Qu¨¦ asco
Por el ¨²ltimo resquicio de 2013, se ha colado lo malo conocido, el viejo y pestilente aroma de la represi¨®n, la caspa polvorienta de la Espa?a nacionalcat¨®lica
Dicen que los deseos son peligrosos, porque a veces se cumplen. Aunque los m¨ªos parecen exentos de cualquier probabilidad de ¨¦xito, voy a arriesgarme. Espero de 2014 que no se parezca a 2013, aunque por mucho que me esfuerzo, no logro convocar la fe suficiente para desear con convicci¨®n. Es curioso, pero al final de un largo a?o de desdichas, de injusticias, de esc¨¢ndalos y rabia est¨¦ril, un solo acontecimiento, la reforma de la ley del aborto, ha logrado aniquilarme.
Los seres humanos somos tiempo, fruto de un lugar, pero sobre todo de una ¨¦poca. Y en la que me ha tocado vivir, la situaci¨®n por la que estamos atravesando era impensable. Por eso, en la herencia amarga del a?o que se va, la ¨²ltima pu?alada es la que m¨¢s duele. Cre¨ªamos que nos enfrent¨¢bamos a una crisis econ¨®mica ins¨®lita, una situaci¨®n propia de un tiempo nuevo, un presente peor para un futuro por descubrir, y resulta que era mentira. Por el ¨²ltimo resquicio de 2013, se ha colado lo malo conocido, el viejo y pestilente aroma de la represi¨®n, la caspa polvorienta de la Espa?a nacionalcat¨®lica, el puritanismo dogm¨¢tico de los padres de la patria que usurpan nuestra voluntad, nos expropian el cuerpo por nuestro bien, y condenan a las mujeres ¡ªesas sentinas de todos los vicios¡ª a ser desgraciadas por la eterna salvaci¨®n de sus almas.
Qu¨¦ asco. Qu¨¦ ganas de vomitar sobre la herencia maldita de la patria inmortal a la que pertenece el se?or ministro de Justicia. Qu¨¦ pena de ilusi¨®n perdida, el sue?o alimentado con tanto esfuerzo, durante tantos a?os, por tantas personas admirables condenadas a sufrir en vano doblemente, entonces y ahora. Se ha pinchado la burbuja, hemos ca¨ªdo al suelo y nos hemos roto todos los huesos. As¨ª, maltrecha y furiosa, les deseo un feliz A?o Nuevo. Solo lo ser¨¢ si logramos volver a respirar en este pa¨ªs de todos los demonios.
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