La l¨ªder de la banda

Un d¨ªa caer¨¢n juntos/Los incinerar¨¢n uno junto al otro/Para unos pocos esto significar¨¢ dolor/Para la ley, alivio/Pero para Bonnie y Clyde es solo muerte¡±. Bonnie Parker robaba bancos, gasolineras y tiendas de ultramarinos y, adem¨¢s, escrib¨ªa poemas. Como buena precursora de lo hipster, estos poemas los escrib¨ªa sobre ella y su novio y compa?ero de fechor¨ªas, Clyde Barrow. Ten¨ªan 20 a?os y estaban locos. El mundo se ven¨ªa abajo con la Gran Depresi¨®n y ellos se vinieron arriba, demasiado arriba. En 1934, en Sailes, Luisiana, la polic¨ªa acab¨® con sus vidas disparando 130 balas contra el Ford V-8 que ambos conduc¨ªan. En su l¨¢pida se grab¨® esta prof¨¦tica inscripci¨®n: ¡°Desaparecidos pero no olvidados¡±. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, Arthur Penn dirig¨ªa a Warren Beatty y Faye Dunaway en la hasta hoy m¨¢s conseguida versi¨®n f¨ªlmica de la vida de los posiblemente m¨¢s glamurosos forajidos de la historia. En un g¨¦lido estudio fotogr¨¢fico madrile?o, la m¨¢s guapa de las j¨®venes actrices espa?olas se acaba de convertir en aquella Faye Dunaway que protagonizaba un film que se present¨® ante el p¨²blico con la m¨ªtica frase: ¡°Eran j¨®venes, estaban enamorados¡­ y asesinaban gente¡±.

¨C?C¨®mo te sentiste de Bonnie?

¨CGenial, ?pero quer¨ªa m¨¢s acci¨®n!

¨C?Por el fr¨ªo?

¨CNo, quer¨ªa una pistola.

¨CPero te dieron una, ?no?

¨C?Pero quer¨ªa una m¨¢s grande!

¨C?T¨² no eras buena?

¨CY lo soy, pero¡­ no s¨¦, quiero hacer de mala.

Mar¨ªa Valverde naci¨® en Madrid en 1987. Cuando a¨²n no ten¨ªa edad para votar, pero s¨ª para conducir en Luisiana, gan¨® el Goya a la mejor actriz revelaci¨®n por La flaqueza del Bolchevique. Seguir¨ªamos glosando su entrada en la Wikipedia, pero la verdad es que resulta tedioso y, sobre todo, no hace justicia a la protagonista de Tres metros sobre el cielo. Parece una actriz m¨¢s. ¡°No me considero especial, la verdad. No te puedes creer especial, cada d¨ªa hay algo que te recuerda que no lo eres. Por ejemplo, ahora, cuando me has llamado, estaba estudiando ingl¨¦s y, mira, pensaba que sab¨ªa m¨¢s. A veces creo que domino el idioma y al rato siento que no tengo ni idea¡±, confiesa en una de las mejores f¨®rmulas que existen para explicitar aquello de que los actores son gente muy insegura, pero alej¨¢ndola totalmente del t¨®pico de actor narcisista, tremendamente solipsista e irritantemente corporativo que se puede tener de ellos. Todos visten como si fueran aviadores, toman ca?as en los mismos bares de La Latina y veranean en la misma playa gaditana. Ella no. Y lo dice: ¡°Eso no¡±, interrumpe la chica. ¡°Me gusta tener conversaciones que no vayan de cine, me gusta tener amigos que se dediquen a otras cosas, saber qu¨¦ hacen, c¨®mo lo hacen. La conversaci¨®n que pueda tener con una bi¨®loga, por ejemplo, me parece bastante m¨¢s interesante que la que pueda mantener con otra persona del gremio. Es curioso porque todo el mundo parece creer que lo que hacemos es, no s¨¦, m¨¢s interesante que lo suyo, pero a m¨ª no termina de parec¨¦rmelo¡±.

Lo de Mar¨ªa fue, durante un tiempo, no solo la actuaci¨®n, sino tambi¨¦n la fama en su versi¨®n m¨¢s desaforada. Empez¨® a salir con Mario Casas. Las ni?as quer¨ªan ser como ella, y acostarse con ¨¦l, aunque eso en el mundo real hubiese provocado un apocalipsis. Pero ya se sabe que en la mente de un adolescente solo existen los deseos, las consecuencias son algo de mayores. ¡°En esto de la fama uno siempre se siente un poco una turista. Y aunque te den muchos consejos jam¨¢s terminas de saber si est¨¢s manejando las cosas bien. Hago como siento y trato de no pararme a pensar qu¨¦ imagen puede tener de m¨ª la gente. No s¨¦ ni la que tengo yo de m¨ª misma¡±, bromea con esa suya, que podr¨ªa recitarte el men¨² de un restaurante chino y seguir¨ªan sonando atractiva.

¡°Tiene luz, mucha m¨¢s luz que el com¨²n de los mortales. La primera vez que la vi, hace cuatro a?os, me sorprendi¨® eso. Hab¨ªamos entrevistado muchas actrices para el papel de Babi en Tres metros sobre el cielo, pero ninguna ilumin¨® la sala de ese modo¡±. As¨ª recuerda el director Fernando Gonz¨¢lez Molina la primera vez que vio a Mar¨ªa. Con el tiempo, se ha convertido en amiga, musa y compa?era. Dice el realizador que, a pesar de llevarse 12 a?os, jam¨¢s ha sentido la diferencia de edad con ella y que jam¨¢s se ha vuelto a topar con una actriz que quiera saber tanto sobre el personaje, que llegue a preguntar sobre el mismo cosas que ni siquiera al director se le hab¨ªan ocurrido. Solo la gente curiosa es valiente, y as¨ª se explica que, despu¨¦s de Tengo ganas de ti, Mar¨ªa se encerrara desnuda en un ba?o para rodar la cinta 1984 de David Trueba. ¡°Eso me parece un ejemplo perfecto de c¨®mo es y lo claro que tiene su carrera¡±, recuerda. ¡°Tiene un gran bagaje ya, se ha ido sola a Italia a rodar siendo muy joven y, sobre todo, ha vivido junto a Mario el escrutinio salvaje de la prensa. Pero, ?sabes lo m¨¢s curioso? Que despu¨¦s de estos cuatro a?os y este mill¨®n de cosas, veo ahora a Mar¨ªa y no me parece mucho m¨¢s madura que antes. Era ya as¨ª entonces¡±.

Guerrera, dulce y cari?osa

El ocho de diciembre de 2013 se estrenaba en EE UU una miniserie basada en la vida de Bonnie y Clyde. La actualizaci¨®n del modelo de los dos bandidos se acomet¨ªa a trav¨¦s de un Clyde que, producto de la elucubraci¨®n desquiciada de alg¨²n guionista psic¨®tico, era un fashionista. En una escena de la cinta, el criminal entra en una tienda de moda fina con la intenci¨®n de comprar unas camisas. La dependienta le echa un vistazo a su atuendo grunge y le pide que no toque el g¨¦nero. En vez de pegarle un tiro ¨Cen ese momento es inevitable pensar que los creadores, con un acto de violencia gratuita (gratuita porque es para llevarse unas camisas por la cara), subsanar¨¢n el error de pensar que Clyde es un lector potencial de nuestra secci¨®n El Club¨C, el tipo se va cabizbajo, para volver de madrugada, entrar en la tienda y llevarse las camisas sin provocar m¨¢s v¨ªctimas que su propia leyenda. Por su parte, Bonnie es conviertida en una feminista posmoderna que afirma no tener miedo a ser madre y que se pone a cien ajust¨¢ndose los ligueros. Le preguntamos a Fernando Gonz¨¢lez Molina c¨®mo ser¨ªa su Bonnie, porque est¨¢ claro qui¨¦n ser¨ªa. ¡°Me gustar¨ªa sacar a Mar¨ªa guerrera, dulce y cari?osa, sexi, claro, eso se supone. Creo que tiene esa mirada maravillosa que le da vida a personajes como este. Ser¨ªa una gran Bonnie¡±