Masako promete trabajar para salir de la depresi¨®n

Sumida todav¨ªa en una depresi¨®n cr¨®nica, la princesa Masako, esposa del heredero al trono de Jap¨®n, prometi¨® este lunes seguir esforz¨¢ndose para recuperar la estabilidad emocional, perdida hace m¨¢s de un decenio, despu¨¦s de su boda con el pr¨ªncipe Naruhito y el comienzo de los rigores propios de una dinast¨ªa intransigente y arcana. Con motivo del 50 cumplea?os de la princesa, la Agencia de la Casa Imperial emiti¨® un comunicado con unas voluntaristas declaraciones de la enferma, pero sin mayores precisiones sobre el tratamiento en curso para salir del abatimiento.

¡°He tratado de cumplir con mis deberes p¨²blicos y privados en la mayor medida posible este a?o y continuar¨¦ esforz¨¢ndome para lograr una recuperaci¨®n total¡±, dice Masako. Incapaz de sobreponerse al des¨¢nimo, hace muchos a?os que redujo al m¨ªnimo sus apariciones en p¨²blico y los compromisos oficiales. Es por eso que sorprendi¨® su viaje a los Pa¨ªses Bajos de la pasada primavera para asistir a la coronaci¨®n del rey Guillermo Alejandro. No acompa?¨®, en cambio, a su esposo en su visita de seis d¨ªas a Espa?a el pasado junio, que inaugur¨® el A?o Dual conmemorativo de los 400 a?os de relaciones entre Espa?a y Jap¨®n.

Su inesperado viaje a Holanda, primero en once a?os, llen¨® de optimismo a los cortesanos y a los millones de japoneses encari?ados con el Trono del Crisantemo, cuyos titulares eran divinos hasta la derrota de Jap¨®n en la II Guerra Mundial, su rendici¨®n ante EE UU, y la encarnaci¨®n de Hirohito por decreto ley. Era el emperador durante la capitulaci¨®n de 1945.

El pr¨ªncipe Naruhito eligi¨® a su esposa, casi a dedo, entre un ramillete de j¨®venes casaderas. Ignor¨® sus primeras calabazas y consigui¨® desposarla en 1993, despu¨¦s de que la joven diplom¨¢tica de 30 a?os sucumbiera a presiones familiares y palaciegas, que invocaron raz¨®n de Estado para doblegarla.

Una serie contrariedades la condujo a la depresi¨®n grave, incapacitante, cuya recuperaci¨®n ¡°prosigue de manera lenta pero segura, aunque demasiada expectaci¨®n podr¨ªa tener un efecto adverso¡±, seg¨²n inform¨® un portavoz del equipo m¨¦dico citado por la agencia Kyodo.

La princesa, cuyo nombre de soltera era Masako Owada, no aguant¨® las limitaciones derivadas de sus nuevas funciones, protest¨¢ndolas a veces, no pudo concebir el hijo var¨®n exigido por la dinast¨ªa la m¨¢s antigua del mundo y se derrumb¨® emocionalmente. Naruhito, con quien celebr¨® en junio de este a?o 20 a?os de matrimonio, la ha apoyado en todo momento.

Apagada y melanc¨®lica, forzando una l¨¢nguida sonrisa en sus escasas apariciones, visit¨® este a?o las provincias de Fukushima, Iwate y Miyagi, las m¨¢s afectadas por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. ¡°Me gustar¨ªa seguir centrando mi atenci¨®n en los esfuerzos para reconstruir la zona", prometi¨® Masako, dijo, seg¨²n el protocolario comunicado de la Casa Imperial, escasamente informativo sobre la verdadera evoluci¨®n de la dolencia que queja a la princesa triste.

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