No es solo la luz
La devaluaci¨®n interna solo cuenta para salarios y pensiones, no para los servicios b¨¢sicos del hogar
La combinaci¨®n explosiva, la que explica el aumento de la morosidad en porcentajes nunca vistos en nuestro pa¨ªs, se compone de una tasa de paro caracter¨ªstica de una gran depresi¨®n, una reducci¨®n de la renta disponible de los ciudadanos que a¨²n conservan su empleo, y ¡ªno menos importante¡ª del espectacular aumento del coste de los servicios b¨¢sicos (agua, electricidad, gas, carburantes, transporte...) de los hogares, para los que no existe el mismo concepto de devaluaci¨®n interna aplicado sistem¨¢ticamente a los salarios y a las pensiones.
Si a ello se une la reducci¨®n de la cantidad y la calidad de los servicios sociales de los que dispon¨ªan los ciudadanos, el conjunto proporciona la descripci¨®n m¨¢s pedag¨®gica de lo que supone esta crisis econ¨®mica y de quienes son sus principales paganos; y anula la credibilidad de los brotes verdes que se empe?a en publicitar el Gobierno, y que por ahora solo afectan a la parte m¨¢s alta de la pir¨¢mide social.
As¨ª pues, el esc¨¢ndalo no es solo la subida de luz y la utilizaci¨®n de las compa?¨ªas el¨¦ctricas de su capacidad de oligopolio (seg¨²n Eurostat, la factura de la electricidad para el peque?o consumidor se hab¨ªa encarecido en Espa?a desde 2006 un 88%, sin contar con la ¨²ltima subida), y su colusi¨®n con el poder pol¨ªtico. El esc¨¢ndalo est¨¢ en el conjunto: salarios y pensiones hacia abajo (el mismo d¨ªa en que se conoc¨ªa la subida de la luz, la mayor¨ªa absoluta del PP en el Congreso desvinculaba la revalorizaci¨®n de las pensiones del ¨ªndice de precios al consumo), y los servicios b¨¢sicos ocupando cada vez una parte mayor de los gastos del hogar, con una casi imposibilidad de sustituci¨®n de los mismos, ya que los precios vienen fijados por las grandes empresas y por los Gobiernos (en la parte regulada de los mismos).
Antes de las ¨²ltimas subidas de esos servicios b¨¢sicos, la Encuesta de Condiciones de Vida, elaborada por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), ya proporcionaba una cartograf¨ªa n¨ªtida de los hogares espa?oles en relaci¨®n con estos gastos. En 2012 (¨²ltimos datos disponibles), el 12,7% de los hogares manifestaba llegar a fin de mes con mucha dificultad; el 40% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos y un 7,4% de las familias ten¨ªa retrasos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad...). La tasa de riesgo de pobreza se situaba ese a?o en el 21,1% de la poblaci¨®n residente en Espa?a.
La subida del precio de la electricidad, sea cual sea al final, conlleva una importante lecci¨®n: la guerra entre el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, y el de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, acerca de qu¨¦ d¨¦ficit (el presupuestario o el de la tarifa el¨¦ctrica) tiene una soluci¨®n prevalente en la pol¨ªtica econ¨®mica, se ha saldado trasladando los costes al consumidor. Eso es lo que han hecho las empresas del sector. Ahora hay que seguir, qu¨¦ pasa con los dem¨¢s precios de los servicios b¨¢sicos, para el a?o que viene.
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