Peregrinos del cr¨¦dito
Los pr¨¦stamos a familias llegan al nivel m¨¢s bajo en seis a?os al retroceder un 4,7% en octubre Casas de empe?o, compraventa de oro y tiendas de productos usados, alternativas al banco
Montes de piedad, tiendas de compraventa de oro, casas de empe?o o p¨¢ginas web de financiaci¨®n colectiva (crowdfunding). Las alternativas para conseguir fondos son m¨²ltiples, la raz¨®n para acudir a ellas, simple: necesidad. El grifo del cr¨¦dito a las familias sigue cerrado. El pr¨¦stamo bancario a los hogares retrocedi¨® un 4,7% en octubre, el nivel m¨¢s bajo desde el inicio de 2007. Los empresarios lo saben y cada d¨ªa son m¨¢s los que quieren apropiarse de un pedazo de ese pastel.
Son las diez de la ma?ana. Los comercios que rodean el Monte de piedad de Bankia, situado en la plaza de Celenque, a pocos metros de la madrile?a Puerta del Sol empiezan a abrir sus puertas. Dentro, decenas de personas aguardan su turno. En una amplia sala de paredes grises, los clientes se reparten en dos hileras de sillas que llenan el espacio central de la casa de empe?o m¨¢s antigua de Espa?a. Gente de todas las edades, espa?oles e inmigrantes, mujeres, muchas mujeres, solas o con pareja. El murmullo es constante, pero solo hablan unos pocos, la mayor¨ªa permanece callada. A la espera.
El pitido de la pantalla electr¨®nica de la pared sobresalta a Manuel. "Ya nos toca", avisa a su esposa. Esta mira el n¨²mero del tique que lleva en la mano y asiente. Ambos rondan los 70 a?os y nunca hab¨ªan tenido que empe?ar nada. "Mi hijo est¨¢ en paro y hay que ayudar a la familia. Cuando se necesita, hay que hacer lo que sea...", comenta Elena mirando con tristeza la sortija que va a empe?ar. "Me trae muchos recuerdos", explica emocionada. "En un a?o la recuperamos", la tranquiliza el hombre.
En la silla de al lado, Karen, una ecuatoriana de 23 a?os, busca nerviosa el justificante de compra de sus joyas y su documento de identidad, documentos imprescindibles para la venta. "Necesito viajar a mi pa¨ªs", aclara. En su bolso lleva guardados varios anillos y una pulsera con los que espera conseguir los 1.600 euros que le cuestan los billetes de avi¨®n para ella y su hijo de cuatro a?os. "Voy acelerada. Vengo desde Guadalajara porque all¨ª solo hay una tienda de empe?o de oro, y no me f¨ªo. A lo mejor pagan m¨¢s, pero solo te dan un mes de plazo para recuperar tus alhajas y las comisiones son much¨ªsimo m¨¢s elevadas". Un informe de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU)?revela que las tiendas de compraventa establecen intereses exorbitantes: a partir del 10% mensual, lo que equivaldr¨ªa al 120% anual.
Cuando finaliza el a?o de plazo, los usuarios pueden recuperar sus joyas, venderlas en subasta o renovar el pr¨¦stamo durante otros 12 meses. Este es el caso de Mar¨ªa, quien a sus 75 a?os nunca pens¨® que las casas de empe?o volver¨ªan a ser un salvavidas. "Esta pulsera es lo ¨²nico que tengo con algo de valor", confiesa. "Estos sitios eran algo muy com¨²n antes. Me parece incre¨ªble que hayan regresado".
Judith y Jos¨¦ asienten en¨¦rgicamente. El matrimonio de mediana edad tiene dificultades para llegar a fin de mes desde que ¨¦l se qued¨® en paro. "Trabajaba en la construcci¨®n, pero hace tres a?os que no encuentro nada. Empe?amos todo lo que ten¨ªamos para pagar recibos", revela. "Aqu¨ª cobran un 8,25% de intereses al a?o mientras que en los Compro Oro tienes que devolver en un mes el dinero que te han dado m¨¢s los intereses. Es imposible", contin¨²a la mujer, mirando con desconfianza a la marea de compradores de oro que les espera a la salida del establecimiento.
Cuando se necesita dinero, hay que hacer lo que sea Cliente de monte de piedad
"Estos est¨¢n siempre rondando", comenta uno de los vigilantes mirando de reojo a los empleados de las casas de compraventa que cercan las dos puertas del Monte de piedad. "Cada vez hay m¨¢s", a?ade mientras observa c¨®mo abordan a una mujer de mediana edad que sale del edificio.
¡ª?Cu¨¢nto te han ofrecido ah¨ª dentro? Nosotros damos mucho m¨¢s.
La mujer, vestida con un traje de falda gris y tacones, ignora los se?uelos del comprador y contin¨²a su camino. Pero otro, de los m¨¢s de 10 comerciales que esperan con avidez la caza de un nuevo cliente, bloquea su paso. Sus dos metros de altura le dan un aspecto imponente.
¡ª?Cu¨¢ntos gramos te han dicho que pesan tus joyas?
La mujer duda un instante.
¡ª15.
Los a?os dorados del empe?o
Los montes de piedad, que existen desde hace tres siglos, experimentaron entre 2008 y 2009 un repunte en el n¨²mero de clientes y en el dinero prestado, aunque en los dos ¨²ltimos a?os este negocio ha echado el freno. En 2012, estas casas de empe?o concedieron 326.663 pr¨¦stamos, un 6% menos que el a?o anterior, por un valor de 234,63 millones de euros. "La situaci¨®n es cada vez peor y ahora la gente prefiere vender sus joyas y obtener algo m¨¢s de financiaci¨®n", opina el director del Monte de piedad de La Caixa en Madrid, Delf¨ªn Mart¨ªn. Las tiendas de compraventa de oro tambi¨¦n se han estancado. "En 2009 y 2010 tuvimos un aumento de las ventas de entre el 30% y el 40%", revela Luis Montero, socio de la firma Compro Oro Espa?a. "Ahora hay m¨¢s comercios de este tipo y los beneficios est¨¢n m¨¢s repartidos".
El hombre pulsa con torpeza las teclas de la calculadora. Los guantes que lleva para aguantar el fr¨ªo durante las largas horas que pasa frente a la puerta del banco le dificultan la tarea.
¡ª15 por los 18 euros que cuesta el gramo de oro... 270 ¡ªdice mostrando la pantalla¡ª. ?A que nosotros te damos m¨¢s?
Conversaciones parecidas se suceden durante toda la jornada. La horda de compradores de oro se extiende por toda la calle Arenal, contin¨²a por la Puerta del Sol y finaliza en la nueva sucursal del Monte de piedad de La Caixa. "La diferencia entre nuestros clientes y los de las tiendas de compraventa de oro es la esperanza de recuperar las piezas que empe?an", explica el director de la oficina, Delf¨ªn Mart¨ªn. "Es cierto que el perfil de de los usuarios ha cambiado. Ahora es m¨¢s variado. Vienen m¨¢s aut¨®nomos. Dise?adores que con 2.000 o 3.000 euros se compran un equipo inform¨¢tico para trabajar desde casa o personas que quieren adquirir una furgoneta para dedicarse a la mensajer¨ªa, por ejemplo".
¡°Quiero estudiar un m¨¢ster de inform¨¢tica y necesito dinero¡±, cuenta Daniel sentado en uno de los despachos de Circa Madrid. El joven acaba de heredar un anillo y un broche de su abuela y ha decidido venderlos en esta empresa especializada en alta joyer¨ªa. ¡°Son muy antiguas y no las iba a utilizar nadie¡±. Seg¨²n Marta Eizaguirre, directora de la sucursal, ¡°la idea de vender aquello que ya no se usa est¨¢ arraigando en la poblaci¨®n".
Las opciones para conseguir fondos se han multiplicado desde que empez¨® la crisis. Como el empe?o de coches. Un negocio importado de Am¨¦rica, de estreno y en pleno auge en Espa?a. "Viene gente que precisa dinero con urgencia", comenta Sergio Campo, administrador de Avalaris Auto.
La empresa, que lleva dos a?os y medio en funcionamiento, firma una media de 15 contratos al mes de entre 500 y 70.000 euros. La cantidad depende del estado del veh¨ªculo y de si el cliente decide dejarlo en custodia o conservarlo pero empe?ado. ¡°Vienen todo tipo de personas: estudiantes para pagar la universidad, aut¨®nomos que necesitan liquidez o gente que se ha quedado sin empleo. La diferencia respecto a a?os atr¨¢s es que cada vez son m¨¢s los que quieren empe?ar el coche que no han terminado de pagar. Esto antes no pasaba".
Los dos empleados de la sucursal de Cash and Converters de la calle San Bernardo de Madrid no dan abasto. Gonzalo, de unos 40 a?os, entra en la tienda con una televisi¨®n. La deja en el suelo con dificultad y mira a su alrededor.
¡ª?Puedo dejar esto aqu¨ª y vuelvo en media hora? ¡ªle pregunta a uno de los dependientes.
¡ªY una hora si quieres.
Estos sitios eran algo muy com¨²n antes, me parece incre¨ªble que hayan regresado Cliente de monte de piedad
Gonzalo vuelve a su casa para recopilar otros objetos que ya no usa. ¡°No llego a fin de mes y me estoy deshaciendo de todo lo que no necesito¡±, explica. En ese momento entra Pablo, de 20 a?os, que viene a vender su Ipod: ¡°Quiero irme de viaje con unos amigos pero no tengo pasta¡±.
La venta de objetos de segunda mano no se limita a las tiendas f¨ªsicas. Nieves Mart¨ªn, una tinerfe?a de 27 a?os, consigui¨® 1.000 euros en un mes a trav¨¦s de una web en la que puso a la venta sus c¨®mics y DVD. ¡°No encontraba trabajo y quer¨ªa dinero para pagar la universidad. Es mi segunda carrera y me parec¨ªa mal que mis padres siguieran pag¨¢ndome los estudios¡±, explica. Todo empez¨® como una broma en Twitter, donde tiene m¨¢s de 5.000 seguidores. ¡°Escrib¨ª: 'si cada uno de mis followers pusiera 20 c¨¦ntimos podr¨ªan pagarme la matr¨ªcula¡±, dice entre risas. A partir de ah¨ª, un amigo le dise?¨® la p¨¢gina en la que adem¨¢s de vender sus pertenencias recib¨ªa donaciones.
Son las ocho de la tarde. Los compradores de oro no descansan. El naranja, verde y amarillo de sus chalecos reflectantes destaca entre los miles de personas que pasean por la Puerta del Sol y alrededores. Elena, una mujer de unos 40 a?os, bien vestida y maquillada, sale cabizbaja de una de las tiendas de compraventa m¨¢s concurridas. Acaba de dejar su alianza de boda. "Nunca pens¨¦ que me ver¨ªa en esta situaci¨®n. Lo siento, no puedo hablar", dice emocionada. "No son las joyas?las que duelen. Son los recuerdos".
Endeudamiento familiar
Pa¨ªs | Tasa |
Italia | 65,8% |
Francia | 83,3% |
Alemania | 84,5% |
Portugal | 121,8% |
Espa?a | 122,9% |
Reino Unido | 132,8% |
Suecia | 147,7% |
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