Hollande alborota a los ricos

Fran?ois Hollande ha comprobado en su propia casa que ni es f¨¢cil cumplir las promesas electorales ni subir los impuestos a las rentas m¨¢s altas. En cuanto anunci¨® que iba a subir los tributos algunos franceses se le escaparon por la frontera, con Gerard Depardieu al frente, que ahora pasea su vasta humanidad por el Mosc¨² de Putin. Hollande propuso un impuesto a los millonarios, pero le ha costado alg¨²n disgusto con el Consejo Constitucional franc¨¦s, que rechaz¨® el tributo hace un a?o.

Ahora lo ha conseguido, pero le ha quedado distinto. Gravar¨¢, eso s¨ª, con el 75% los salarios superiores al mill¨®n de euros, pero, claro, el impuesto en realidad lo pagar¨¢n las empresas. Igual que los futbolistas no pagan apenas impuestos, porque los pagan los clubes. La carga tributaria, despu¨¦s de las modificaciones exigidas por el Consejo Constitucional, se traslada desde el perceptor o renta personal a las empresas que abonan su retribuci¨®n. Parecer¨¢ igual, pero no es lo mismo.

Porque el tributo sobre una persona f¨ªsica traslada rentas desde el contribuyente al Estado; sobre la empresa, lo que se consigue a medio plazo es que bajen los salarios m¨¢s altos y, quiz¨¢, para mantener la apertura del abanico salarial, reducir los salarios medios. Esperemos que esto no suceda. El presidente franc¨¦s ha conseguido poner un impuesto a los ricos, aunque no el que quer¨ªa, y pagando el peaje de un nombre cursi cual ata¨²d con pegatinas (contribuci¨®n excepcional de solidaridad). Ahora hay que preguntarse si la recaudaci¨®n esperada (unos 420 millones al a?o) compensa el revuelo pol¨ªtico desatado entre compa?¨ªas y clubes de f¨²tbol.

Hollande tiene m¨¦rito, porque es dif¨ªcil imponer tasas a los ricos (y cobrarlas, mucho m¨¢s). Siempre surgen pegas ideol¨®gicas o t¨¦cnicas. En Espa?a, por ejemplo, no se ha conseguido desde don Pelayo. Unas veces porque las rentas que grava el IRPF no son las de los ricos (lo que, por otra parte, es cierto); otras, porque poner impuestos al capital es atacar el ahorro (?tan necesario!); y, en fin, porque es m¨¢s f¨¢cil subir el IVA. Adem¨¢s, si se act¨²a con las grandes fortunas habr¨¢ fuga de capitales. Lo dicho, enhorabuena monsieur Hollande.