenteritis. Las respuestas a estos tuits han sido tan c¨®micas como salvajes: ¡°ali?o de pota¡±, ¡°ideal para tu nuevo libro de recetas de prisiones¡±, ¡°parece un fregadero atascado¡±¡ aunque mi favorita, sin duda, es esta: ¡°?Est¨¢s borracha, Martha?¡±.
Resulta ins¨®lito que una empresaria multimillonaria no sea consciente del da?o que pueden hacer a su marca semejantes horrores. Tanto como que no tenga un m¨®vil, una c¨¢mara o un esbirro que saque fotos dignas. Pero a ella no se le ha movido un pelo con las cr¨ªticas, y se ha limitado a insistir en que la comida estaba deliciosa. ?Ser¨¢ todo un corte de mangas punk a la tiran¨ªa de los platos cuquis? ?Un expresionista grito de hartazgo ante tanta belleza ficticia? Lo dudo, pero ser¨ªa bonito.
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