La historia como arma
La Generalitat no deber¨ªa amparar un simposio anacr¨®nico que presenta a Espa?a como enemiga
La historia es un instrumento para conocer de la forma m¨¢s objetiva posible el pasado y sacar las lecciones pertinentes de cara al futuro. Parece dif¨ªcil que ese pueda ser el objetivo del simposio organizado en Catalu?a por el Centro de Historia Contempor¨¢nea ¡ªun organismo dependiente del Departamento de Presidencia de la Generalitat¡ª cuyo enunciado no oculta los sesgos y apriorismos de los que parte: Espa?a contra Catalu?a, una mirada hist¨®rica (1714-2014). No se trata en ¨¦l de abordar la historia desde la voluntad de encuentro y con el ¨¢nimo de superar las dificultades y conflictos, que sin duda los hay en la relaci¨®n entre Catalu?a y Espa?a, sino de dar cobertura a quienes, desde el independentismo, han emprendido una operaci¨®n destinada a presentar a Espa?a como la encarnaci¨®n de todos los males que pueden sucederle a Catalu?a.
A diferencia de lo que cabr¨ªa esperar de un encuentro protagonizado por historiadores, est¨¢ claro que no se trata de analizar esas relaciones con voluntad de ser fieles a los hechos: en 300 a?os de historia necesariamente ha tenido que haber encuentros y desencuentros, periodos de tensi¨®n y periodos de colaboraci¨®n. Sin olvidar que el catal¨¢n y la cultura catalana han sido objeto de persecuci¨®n en ciertos momentos, y que las dictaduras han tratado de ahogar expresiones de identidad propia, no se puede ignorar que Catalu?a ha colaborado en la construcci¨®n de una realidad compartida y ha jugado un papel esencial en momentos clave de la historia de Espa?a, entre ellos el de la Transici¨®n a la democracia.
El congreso es instrumentalizador y peca de esencialismo ¡ªtrata realidades que son cambiantes y complejas como si fueran inmutables¡ª y tambi¨¦n de anacron¨ªa: resulta evidente que pretende proyectar sobre el pasado una idea de la realidad construida en el presente, y adem¨¢s, manipulada para una determinada finalidad partidista. Todo el programa muestra sin rubor la sesgada posici¨®n de partida, con ponencias dedicadas a la represi¨®n institucional, pol¨ªtica y administrativa, la represi¨®n militar o la represi¨®n econ¨®mica y social, hasta acabar con una conferencia titulada La humillaci¨®n como desencadenante de la eclosi¨®n independentista.
Editoriales anteriores
Que eso se haga desde el poder pol¨ªtico auton¨®mico es muy grave; indica que ese poder no tiene ning¨²n escr¨²pulo a la hora de manejar y falsear la historia si eso le parece necesario para alimentar un activismo orientado a la confrontaci¨®n. Lejos de ser sensible a las muchas cr¨ªticas recibidas por ello, la Generalitat ha respondido anunciando la pr¨®xima publicaci¨®n de un documento que pretende demostrar ¡°de forma absolutamente incontestable¡± la ¡°animadversi¨®n de Espa?a hacia Catalu?a¡±. Desde Catalu?a se ha criticado, con raz¨®n, a quienes han sostenido campa?as de anticatalanismo en el resto de Espa?a. No son diferentes del antiespa?olismo que ahora practica la Generalitat, haciendo bueno aquello de que es m¨¢s f¨¢cil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.