El chico raro
En mi adolescencia hab¨ªa tres tipos de rockeros: los metaleros, que eran casi todos. Los punks, que eran menos y estaban de peor humor. Y luego estaban los raros. Esos escuchaban a The Smiths.
Los fans de The Smiths llevaban el pelo engominado, pegaban afiches con un torso masculino desnudo y sub¨ªan al escenario a abrazar al cantante, Morrisey, que les arrojaba flores en agradecimiento. Sus canciones favoritas dec¨ªan Anoche so?¨¦ que alguien me amaba, o Y si la gente nos mira, que nos mire, no me importa. The Smiths era tan rom¨¢ntico que s¨®lo pod¨ªa ser gay. Su ¨²nica canci¨®n sobre chicas se titulaba Algunas chicas son m¨¢s grandes que otras. Todo un canto de pasi¨®n por las mujeres.
Y sin embargo, Morrisey siempre mantuvo la ambig¨¹edad sobre sus preferencias sexuales. Proclam¨® que era virgen. Y mantuvo una vida muy privada. Ahora, el cantante publica sus memorias (Autobiography, Penguin Classics), y la prensa m¨¢s morbosa ha corrido a buscar una confesi¨®n, una confirmaci¨®n, una verificaci¨®n: ¡°?es o no es?¡±.
La mala noticia es que a¨²n no lo sabemos.
En el libro, Morrisey detalla una relaci¨®n de afecto: un compa?ero que se muda con ¨¦l por dos a?os y con el que se toca. Pero se niega a asumir estereotipos. Se queja:
¨CLa masculinidad est¨¢ llena de millones de reglas aburridas sobre lo que no se puede, no se debe y no se hace. La amistad masculina est¨¢ sepultada bajo un pantano de leyes sobre lo que no se toca.
Y si le piden definirse de una vez, responde:
¨CSoy humasexual. Me gustan algunos seres humanos, pero no muchos, por supuesto.
Tiene sentido. La mayor¨ªa de sus fans probablemente dir¨ªan lo mismo. Ni The Smiths ni Morrisey en solitario hacen canciones s¨®lo para gais. ?l canta sobre sentirse diferente. Y eso nos ha pasado a todos.
Lo que s¨ª dejan claro sus memorias es que Morrisey es insoportable. Culpa a todos los dem¨¢s de sus problemas, y recuerda cada afrenta, pelea o malentendido. Cree que la prensa inglesa lo odia y lo difama. Que las discogr¨¢ficas conspiran para sabotear su carrera. Y que el baterista de The Smiths, quien le gan¨® una querella por derechos de autor, es un analfabeto pesetero y mal agradecido.
Para Morrisey, cada ¨¦xito se debe a su talento, y cada fracaso, a la conspiraci¨®n
El veneno de Morrisey no conoce l¨ªmite. Acusa al cantante de REM, Michael Stipe, de no lavarse los dientes. A Sarah Ferguson la llama la Duquesa de Nada. Del futbolista Eric Cantona, que lo admiraba, declara que ¡°me cae bien cuando est¨¢ callado¡±.
En persona no es mejor. Se niega a sentarse en una mesa en la que alguien est¨¦ comiendo carne o, como lo llama ¨¦l, ¡°aliment¨¢ndose de la sangre de mam¨ªferos vivientes¡±.
Incluso la publicaci¨®n de Autobiography fue una muestra de temperamento. Morrisey amenaz¨® a la editorial con rescindir su contrato si el libro no aparec¨ªa en Penguin Classics, la colecci¨®n reservada a Oscar Wilde, Homero y las figuras hist¨®ricas de la literatura universal. Es el ¨²nico autor vivo del cat¨¢logo.
No sorprende que David Bowie le dijese:
¨CVivir contigo debe de ser el infierno.
Y que Morrisey respondiese:
¨CLo es.
Para Morrisey, cada ¨¦xito se debe a su talento, y cada fracaso, a la conspiraci¨®n universal en su contra. No olvida que agot¨® las entradas para un concierto en el Hollywod Bowl ¡°m¨¢s r¨¢pido que los Beatles¡±. Pero tampoco que Keane vendi¨® m¨¢s que ¨¦l una vez porque su disco hab¨ªa salido un d¨ªa antes. Recuerda con precisi¨®n la posici¨®n de sus discos en cada ranking y las cifras de ventas. Y al final del libro, concluye sin ruborizarse:
¨CTodo lo que he tenido en la vida lo he conseguido yo solo.
No es extra?ar que cante tanto sobre la falta de amor.
El Morrisey de Autobiography es ego¨ªsta, caprichoso y megal¨®mano. Y sin embargo, ?qui¨¦n quiere que sea humilde? ?Alguien esperaba que el autor de El mundo nunca escuchar¨¢ se considerase un ciudadano com¨²n y corriente? ?Y qu¨¦ canciones escribir¨ªa si as¨ª fuera?
Con The Smiths y en solitario, Morrisey ha sido el poeta de los sensibles, los raros, los no populares. Tiene todo el derecho a sentirse especial. Porque ¡°especial¡± es s¨®lo otra palabra para ¡°diferente¡±
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