El AVE atraviesa el Pirineo

Veinti¨²n a?os ha tardado el tren de alta velocidad en superar la barrera de los Pirineos. Es el tiempo transcurrido desde que los entonces presidentes de Francia y Espa?a, Fran?ois Miterrand y Felipe Gonz¨¢lez, firmaran en el a?o ol¨ªmpico de 1992 el acuerdo que culmin¨® el domingo pasado con el primer viaje en alta velocidad sin interrupciones ni transbordos entre Barcelona y Par¨ªs.

Seis horas y 43 minutos dur¨® el viaje (cuando funcione sin tantas autoridades ni pompas se podr¨¢ hacer en seis horas y 25 minutos). Y a un precio que oscila entre 59 y 170 euros el trayecto, dependiendo de la oferta de plazas y de lo madrugador que sea el viajero al hacer la reserva. Adem¨¢s, la conexi¨®n permite unir Madrid con Marsella y Barcelona con Toulouse.

Los obst¨¢culos han sido m¨²ltiples y los retrasos, constantes desde que en 1995 el Consejo de Ministros acord¨® licitar el tramo Barcelona-frontera francesa. Pero, por fin, el tren de alta velocidad sali¨® de la estaci¨®n de Sants Barcelona, atraves¨® el t¨²nel del Pert¨²s y lleg¨® a la Gare de Lyon, en Par¨ªs, en un viaje que ¡ªadem¨¢s de poner en valor inversiones en infraestructuras en tiempos pol¨ªticos turbulentos¡ª construye uni¨®n europea: por primera vez quedan unidas, con todas sus ramificaciones continentales, las dos redes de alta velocidad m¨¢s extensas de Europa.

Para subrayarlo, el protocolo ide¨® un men¨²-fusi¨®n, con tarrina francesa de foie gras, coca de escalibada catalana y jam¨®n ib¨¦rico, todo mojado con vinos de Rioja y Burdeos, que las autoridades tuvieron que degustar con prisa porque el trayecto inaugural ¡ªel de los altos representantes¡ª acababa en Perpi?¨¢n, la capital del Rosell¨®n, que queda a una hora y 10 minutos de Barcelona.

Las nuevas l¨ªneas de AVE conectan 17 ciudades importantes de ambos pa¨ªses en unos tiempos que todav¨ªa pueden rebajarse, ya que queda un tramo en Francia que no est¨¢ adaptado a la alta velocidad. En todo caso, una excelente noticia que refuerza lazos europeos, como podr¨¢ comprobar el mill¨®n de ciudadanos que se espera hagan uso cada a?o del nuevo servicio, del que se encarga una sociedad mixta ¡ªElypsos¡ª constituida por Renfe y su equivalente francesa, la SNCF.