Peque?os dibujos, grandes dise?os
Este de aqu¨ª a la derecha es Mr. Broc. Seguramente, Mr. Broc no tendr¨ªa que estar aqu¨ª. Como muchos otros dibujos infantiles, su destino muy bien podr¨ªa haber sido pulular durante algunos d¨ªas por la casa de su autora hasta que alguien decidiese qu¨¦ hacer con ¨¦l. Meterlo en una carpeta que ser¨ªa arrumbada por ah¨ª o acabar en el contenedor de papel. Pero Mr. Broc, que se llama as¨ª por ese pelazo verde que recuerda a un br¨®coli, tuvo la suerte de dar con Blanca y con Sonia, que podr¨ªa decirse que son sus j¨®venes abuelas -su madre se llama Matilda y tiene cinco a?os- y que lo han convertido en algo m¨¢s. Y en algo muy, muy bonito.
Porque ahora Mr. Broc es una marca. La que han puesto en marcha Blanca, dise?adora gr¨¢fica, y Sonia, financiera, para que esos dibujos de nuestros hijos que tan preciosos nos parecen no acaben como hemos indicado m¨¢s arriba. O como comentaba en su d¨ªa mi compa?era Clara Blanchar en su post Manualidades que desaparecen. Porque es verdad que, a veces, los peque?os son capaces de dar a luz grandes obras de arte. En servilletas, en cuartillas, en trozos inservibles de papel o en cualquier superficie. S¨ª, en las paredes tambi¨¦n. Y muchas veces nos quedamos mir¨¢ndolas pensando lo bonitas que son -por simp¨¢ticas, por coloridas, por inspiradas, por tiernas, por absurdas- y no sabemos qu¨¦ hacer con ellas. Durante alg¨²n tiempo las conservamos, muchas veces nos juramentamos para guardarlas, pero la mayor¨ªa de las veces terminamos por verlas m¨¢s como estorbos y nos deshacemos de ellas sin que los autores nos vean. El orgullo que han sentido cuando nos las han ense?ado y se nos ha ca¨ªdo la baba dura unos minutos y se acab¨®.
Para que esos dibujos no desaparezcan y el subid¨®n de autoestima de los cr¨ªos dure un poco m¨¢s, Sonia y Blanca, que son madres, tuvieron hace un a?o una idea, tan sencilla como, a mi juicio, brillante: imprimirlos. Pero imprimirlos, estamparlos, en objetos que se usen de forma cotidiana, de forma que esos dibujos puedan pasar a formar parte de nuestra realidad m¨¢s cercana. ?Qu¨¦ objetos? Pues cojines, manteles, bolsos, tazas, vasos, etc. En este punto alguien podr¨ªa pensar en esas camisetas que los abuelos luc¨ªan hace algunos a?os con la foto de sus nietos serigrafiada. El que lo haya pensado, que se quite esa idea de la cabeza. Pero ya.
Porque lo que hacen Blanca y Sonia en Mr. Broc es mucho m¨¢s. A partir del dibujo del ni?o, crean objetos de dise?o. Bien dise?ados, que para eso Blanca tiene formaci¨®n. Y adem¨¢s, bien producidos, en materiales de calidad y con impresiones como dios manda. Como ellas mismas me han dicho, muy resistentes a los lavados y a los trotes cotidianos. ¡°No hacemos nada que no comprar¨ªamos nosotras¡±. Se han encargado de seleccionar cuidadosamente a sus proveedores y fabricantes para que sus productos sean lo que son. Algo muy bien hecho, como he tenido ocasi¨®n de comprobar con estas manitas.
La idea surgi¨® de forma natural. Les pas¨® como a tantos, que se quedaban prendadas de algunos dibujos de sus hijos, ¡°aunque fuera en trozos cochambrosos de papel. Y los ¨ªbamos acumulando. Y empezamos a plantearnos por qu¨¦ no pasar esos dibujos a soportes duraderos, de dise?o, chulos, integrados en el d¨ªa a d¨ªa de la casa, pr¨¢cticos¡±. As¨ª naci¨® su primer seventy. Es un coj¨ªn grande, de 70 por 70 cent¨ªmetros. Despu¨¦s de localizar un fabricante, y sin prototipo que les diera una idea del resultado final, lo mandaron fabricar. ¡°Cuando vimos el resultado, nos quedamos flipadas¡±. Lo mismo pod¨ªa haber quedado un desastre, pero no. Y as¨ª empezaron a contactar con amigos para seguir haciendo pruebas. Y la cosa funcionaba.
Seguramente, porque no importa la calidad del dibujo. No es una cuesti¨®n de que mi hijo dibuje fabulosamente, cualquiera de sus obras nos puede conquistar y cualquiera, est¨¦ en el soporte que est¨¦, es buena para Blanca y Sonia. ¡°El dibujo lo respetamos much¨ªsimo, pero lo que hacemos despu¨¦s es darle un tratamiento gr¨¢fico muy alto, jugamos mucho con ¨¦l. Cualquier dibujo puede valer para cualquier soporte¡±. Puede ser el dibujo completo lo que nos interese, o puede ser un detalle. O ambos. Igual una figura secundaria puede pasar a ser el motivo principal -fue el caso, sin ir m¨¢s lejos de Mr. Broc, cuyo original guardan Blanca y Sonia como oro en pa?o-, las posibilidades son infinitas. Un peque?o detalle puede servir, repetido como un patr¨®n, de cenefa, de fondo atenuado, de ambientaci¨®n para otra figura central. Ni siquiera tiene que ser un dibujo. Tambi¨¦n podemos servirnos de una frase o texto y hacer la prenda con esas primeras palabras.
El objetivo es, c¨®mo no, que el objeto satisfaga a los padres -aunque hay algunos pensados especialmente para uso infantil-, pero, como se?alan estas empresarias, sus productos tambi¨¦n tienen otra virtud. Y es la de dar m¨¢s valor a esos dibujos, de hacer sentir a los autores que lo que hacen nos gusta, nos gusta de verdad. Y por eso queremos convivir con ese dibujo en nuestra vida. Lo tendremos al lado cuando nos sentemos en el sof¨¢ o cocinaremos con ¨¦l puesto y serviremos la comida sobre ¨¦l; meteremos nuestras pertenencias dentro o lo llevaremos colgado al cuello, o sujetando los pu?os de nuestra camisa¡ Para ellos, es una inyecci¨®n de autoestima. Os lo digo yo, que tengo enmarcado en el sal¨®n un dibujo que hizo el mayor para regal¨¢rselo al peque?o cuando naci¨® -no lo pongo porque no salgo muy favorecido y soy muy coqueto. Y, subrayan las creadoras que esta idea se refuerza en unos tiempos en que, quiz¨¢, los colegios ponen m¨¢s ¨¦nfasis en los conocimientos que en potenciar la creatividad. ¡°Vemos nuestros productos como veh¨ªculos que sirven para lanzar a los chicos mensajes positivos, refuerzos positivos, en base a su creatividad: F¨ªjate que bien dibujas, que llevo tu dibujo en este colgante, y me encanta, y llevo un bolso con el dibujo de tu hermana. Le est¨¢s diciendo: Eres un crack, puedes hacer lo que quieras, si te lo propones lo consigues. Le est¨¢s dando una dosis de confianza y de autoestima brutal¡±.
Y para rematar el subid¨®n de autoestima, cada producto lleva lo que Blanca y Sonia llaman la BrocPlaca, una etiqueta impresa en la que se consigna el nombre del autor, escrito con sus propias, vacilantes letras, y su edad en el momento de hacer el dibujo. Como subraya Blanca, ¡°realmente ellos son los verdaderos dise?adores de los productos¡±.
Por el momento, esos productos son cojines -seventies, de 70x70 cent¨ªmetros; twins, conjunto de dos o m¨¢s cojines de 45x45; y puffs, de 95x95 con una base de caucho para echarlo por el suelo sin remordimientos-, manteles, vinilos para decorar las paredes, bolsos reversibles, delantales, joyas -hechas en plata ba?ada en rodio, por el momento tienen anillos, gemelos y unos colgantes muy vers¨¢tiles en forma de disco-; y tienen en proceso vajillas -con loza de Santa Clara-, vasos de whisky, fulares y fundas n¨®rdicas. Aqu¨ª teneis una galer¨ªa con algunos de los productos.
Hay que decir que no son objetos baratos, vale, pero estando tan bien hechos como est¨¢n y luciendo dise?os de aquellos a quienes m¨¢s queremos, el gasto, tanto si es para uno como si es para regalar, merece la pena. Y adem¨¢s, Blanca y Sonia est¨¢n abiertas a variar algo un concepto que tienen muy bien estudiado y se plantean tambi¨¦n una l¨ªnea de productos algo m¨¢s asequibles -tazas de desayuno, por ejemplo, o colgantes de lat¨®n ba?ado en plata. En todo caso, defienden que se trata de piezas ¡°¨²nicas y exclusivas¡± y que se trata de un objeto que, ¡°como el vino, gana con el tiempo. Porque el ni?o va creciendo¡ Y todo es recuerdo. Ves la letra infantil, ves el dibujo infantil...¡±. Como ver un album de fotos, pero en coj¨ªn.
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