Reforma inacabada
Las pol¨ªticas activas de empleo, m¨¢s urgentes que el despido barato que pide la OCDE
El an¨¢lisis de la OCDE sobre la reforma laboral espa?ola insiste en que es necesaria una revisi¨®n de la ley que permita abaratar m¨¢s el despido ¡ª33 d¨ªas por a?o est¨¢ por encima de la media de los pa¨ªses de la organizaci¨®n¡ª y limitar las circunstancias legales por las que un juez puede declarar nulo el despido. La entidad internacional ha ca¨ªdo en la cuenta de lo que ya era evidente cuando se aprob¨® la reforma, es decir, que iba a aumentar la litigiosidad laboral y que buena parte de los efectos buscados (reducir los salarios, estimular la contrataci¨®n) se iban a malograr en los juzgados. Pide tambi¨¦n ampliar el periodo de prueba; y sus representantes est¨¢n convencidos de que si el n¨²mero de expedientes de regulaci¨®n de empleo no ha crecido como se esperaba es porque est¨¢n bloqueados por la discrecionalidad judicial.
La interpretaci¨®n de la OCDE ofrece recetas gen¨¦ricas, cuando lo que probablemente necesita la econom¨ªa espa?ola son pol¨ªticas laborales m¨¢s afinadas. Los salarios han ca¨ªdo desde que se puso en marcha la reforma laboral; la competitividad de la econom¨ªa ha aumentado, pero a estas alturas sigue destruy¨¦ndose empleo en algunos sectores. La organizaci¨®n asegura que la reforma ha contribuido a crear 25.000 puestos de trabajo mensuales. Pero, sin cuestionar sus n¨²meros, lo cierto es que puede comprobarse con facilidad que desciende el n¨²mero de afiliados a la Seguridad Social y tambi¨¦n el n¨²mero de ocupados. La ecuaci¨®n menos salario igual a m¨¢s empleo no est¨¢ funcionando de momento.
Editoriales anteriores
Las estad¨ªsticas de la Fundaci¨®n Fedea dicen que los ajustes salariales afectan a las rentas m¨¢s bajas, lo que acrecienta la desigualdad y afecta a la estabilidad social. Por tanto, antes de proceder a una nueva ronda de recortes laborales, deber¨ªan explorarse soluciones de mayor calado. Por ejemplo, desarrollar pol¨ªticas activas de empleo, de las que Espa?a pr¨¢cticamente carece, y reformar algunas instituciones p¨²blicas para que busquen trabajo a los parados de forma eficaz (es notorio que el Inem ha fracasado estrepitosamente en esta tarea); o aplicar liberalizaciones profundas de los mercados que abaraten los precios (incluido el de la vivienda) y permitan una rotaci¨®n mayor del empleo. Apostar la correcci¨®n del paro y la salud del mercado laboral sobre todo a la carta del despido m¨¢s barato es simplificar las cosas.
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