Scarlett Johansson, en tierra prohibida
La actriz ficha como imagen de una empresa israel¨ª con sede en un asentamiento palestino La pol¨¦mica que ha levantado el contrato en Oriente Pr¨®ximo hace peligrar su futuro en pol¨ªtica
Scarlett Johansson est¨¢ en la diana del movimiento BDS (boicot, desinversi¨®n, sanciones), emprendido por m¨¢s de 200 entidades propalestinas y que busca bloquear cualquier colaboraci¨®n con empresas, organismos o instituciones con presencia en las colonias israel¨ªes en suelo ocupado. El motivo: la actriz acaba de convertirse en la primera embajadora mundial de Sodastream, una m¨¢quina para hacer refrescos con gas en casa, cuya principal factor¨ªa se encuentra en el pol¨ªgono industrial de Mishor Adumin, en el asentamiento cisjordano de Maale Adumim, uno de los m¨¢s grandes que existen. El anuncio que ha rodado Johansson con la firma israel¨ª se emitir¨¢ el pr¨®ximo 2 de febrero en la final de la Superbowl.
Su amadrinamiento est¨¢ generando no s¨®lo choques airados entre defensores y detractores en las principales redes sociales, sino que la prensa norteamericana ve en esta alianza con las ¡°burbujas de sangre¡±, como las califica The New York Magazine, una posible amenaza para las otras causas altruistas que desarrolla o, incluso, para un hipot¨¦tico futuro en la pol¨ªtica.
Sodastream ha elegido a la artista porque es usuaria de su dispositivo desde hace a?os y comparte con ellos los ¡°valores¡± de defensa y protecci¨®n del medio ambiente. Lo que propone la marca es usar sus filtros y as¨ª evitar la compra masiva de botellas de pl¨¢stico y la contaminaci¨®n que ello conlleva. Un fin que casa con el perfil de Johansson, p¨²blicamente comprometida con la naturaleza. Sodastream insiste constantemente en que tiene m¨¢s de 400 empleados procedentes de Cisjordania y 200 m¨¢s de Jerusal¨¦n Este, con lo que da ¡°riqueza¡± a Palestina, pero el suelo que ocupa no le corresponde, seg¨²n la cartograf¨ªa de Naciones Unidas. El movimiento BDS afirma, por ejemplo, que ahorra un 69% s¨®lo en alquileres por beneficios del Estado al instalarse en zona ocupada y, adem¨¢s, la localizaci¨®n de su f¨¢brica ¡°impide la continuidad de un futuro estado palestino¡±, porque se ubica en el cruce natural de caminos entre Ramala, Jerusal¨¦n, Jeric¨® y Bel¨¦n, explica.
El v¨ªdeo promocional previo al estreno del spot el mes que viene incluye unas declaraciones de Johansson afirmando: ¡°Lo mejor es que ya no me siento culpable cuando disfruto de bebidas en casa. No siento que es un desperdicio¡±. La expresi¨®n ¡°no me siento culpable¡± se ha vuelto ahora en su contra y est¨¢ siendo empleada por quienes rechazan su alianza con la empresa israel¨ª. ¡°Es el nuevo rostro del apartheid¡±, ¡°La letra escarlata del apartheid¡±, ¡°la bella diosa del mal¡±, se lee en los carteles expuestos en Facebook o Twitter. Frente a ellos, sus simpatizantes la aplauden por ser ¡°la oposici¨®n m¨¢s sexy al boicot¡±, ¡°una valiente defensora de los derechos de Israel¡± o ¡°la jud¨ªa m¨¢s digna de Hollywood¡±. La madre de Johansson es jud¨ªa, aunque ella nunca se haya declarado practicante.
La protagonista de Scoop ha hecho campa?a por el actual presidente norteamericano, Barack Obama, cuya administraci¨®n califica los asentamientos como un ¡°obst¨¢culo para la paz¡±, y hoy apoya a Hillary Clinton como su sucesora en la Casa Blanca, cuando la que fuera secretaria de Estado comparte el mismo discurso. El pasado octubre, la catalogada como ¡°mujer m¨¢s sexy del mundo¡± declar¨® a la revista Harper's Barzaar su deseo de dedicarse a la pol¨ªtica en unos a?os. Esta pol¨¦mica puede acarrearle problemas futuros si se entiende como un posicionamiento ideol¨®gico m¨¢s que como una simple manera de hacer negocio. Por eso, a trav¨¦s de The Hufftington Post, la actriz ha explicado que su ¡°intenci¨®n no fue nunca la de ser rostro de un movimiento social o pol¨ªtico¡± y que es partidaria de ¡°la cooperaci¨®n econ¨®mica y la interacci¨®n social entre Israel y Palestina¡±, tarea a la que cree que su anunciante contribuye, ¡°tendiendo puentes¡±.
The New Yorker -que se ha hecho eco del revuelo generado como la CNN o los medios israel¨ªes- recuerda adem¨¢s que la int¨¦rprete es embajadora de la ONG internacional Oxfam, con la que ha viajado a campamentos de refugiados de Kenia, y que su nuevo papel de embajadora de Sodastream choca con la filosof¨ªa de una asociaci¨®n altamente comprometida contra la ocupaci¨®n palestina. Oxfam, en su web, ha emitido un comunicado en el que ¡°respeta la independencia¡± de su colaboradora, pero insiste en oponerse al comercio de las colonias porque ¡°profundiza en la pobreza permanente y la negaci¨®n de derechos a la comunidad palestina¡±. Esta situaci¨®n trae a la memoria el caso de la tambi¨¦n actriz Kristin Davis (Charlotte en Sexo en Nueva York), que comenz¨® a representar a la firma de cosm¨¦ticos Ahava, igualmente instalada en un asentamiento cercano al Mar Muerto, mientras colaboraba con esta ONG. La pol¨¦mica generada por su doble apuesta se resolvi¨®, al final, abandonando Ahava y confirmando su apoyo a Oxfam.
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