El regreso de un elfo obstinado
Tras desaparecer unos a?os, Orlando Bloom debuta en Broadway¡ y retorna a la Tierra Media que lo lanz¨® al estrellato.
D¨®nde se mete uno de los actores m¨¢s atractivos del mundo cuando quiere desaparecer? En el ¨²nico sitio donde nadie buscar¨ªa: en casa. Y si ese hombre es Orlando Bloom (Kent, 1977), un ingl¨¦s con afici¨®n por el Manchester United, los perros, el t¨¦ y el surf, la cosa adquiere dimensiones de culebr¨®n. Exvegetariano, exfumador, separado (su matrimonio con la modelo Miranda Kerr ha durado tres a?os y se rompi¨® hace un mes) y padre de un ni?o, la suerte del actor ha tenido altibajos, pero no puede negarse su habilidad para hacerse con papeles de altura, sobre todo si se mira la taquilla: las trilog¨ªas de Los piratas del Caribe y El se?or de los anillos le han dado fama y fortuna. Pero en los ¨²ltimos a?os, el mundo parec¨ªa haberse olvidado de Bloom, que por su parte decidi¨® dedicarse a lo suyo y a aparecer en alg¨²n anuncio. Fin del misterio.
¡°Durante un par de a?os, mi prioridad ha sido mi familia. M¨¢s que cualquier otra cosa. No quer¨ªa perderme la infancia de mi hijo Flynn. Uno siempre puede retomar el cine, pero con un ni?o no hay tregua que valga¡±, dice el brit¨¢nico, sin parecer demasiado preocupado por recuperar el tiempo perdido en un universo (el cinematogr¨¢fico) con muy mala memoria.
El actor nos recibe en los m¨ªticos estudios Milk, hormiguero de artistas en el Meat?packing neoyorquino, decorado con fotos de Hunter Barnes, famoso por retratar la Am¨¦rica m¨¢s profunda. El contraste con la presentaci¨®n de El hobbit: la desolaci¨®n de Smaug es m¨¢s que evidente: elfos y enanos contra predicadores y ¨¢ngeles del infierno. Bloom viste chaqueta de piel, vaqueros y botas negras, y se acompa?a de su perro, Sidi, un saluki de 10 a?os de edad que rescat¨® de una perrera.
Mientras el animal olisquea al periodista, el int¨¦rprete se sienta en un sill¨®n y se mesa el pelo, e intenta explicar c¨®mo se ha fraguado su regreso al cine y tambi¨¦n al mundo creado por J. R. R. Tolkien una d¨¦cada despu¨¦s de que el realizador Peter Jackson lo enrolara en su cruzada para llevar la obra al celuloide: ¡°Tengo un recuerdo maravilloso de la trilog¨ªa y de mis tiempos en Nueva Zelanda, as¨ª que cuando Peter me llam¨®, no me lo pens¨¦ demasiado. Bueno, le pregunt¨¦ si realmente hab¨ªa alg¨²n significado, si ten¨ªa sentido que L¨¦golas reapareciese en escena o si era un simple truco. Creo que el espectador podr¨¢ saber m¨¢s de L¨¦golas, de la relaci¨®n que este tiene con su padre, Thranduil, y de por qu¨¦ soy un elfo distinto, m¨¢s militante si quieres llamarlo as¨ª. No olvidemos que L¨¦golas no aparece en el libro de El hobbit, y lo ¨²ltimo que quer¨ªa es que los fans pensaran que era un error que mi personaje apareciera en la pel¨ªcula¡±.
Bloom empez¨® a ejercer su profesi¨®n a finales de los noventa en la escuela de arte dram¨¢tico de Hampstead (Londres), como tantos otros actores made in England. En 1997 debut¨® con un peque?o papel en la pel¨ªcula Wilde y sin tiempo para parpadear apareci¨® Peter Jackson. Corr¨ªa el a?o 1999 y el actor lo recuerda bien: ¡°Peter fue mi ¨¢ngel de la guarda y en cierto sentido todo lo que he conseguido en mi profesi¨®n se lo debo a ¨¦l. Es un hombre al que siempre pido consejo y nunca me ha fallado¡±.
"He estado alg¨²n tiempo sin forzar la m¨¢quina"
La primera entrega de El hobbit super¨® los 800 millones de euros en taquilla, y de la segunda, que se estrena en Espa?a el 13 de diciembre, se espera a¨²n una cifra mejor¡ Pero la verdad es que ¨CL¨¦golas aparte¨C de lo que todos hablan en Nueva York es del debut del brit¨¢nico en las tablas de Broadway, protagonizando una adaptaci¨®n de Romeo y Julieta. ¡°Mi madre me ha dicho que c¨®mo se me ocurre empezar a hacer teatro con una obra as¨ª, la pobre est¨¢ preocupada, pero ya le he dicho que no sufra. La verdad es que es un monstruo, una obra inagotable, pero me apetec¨ªa buscar un reto nuevo. He estado alg¨²n tiempo sin forzar la m¨¢quina y quer¨ªa ver si era capaz de lograr algo que me hiciera sentir fuerte en un sentido profesional. Dec¨ªa Papa Wallemda [un famoso funambulista] que la vida est¨¢ en la cuerda floja, que lo dem¨¢s es solo esperar, y yo creo que est¨¢ en lo cierto¡±, cuenta Bloom. A juzgar por la reacci¨®n de la cr¨ªtica neoyorquina al gal¨¢n, considerado uno de los hombres m¨¢s guapos del planeta por la prensa del g¨¦nero ¨Cfemenino¨C, le ha salido bien la apuesta: ¡°Un debut de primera categor¨ªa¡±, escrib¨ªa el New York Times.
La obra ha tenido adem¨¢s un componente inesperado: el presunto romance con su protagonista, la actriz Condola Rashad, lo que sumado al divorcio de Bloom ha supuesto que algunos hayan dado por hecho que su Julieta es algo m¨¢s que compa?era de escenario. Para acabar de afilar el asunto, el actor dijo que ¡°hay veces en las que no puedo dejar de besar a Condola¡ sobre el escenario¡±.
Sea como fuere, el ingl¨¦s, budista desde hace un par de lustros, se toma su regreso con mucha calma. ¡°Voy a ir paso a paso, ahora tengo dos Hobbits (la tercera pel¨ªcula de la trilog¨ªa se estrena a finales de 2014) a mis espaldas y la obra de teatro para el d¨ªa a d¨ªa. Estoy en Nueva York, una de las mejores ciudades del mundo, y he podido volver a ponerme los ojos azules de L¨¦golas. ?Crees que tengo derecho a quejarme?¡±.
Bloom ha salido ya de casa y parece decidido a volver a lo grande. De momento le esperan el elfo m¨¢s famoso de la historia y un Romeo que representar¨¢ hasta el 12 de enero en Broadway. No parece mal plan.
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