Raros
He le¨ªdo el art¨ªculo de Santiago Roncagliolo titulado El chico raro (1 de diciembre de 2013). Nunca fue objeto de mis preferencias la m¨²sica de los Smiths. En esa ¨¦poca, con 18 a?os, yo era punki militante, y el grupo en el que tocaba la guitarra estaba en la onda de Par¨¢lisis Permanente y Sex Pistols. Pero Morrisey era un tipo desconcertante para m¨ª, capaz de airear sus sentimientos y opiniones, y por eso nunca me atrev¨ª a enjuiciarlo. Su valent¨ªa me infund¨ªa respeto. Como ¨¦l, me sent¨ª a la sombra de la sospecha, propia y ajena, y como ¨¦l, odio arrumbar a la gente en cajones con una ficha y un expediente. Somos personas, por encima de cualquier otra consideraci¨®n, y esta es una raz¨®n que parece no estar al alcance de muchos. Por ¨²ltimo, para ¨¦l, la soledad no debe ser una compa?era tan dura como para intentar ser mejor. O tal vez solo es divismo.
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