Europa 2014: el desaf¨ªo de elegir

A finales de mayo de 2014, los ciudadanos de toda la Uni¨®n Europea ser¨¢n convocados para votar en las elecciones al Parlamento Europeo. Estas ser¨¢n las elecciones europeas m¨¢s importantes que se hayan celebrado nunca. Porque 2014 ser¨¢ el a?o en que Europa elija; ser¨¢ el a?o en que los ciudadanos elegir¨¢n el tipo de Europa en la que quieren vivir.

Los votantes podr¨¢n decidir si Europa seguir¨¢ la senda social o, por el contrario, la direcci¨®n liberal de los mercados; si la futura mayor¨ªa del Parlamento Europeo favorecer¨¢ la apertura de las fronteras de Europa a la inmigraci¨®n o si, en cambio, optar¨¢ por su cierre; si se defender¨¢n los derechos de libre circulaci¨®n de todos los ciudadanos de la UE o si se centrar¨¢n en aprobar nuevas normas contra la migraci¨®n por motivos de pobreza; si los ¨®rganos directivos de las empresas reservar¨¢n un n¨²mero m¨ªnimo de puestos para las mujeres; si nos mostraremos firmes con Estados Unidos respecto a la protecci¨®n de datos o a las plantas y alimentos modificados gen¨¦ticamente, o si preferimos en su lugar los beneficios econ¨®micos del libre comercio.

Tengo mis propias respuestas a cada una de estas preguntas. Estoy segura de que todos ustedes tienen las suyas. As¨ª es como debe ser. La celebraci¨®n de elecciones significa permitir a los ciudadanos tomar sus propias decisiones. Se trata de dejar a las personas encontrar sus propias respuestas.

Con todo, nos enfrentamos a un reto: el hecho de que, cuando hablamos de elecciones europeas, no nos preguntamos en primera instancia ¡°?qu¨¦ elegir¨¦?¡±, sino ¡°?voy a elegir?¡± o, incluso, ¡°?para qu¨¦ elegir?¡±.

Las cifras hablan por s¨ª solas: solo uno de cada tres europeos y un 18% de espa?oles consideran que su opini¨®n cuenta en la UE. ?Cu¨¢l es la consecuencia? Menos de la mitad de los europeos y un 44,9% de espa?oles votaron en las ¨²ltimas elecciones europeas, celebradas en 2009.

Esto no tiene sentido. Las elecciones al Parlamento Europeo son efectivamente m¨¢s importantes que las elecciones nacionales, porque en ellas se decide la direcci¨®n de todo un continente.

Las instituciones y los procesos de decisi¨®n necesitan ser m¨¢s democr¨¢ticos

Debemos demostrar a los ciudadanos que sus opiniones cuentan y que tambi¨¦n lo hacen sus decisiones.

Esta ser¨¢ nuestra mejor arma contra los euroesc¨¦pticos: explicar a nuestros ciudadanos que su voto sirve realmente de algo y que, por tanto, ser¨ªa derrochar su voto utilizarlo como protesta eligiendo a euroesc¨¦pticos de derechas o de izquierdas.

En los ¨²ltimos a?os, las instituciones europeas han recibido nuevas competencias con el objetivo de velar para que, en el futuro, no tengamos que enfrentarnos a crisis econ¨®micas como la que estamos empezando a superar. En cierto modo, la gesti¨®n de la crisis ha dejado atr¨¢s a la democracia. Es hora de ponernos al d¨ªa.

A medida que aumenta el n¨²mero de decisiones que afectan a la vida de las personas y que se adoptan directamente en el ¨¢mbito europeo, las instituciones y los procesos de decisi¨®n necesitan ser m¨¢s democr¨¢ticos, lo cual exige grandes cambios.

Sin embargo, antes de hacer esos cambios, debemos entablar un amplio debate, que debe centrarse en los ciudadanos. Esta es la raz¨®n por la que, desde finales del a?o pasado, la Comisi¨®n Europea viene manteniendo ¡°di¨¢logos con los ciudadanos¡± en los Ayuntamientos de toda Europa. En realidad, no se trata m¨¢s que de escuchar las opiniones de las personas sin poses ni largos discursos pol¨ªticos.

Hemos celebrado hasta ahora m¨¢s de 40 de estos di¨¢logos en toda Europa y continuaremos haci¨¦ndolo en 2014. Estos constituyen una oportunidad de mantener un debate sobre Europa y no solo sobre cuestiones nacionales.

Las pr¨®ximas elecciones al Parlamento Europeo representar¨¢n otro momento crucial para que los ciudadanos puedan intervenir en este debate sobre el futuro de Europa. Esta vez, las cosas deben ser distintas: 2014 ser¨¢ el a?o de elegir.

Yo lo he hecho, y p¨²blicamente. Estoy a favor de una Europa fuerte y unida. Una Europa federal en la que las identidades nacionales puedan preservarse en la era de la mundializaci¨®n. Unos Estados Unidos de Europa donde 28 voces puedan hablar, con autoridad, como si fueran una sola voz en el escenario internacional; donde se puedan debatir en p¨²blico las reformas econ¨®micas importantes, en el Parlamento Europeo directamente elegido, en lugar de dejar que las decidan las ¡°troikas¡± o los expertos financieros a puerta cerrada.

Realizar tales cambios llevar¨¢ tiempo, pero sin una visi¨®n clara no podremos lograrlo. Es muy f¨¢cil hacer campa?a contra algo y hacer de Europa el chivo expiatorio de las decisiones nacionales. Me gustar¨ªa ver a los pol¨ªticos haciendo campa?a a favor de algo y, por eso, voy a hacer campa?a, por mi parte, a favor de una Europa fuerte que est¨¦ al servicio de sus 507 millones de ciudadanos.

Lo ¨²nico que deseo para 2014 es ver que la participaci¨®n en las pr¨®ximas elecciones supera el 50%.

El futuro no es cuesti¨®n de suerte, sino de elecci¨®n, y el resultado de las elecciones lo deciden las personas que votan. Que sea ese su prop¨®sito de A?o Nuevo: votar, elegir.

Viviane Reding es comisaria de Justicia de la UE.