Menos revoluciones

Acerca del reportaje En el laboratorio del gran productor, firmado por Daniel Verd¨² y publicado en El Pa¨ªs Semanal el pasado domingo 15 de diciembre, me gustar¨ªa opinar lo siguiente:

Afirma con excesiva ligereza Verd¨² que Brian Eno ¡°es el autor de muchas de las revoluciones musicales surgidas en los ¨²ltimos 40 a?os¡±. Caramba. Este tipo de aseveraciones es t¨ªpico de una sociedad medi¨¢tica como la nuestra, criada en la subcultura pop. Cualquier estudioso de la historia de la m¨²sica sabe que en los ¨²ltimos mil a?os solamente ha habido tres acontecimientos que merecen ser calificados como revoluciones musicales. Uno es el paso del ars antiqua al ars nova en la ¨¦poca prerrenacentista; la otra revoluci¨®n es la que se da en 1600 con la seconda prattica en detrimento de la prima prattica, ¨¦poca en la que Monteverdi sienta las bases de la futura m¨²sica moderna; la tercera es la que se da en la Viena de 1910 con la instauraci¨®n del dodecafonismo entre Sch?nberg y sus alumnos. Y punto.

Brian Eno, en todo caso, es un m¨²sico de cierto ingenio que ha estado en algunos grupos bien sonantes de los a?os setenta, como Roxy Music, y que produjo algunos discos interesantes en su colecci¨®n Obscure.