Marruecos inicia un proceso de regularizaci¨®n de extranjeros
Marruecos ha comenzado el a?o con una medida sin precedentes: la apertura de un proceso de regularizaci¨®n de inmigrantes que durar¨¢ hasta el 31 de diciembre. Seg¨²n estimaciones oficiales se podr¨¢n beneficiar de este ejercicio unos 15.000 subsaharianos (se calcula que en el pa¨ªs hay entre 25.000 y 45.000), adem¨¢s de miles de extranjeros de otras nacionalidades, entre ellos cientos de espa?oles, que trabajan en la ense?anza privada, la construcci¨®n, los servicios, la hosteler¨ªa¡ Al mismo tiempo, se van a atender alrededor de 800 solicitudes de asilo y refugio avaladas por la oficina de la ONU en Rabat.
Foto: Fadel Penna (AFP) v¨ªa El Pa¨ªs.
La presi¨®n que supone la afluencia masiva de inmigrantes en tr¨¢nsito por Marruecos antes de viajar a Europa ha obligado al gobierno del reino alauita a regularizar a algunos de ellos. La opci¨®n de prolongar el ejercicio durante un a?o se debe a la complejidad del mismo y a que el gobierno no quiere que se quede en mera propaganda.
El pasado 10 de septiembre, el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos (CNDH) alert¨® en un informe de la creciente problem¨¢tica de la inmigraci¨®n irregular en Marruecos as¨ª como de las violaciones de los derechos humanos durante las redadas y deportaciones llevadas a cabo por la polic¨ªa. El rey Mohamed VI aval¨® inmediatamente dicho informe y exigi¨® al Ejecutivo una nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n que solucionase todas las deficiencias se?aladas en el mismo, empezando por imponer el respeto de los derechos m¨¢s fundamentales de los inmigrantes y, sobre todo, prestar especial atenci¨®n a los demandantes de asilo.
A penas dos semanas despu¨¦s de la recomendaci¨®n real, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n inaugur¨® en Rabat una Oficina para Refugiados y Ap¨¢tridas.
La medida ha sido muy bien recibida por la sociedad civil y los grupos de derechos humanos marroqu¨ªes, sobre todo por los de apoyo a los inmigrantes, los cuales est¨¢n haciendo un trabajo muy loable de ayuda a este colectivo, especialmente con sus miembros m¨¢s desfavorecidos.
En los ¨²ltimos meses se han producido varios incidentes con inmigrantes que tambi¨¦n han contribuido a que el gobierno marroqu¨ª implemente lo antes posible este tipo de medidas. Como la manifestaci¨®n de subsaharianos que tuvo lugar en T¨¢nger a principios de diciembre tras la muerte de un joven camerun¨¦s de 18 a?os, C¨¦dric, al caer desde un cuarto piso durante una redada de la polic¨ªa marroqu¨ª. Se trataba del quinto inmigrante que mor¨ªa en Marruecos desde el verano, como denunciaron ONG como GADEM. Se trat¨® de la primera vez que un hecho similar ten¨ªa lugar en Marruecos. Aqu¨ª vemos las im¨¢genes de la marcha y podemos o¨ªr a los subsaharianos gritando ¡°polic¨ªa asesina¡±.
Sin embargo, esas mismas asociaciones comentan que al Ejecutivo marroqu¨ª todav¨ªa le queda mucho camino que recorrer en este campo. En primer lugar, el gobierno tiene que establecer un marco legislativo nuevo y justo que se sustente en valores universales y los tratdos internacionales, sobre todo aquellos ratificados por Marruecos. La legislaci¨®n actual est¨¢ obsoleta y no se corresponde con las recomendaciones del CNDH ni con los compromisos internacionales adquiridos por el pa¨ªs. Estos grupos tambi¨¦n exigen a los partidos pol¨ªticos y sindicatos que hagan un esfuerzo para adaptar sus pol¨ªticas a la presencia de nuevos ciudadanos que requieren un espacio propio para que su participaci¨®n y su contribuci¨®n pueda desarrollarse en igualdad de condiciones con los marroqu¨ªs.
El principal problema que presenta el proceso de regularizaci¨®n es que las condiciones necesarias para la obtenci¨®n de los documentos no son nada flexibles y esto va a dificultad que muchos de los inmigrantes puedan obtener documentos. Estos deben demostrar el haber residido al menos durante cinco a?os en territorio marroqu¨ª y presentar un contrato de trabajo de un m¨ªnimo de dos a?os de duraci¨®n. Tambi¨¦n se establecen criterios para regularizar otros supuestos como ser el de las personas casadas con ciudadanos marroqu¨ªes, a los menores y a los enfermos graves.
Se trata de una oportunidad hist¨®rica para muchas personas y una medida pionera en el contexto del Magreb. Ahora habr¨¢ que esperar a final de a?o para evaluar la verdadera incidencia de la misma.
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