?Impulsa tu carisma!
El carisma es posiblemente una de las cualidades m¨¢s deseadas en el liderazgo. El soci¨®logo alem¨¢n Max Weber lo puso de moda hace m¨¢s de un siglo. Lo defini¨® como el v¨ªnculo emocional que eran capaces de crear algunos l¨ªderes y que provocaba que las personas los siguieran con entusiasmo y sin ning¨²n tipo de cuestionamiento¡ Pero ese concepto est¨¢ un poco lejos de lo que entendemos ahora. John Antonakis, Marika Fenley y Sue Liechti de la Universidad de Lausanne han analizado qu¨¦ es el carisma en nuestros d¨ªas y lo definen como la habilidad para comunicar un mensaje conciso, que transmita una visi¨®n clara e inspiradora. Indudablemente, el carisma est¨¢ relacionado con el modo en que expresamos lo que queremos conseguir. Por ello, en la medida que perfeccionemos nuestra comunicaci¨®n, podremos reforzar nuestro carisma. Esta ¨²ltima es una gran noticia, como demuestra la historia del mejor orador de la Grecia cl¨¢sica, Dem¨®stenes. Cuando era ni?o, ten¨ªa un problema de dicci¨®n y a fuerza de entrenar, incluso con piedras en la boca, fue capaz de influir en la historia de su ¨¦poca a trav¨¦s de sus discursos. Si lo aplicamos a nuestra vida, naturalmente no vamos a intentar ser como Martin Luther King o Barack Obama, pero s¨ª que podemos incluir en nuestra comunicaci¨®n recursos para llegar a ser m¨¢s influyentes, confiables y gustar a los ojos de los dem¨¢s. En definitiva, para despertar las emociones positivas de las personas, que es la base del carisma. Veamos algunas t¨¦cnicas para conseguirlo:
- Conecta y contrasta: Tener carisma pasa por ayudar a los que nos escuchan a entender y recordar un mensaje. Y no lo olvidemos, recordamos sobre todo emociones, m¨¢s all¨¢ de datos. Si no, piensa cuando estabas en el colegio si te acuerdas de alguna clase o m¨¢s bien de c¨®mo te hizo sentir un profesor. Se debe a nuestro cerebro, sobre el que hemos hablado, y a nuestra memoria emocional que es m¨¢s intensa que la racional. Por ello, utiliza met¨¢foras, s¨ªmiles y analog¨ªas, como hizo Eduard Punset al decir que ¡°el c¨¢ncer le devolvi¨® a la manada¡±. Nos transmite de este modo la idea de que esa experiencia le ayud¨® a conocer su instinto de supervivencia y conectar con su fragilidad. Contar historias personales y an¨¦cdotas hace que las personas puedan conectar mejor con nuestro mensaje al facilitarles ejemplos reales.
- Utiliza contrastes: Otra clave importante para obtener un efecto impactante es combinar raz¨®n y pasi¨®n, mostramos nuestra posici¨®n y la opuesta. John F.Kennedy us¨® este recurso al decir ¡°No te preguntes qu¨¦ es lo que puede hacer tu pa¨ªs por ti, preg¨²ntate qu¨¦ puedes hacer t¨² por tu pa¨ªs¡±.
- Engancha y condensa: Las preguntas ret¨®ricas suponen una forma muy sencilla para que el mensaje enganche. No importa que tengan una respuesta obvia, lo importante es que nos hagan conectar con el mensaje. Seguro que recuerdas el famoso ¡°?Te gusta conducir?¡± que BMW us¨® de manera exitosa en sus campa?as publicitarias, y probablemente te hicieras dicha pregunta alguna vez mientras sacabas la mano por la ventana del coche y la mov¨ªas suavemente.
- Repite una clave tres veces: Para mostrar nuestra convicci¨®n podemos repetir la misma idea tres veces seguidas, porque de este modo ayudamos a recordarlo m¨¢s f¨¢cilmente. Vemos esta t¨¦cnica en un gran orador como fue Martin Luther King: ¡°Tengo un sue?o, un solo sue?o, seguir so?ando. So?ar con la libertad, so?ar con la justicia y so?ar con la igualdad¡±.
- Refuerza tu integridad, autoridad y pasi¨®n: Si queremos potenciar nuestro carisma tendremos que incorporar expresiones que reflejen nuestro c¨®digo moral, nos presenten como una persona cre¨ªble y que conecten con el sentimiento del grupo para que se identifiquen con nosotros. Quiz¨¢ uno de los momentos recientes que aglutinan estos elementos, es la intervenci¨®n de Steve Jobs en la Universidad de Stanford, en la que mostr¨® su forma de pensar, vivir y sentir. O la famosa de Fray Luis de Le¨®n en el siglo XVI. Despu¨¦s de cinco a?os encarcelado, el primer d¨ªa que regres¨® a su clase en la c¨¢tedra de la Universidad Salamanca pronunci¨® la famosa frase: ¡°Dec¨ªamos ayer¡±.
- Prop¨®n metas ambiciosas: Para inspirar a otros necesitamos proponer una meta que nos ayude a so?ar, como el famoso ¡°Yes, we can¡± de Barack Obama. Fue el emblema en su campa?a presidencial con el que transmit¨ªa la fuerza para hacer posible el cambio.
- Revisa el lenguaje no verbal: M¨¢s all¨¢ de las t¨¦cnicas que hemos visto, no podemos emocionar a otros si no nos creemos lo que transmitimos. El nivel de pasi¨®n que sintamos se expresa m¨¢s all¨¢ de las palabras. Si tenemos miedo, el resto lo percibir¨¢ y no solo por lo que digamos, sino por nuestro lenguaje no verbal tanto en el tono de voz como en la expresi¨®n facial y corporal. Por ello, es importante que haya una coherencia entre el mensaje y nuestras palabras. Variar el volumen de nuestra voz, dando ¨¦nfasis a lo que queremos resaltar; reflejar la alegr¨ªa, tristeza o la sorpresa son herramientas sencillas que impregnar¨¢n nuestras palabras de personalidad. Una de las claves de los grandes oradores es la utilizaci¨®n del silencio y posiblemente, una de las m¨¢s dif¨ªciles de sostener porque requiere una fuerza mental importante del orador. Junto con el tono de voz, tenemos que a?adir el contacto visual con quienes hablamos. Una sonrisa afable ayuda a ser aceptados por quienes nos observan, al igual que gesticular de un modo natural.
- Conecta y contrasta: Tener carisma pasa por ayudar a los que nos escuchan a entender y recordar un mensaje. Y no lo olvidemos, recordamos sobre todo emociones, m¨¢s all¨¢ de datos. Si no, piensa cuando estabas en el colegio si te acuerdas de alguna clase o m¨¢s bien de c¨®mo te hizo sentir un profesor. Se debe a nuestro cerebro, sobre el que hemos hablado, y a nuestra memoria emocional que es m¨¢s intensa que la racional. Por ello, utiliza met¨¢foras, s¨ªmiles y analog¨ªas, como hizo Eduard Punset al decir que ¡°el c¨¢ncer le devolvi¨® a la manada¡±. Nos transmite de este modo la idea de que esa experiencia le ayud¨® a conocer su instinto de supervivencia y conectar con su fragilidad. Contar historias personales y an¨¦cdotas hace que las personas puedan conectar mejor con nuestro mensaje al facilitarles ejemplos reales.
- Utiliza contrastes: Otra clave importante para obtener un efecto impactante es combinar raz¨®n y pasi¨®n, mostramos nuestra posici¨®n y la opuesta. John F.Kennedy us¨® este recurso al decir ¡°No te preguntes qu¨¦ es lo que puede hacer tu pa¨ªs por ti, preg¨²ntate qu¨¦ puedes hacer t¨² por tu pa¨ªs¡±.
- Engancha y condensa: Las preguntas ret¨®ricas suponen una forma muy sencilla para que el mensaje enganche. No importa que tengan una respuesta obvia, lo importante es que nos hagan conectar con el mensaje. Seguro que recuerdas el famoso ¡°?Te gusta conducir?¡± que BMW us¨® de manera exitosa en sus campa?as publicitarias, y probablemente te hicieras dicha pregunta alguna vez mientras sacabas la mano por la ventana del coche y la mov¨ªas suavemente.
- Repite una clave tres veces: Para mostrar nuestra convicci¨®n podemos repetir la misma idea tres veces seguidas, porque de este modo ayudamos a recordarlo m¨¢s f¨¢cilmente. Vemos esta t¨¦cnica en un gran orador como fue Martin Luther King: ¡°Tengo un sue?o, un solo sue?o, seguir so?ando. So?ar con la libertad, so?ar con la justicia y so?ar con la igualdad¡±.
- Refuerza tu integridad, autoridad y pasi¨®n: Si queremos potenciar nuestro carisma tendremos que incorporar expresiones que reflejen nuestro c¨®digo moral, nos presenten como una persona cre¨ªble y que conecten con el sentimiento del grupo para que se identifiquen con nosotros. Quiz¨¢ uno de los momentos recientes que aglutinan estos elementos, es la intervenci¨®n de Steve Jobs en la Universidad de Stanford, en la que mostr¨® su forma de pensar, vivir y sentir. O la famosa de Fray Luis de Le¨®n en el siglo XVI. Despu¨¦s de cinco a?os encarcelado, el primer d¨ªa que regres¨® a su clase en la c¨¢tedra de la Universidad Salamanca pronunci¨® la famosa frase: ¡°Dec¨ªamos ayer¡±.
- Prop¨®n metas ambiciosas: Para inspirar a otros necesitamos proponer una meta que nos ayude a so?ar, como el famoso ¡°Yes, we can¡± de Barack Obama. Fue el emblema en su campa?a presidencial con el que transmit¨ªa la fuerza para hacer posible el cambio.
- Revisa el lenguaje no verbal: M¨¢s all¨¢ de las t¨¦cnicas que hemos visto, no podemos emocionar a otros si no nos creemos lo que transmitimos. El nivel de pasi¨®n que sintamos se expresa m¨¢s all¨¢ de las palabras. Si tenemos miedo, el resto lo percibir¨¢ y no solo por lo que digamos, sino por nuestro lenguaje no verbal tanto en el tono de voz como en la expresi¨®n facial y corporal. Por ello, es importante que haya una coherencia entre el mensaje y nuestras palabras. Variar el volumen de nuestra voz, dando ¨¦nfasis a lo que queremos resaltar; reflejar la alegr¨ªa, tristeza o la sorpresa son herramientas sencillas que impregnar¨¢n nuestras palabras de personalidad. Una de las claves de los grandes oradores es la utilizaci¨®n del silencio y posiblemente, una de las m¨¢s dif¨ªciles de sostener porque requiere una fuerza mental importante del orador. Junto con el tono de voz, tenemos que a?adir el contacto visual con quienes hablamos. Una sonrisa afable ayuda a ser aceptados por quienes nos observan, al igual que gesticular de un modo natural.
Referencias
John Antonakis, Marika Fenley y Sue Liechti (2012): Learning Charisma, Harvard Business Review.
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