Rompiendo los gritos en el silencio

Rescatistas trabajan en la zona del derrumbe. /ANDREW BIRAJ(REUTERS)

Hablando con la subdirectora de uno de los programas de informaci¨®n y entretenimiento de mayor audiencia del momento me comentaba su frustraci¨®n: ¡°cada vez que tratamos un tema social de fuera de Espa?a perdemos inmediatamente el 50% de share¡±. Esto podr¨ªa querer decir que a los espa?oles en estos momentos no nos interesa demasiado lo que pasa fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, como intentaba explicar el otro d¨ªa la periodista Olga Rodriguez, ahora m¨¢s que nunca, en un mundo globalizado, lo que pasa fuera nos afecta igualmente. Esta situaci¨®n abre el recurrente debate de cual fue primero si los medios o la audiencia y de que puede hacer cambiar esta tendencia del consumo informativo.

Las organizaciones que trabajamos para mejorar las vidas de personas en pa¨ªses en desarrollo vemos como cada vez es m¨¢s dif¨ªcil conseguir espacio informativo, salvo que se trate de temas muy dram¨¢ticos como el tif¨®n recientemente asol¨® a Filipinas. Interesa el ¡°suceso¡±, el drama descarnado, lo que ya ha pasado. Esto nos convierte en agoreras porque toda emergencia va acompa?ada de un ¡°ya lo advertimos¡±. En el primer encuentro de periodismo comprometido, el periodista Carlos Martinez de la Serna, llamaba la atenci¨®n sobre la cat¨¢strofe de Bangladesh en la que murieron m¨¢s 1.100 personas, ¡°?C¨®mo es posible que esto haya tenido que ser noticia sin que los medios nos hayamos ocupado de ello antes¡±. En esta misma l¨ªnea se encuentran cat¨¢strofes como la Hait¨ª, que el pasado domingo cumpli¨® 4 a?os. Antes del terremoto este pa¨ªs era uno de los m¨¢s pobres del mundo y el m¨¢s pobre de Am¨¦rica, despu¨¦s del terremoto, con una reconstrucci¨®n absolutamente inacabada, Hait¨ª solo ha empeorado y a nadie le importa. Haiti ha quedado relegado al olvido de medios y audiencia.

Pero todo est¨¢ interrelacionado. Cuando se derrumb¨® el edificio en Bangladesh muchos espa?oles se dieron cuenta de la ropa que usaban estaba fabricada en condiciones ¨¦ticamente insostenibles. Durante m¨¢s de un mes se habl¨® con inter¨¦s del comercio justo, de las producciones locales, de los sellos de calidad. Hace una semana el New York Times publicaba un art¨ªculo sobre como la empresa Mango estaba incumpliendo su compromiso adquirido en abril de indemnizar a las v¨ªctimas del derrumbe. Casi ning¨²n medio espa?ol se ha hecho eco de esta noticia cuando la estrecha relaci¨®n entre lo que pasa en Bangladesh y nuestro d¨ªa a d¨ªa a trav¨¦s de nuestra ropa, ya justificar¨ªa el valor medi¨¢tico de esa informaci¨®n. Esta relaci¨®n se estrecha si subimos al plano pol¨ªtico, como con la primavera ¨¢rabe que menciona Olga Rodriguez, o al plano social con la inmigraci¨®n.

Sea como fuere, la producci¨®n de contenidos sociales internacionales es m¨¢s complicada y mucho m¨¢s cara. En un momento en que los medios est¨¢n sufriendo una tremenda crisis econ¨®mica es muy dif¨ªcil de sostener para un reportero la importancia de cubrir un tema que no interesa a la audiencia y que resulta car¨ªsimo producir. Es la pescadilla que se muerde la cola; no informo porque no tiene inter¨¦s y no se crea inter¨¦s porque no hay informaci¨®n.

La soluci¨®n a este dilema es conseguir financiar y al mismo tiempo incrementar el impacto de este tipo de contenidos. Para lo primero los medios tienen que encontrar nuevas fuentes de financiaci¨®n. Los contenidos de este tipo han tenido mecenas en otras partes del mundo. El portal del The Guardian Development es un claro ejemplo de ello. Financiado por la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates es una clara apuesta para potenciar contenidos de calidad sobre temas sociales en otros pa¨ªses, principalmente en v¨ªas de desarrollo.

Lo de c¨®mo volver esos contenidos m¨¢s atractivos tiene una respuesta sencilla, abri¨¦ndolos a nuevas narrativas. Hablamos aqu¨ª de incluir im¨¢genes, ilustraciones, infograf¨ªas, pero tambi¨¦n de cruzar barreras de g¨¦neros como usar m¨¢s el comic como hace el excepcional Joe Sacco. Y el ¨²ltimo gran reto ser¨ªa tratar de forma divertida y sarc¨¢stica estos temas. La f¨®rmula funciona para los temas espa?oles ?Porqu¨¦ no va a funcionar para los temas internacionales? Tenemos que dejar de tomarnos tan en serio para que nos hagan m¨¢s caso. Cierro remiti¨¦ndoles al excepcional perfil de Twitter de Kim Jong-un, la mejor cr¨®nica viva de lo que pasa en Corea del Norte contada por su Lider Supremo (https://twitter.com/norcoreano). Desde que sigo esta cuenta me interesa todo lo que pasa en ese alejado pa¨ªs.