Los monstruos
La libertad, esa magn¨ªfica invenci¨®n, existe cuando se ejerce
No es casual la multiplicaci¨®n de los programas gastron¨®micos en televisi¨®n: hay que apaciguar al monstruo que llevamos dentro. Recuerdo una agria discusi¨®n pol¨ªtica, hace siglos, all¨¢ en 1975, que se zanj¨® cuando uno de los contrincantes consigui¨® inyectar la dosis necesaria de iron¨ªa: ¡°Fulano, el monstruo que todos llevamos dentro, t¨² lo llevas por fuera¡±. Y Fulano no tuvo m¨¢s remedio que re¨ªrse y enfundar el monstruo. Hay que tener entretenidos a los monstruos, empezando por el propio. Para que no escapen hay algunos recursos experimentados a lo largo de la historia, eso s¨ª, con relativa eficacia, pues hay monstruos que, una vez sueltos, corroen todo. No dejan una palabra sana. Solo c¨¢scaras de lenguaje. No hay mejor ant¨ªdoto contra la proliferaci¨®n de monstruos que la libertad. Y la libertad, esa magn¨ªfica invenci¨®n, existe cuando se ejerce. La cuesti¨®n catalana no se soluciona con intimidaci¨®n. Ya andan sueltos algunos aprendices de monstruos que hablan de suspender la autonom¨ªa de Catalu?a, y los que incluso amagan con eufemismos golpistas, o contribuyen al cambio clim¨¢tico con declaraciones no s¨¦ si volc¨¢nicas o balc¨¢nicas. Tampoco s¨¦ si entra en la pol¨ªtica de apaciguar monstruos, pero en este contexto llama la atenci¨®n el discreto acuerdo de la mayor¨ªa parlamentaria por el que la Fundaci¨®n Francisco Franco no deber¨¢ devolver ni un c¨¦ntimo de las subvenciones (150.840 euros) recibidas del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura, supongo dedicadas a pedagog¨ªa pacifista. Contrasta esta relajaci¨®n con el ¨ªmpetu con que se ha denunciado el simposio de historiadores Espa?a contra Catalu?a. El t¨ªtulo es una calamidad. Pero habr¨ªa sido muy positiva la presencia de todos los escandalizados en la conferencia inaugural del catedr¨¢tico em¨¦rito Josep Fontana, por cierto, doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid, y que es a la historia lo que Pau Casals a la m¨²sica. El t¨ªtulo de su ¨²ltimo libro lo dice todo: El futuro es un pa¨ªs extra?o.
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