Negociar en el Canal
Para Panam¨¢ y los constructores la mejor opci¨®n es acabar las obras y confiar luego en el arbitraje
El conflicto entre el Gobierno de Panam¨¢ y el consorcio que est¨¢ ejecutando la ampliaci¨®n del canal de Panam¨¢ ¡ªconsorcio liderado por el grupo espa?ol Sacyr¡ª ha llegado a una situaci¨®n en la cual es necesaria, ahora s¨ª y con intensidad, una negociaci¨®n pol¨ªtica. Panam¨¢ se niega a aportar los 1.600 millones de d¨®lares (adicionales a los 3.118 millones contratados) que pide el consorcio por desviaciones e imprevistos en las obras. La firmeza del Gobierno de Panam¨¢ se fundamenta en la inexcusable responsabilidad contractual del consorcio (en el que tambi¨¦n participan la sociedad italiana Salini Impregilo y la belga Jan De Nul); pero los argumentos de Sacyr y sus socios tienen autoridad suficiente como para proporcionar una base de negociaci¨®n. Las dificultades de liquidez son reales, no est¨¢ claro que se deban a una oferta artificialmente baja para hacerse con el contrato y cualquier opci¨®n que implique cambiar de constructor encarecer¨ªa y retrasar¨ªa considerablemente las obras.
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El pragmatismo es pues la mejor soluci¨®n, aqu¨ª y ahora. En las ¨²ltimas horas han aparecido dos indicios significativos (aunque todav¨ªa inconcretos) de cu¨¢l puede ser la l¨ªnea de resoluci¨®n del conflicto. Por una parte, Sacyr y el consorcio han anunciado que no suspender¨¢n las obras, a pesar de que ha terminado el ultim¨¢tum de 21 d¨ªas concedido para que la autoridad paname?a del Canal acepte el pago de los 1.600 millones adicionales. Demasiado bien saben Sacyr y sus socios que en una situaci¨®n como esta, donde las posibilidades de negociaciones, por decirlo as¨ª, permanecen intactas, la suspensi¨®n de las obras ser¨ªa considerado como un acto hostil y probablemente irreversible. Es m¨¢s pragm¨¢tico continuar las tareas y confiar en que el tiempo y la negociaci¨®n proporcionen una salida.
Y esa probabilidad aumenta si, como se ha anunciado, la Comisi¨®n Europea acepta mediar en el conflicto. No pod¨ªa dejar Bruselas que el caso del Canal empeore la imagen europea ¡ªpor m¨¢s que la Marca Espa?a, a cuenta de la posici¨®n directora de Sacyr en el consorcio, haya resultado de nuevo menoscabada¡ª comprometida por la presencia de tres pa¨ªses del continente en la operaci¨®n.
La soluci¨®n que empieza a entreverse ¡ªtodav¨ªa vagamente¡ª implica la decisi¨®n fundamental de concluir las obras, bien con la aportaci¨®n paname?a, bien con ayudas financieras externas; y, como remate, se exigir¨ªa que a posteriori el arbitraje internacional decidiera qui¨¦n debe cargar con los costes adicionales. Un plan de esta naturaleza parte del principio de que el bien superior es concluir la ampliaci¨®n del Canal; tambi¨¦n para el cliente, para quien los retrasos calculados de entre tres y cinco a?os en caso de paralizaci¨®n y cambio de contratista resultar¨ªan demasiado onerosos. Ser¨ªa imprescindible, claro, que un acuerdo de esta naturaleza tuviese la cobertura pol¨ªtica europea y paname?a. Por el momento, esta negociaci¨®n parece estar en mantillas.
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