La pol¨ªtica ¡®mega¡¯ de Kim Dotcom

Qu¨¦ pasar¨¢ el 20 de enero de 2015? A juzgar por lo ocurrido hasta ahora, la pregunta es pertinente. Aunque la respuesta es imprevisible. Porque, desde hace tres a?os, ese d¨ªa en la vida del millonario inform¨¢tico Kim Dotcom sucede siempre alg¨²n acontecimiento tan mega como la p¨¢gina web de almacenamiento y descarga de archivos que lanz¨® el 20 de enero del a?o pasado.

Quiz¨¢ sea la pasi¨®n del alem¨¢n por s¨ª mismo: no sorprende que un se?or que llama a su perro Dotty Com y coloca online o por su casa decenas de fotos de su cara busque celebrar su cumplea?os ¡ªque cae justo el d¨ªa despu¨¦s, el 21¡ª con alg¨²n evento inolvidable. O quiz¨¢ sea el recuerdo del primer 20 de enero importante de su vida, cuando la fiesta se la hizo Estados Unidos. Era 2012, y Dotcom (Kiel, 1974) fue detenido en su mansi¨®n en Nueva Zelanda, acusado de pirater¨ªa inform¨¢tica, lavado de dinero y asociaci¨®n criminal. La operaci¨®n, dirigida por el FBI, tambi¨¦n cerr¨® su web Megaupload, donde miles de usuarios compart¨ªan ilegalmente pel¨ªculas y canciones protegidas por los derechos de autor.

Tras una irrupci¨®n a lo mega ¡ªparadojas de la vida¡ª con helic¨®pteros y 76 agentes armados (tanto que la justicia neozelandesa, a posteriori, la declar¨® ilegal), Dotcom fue encarcelado. Poco despu¨¦s fue puesto en libertad condicional con la orden de no alejarse a m¨¢s de 80 kil¨®metros de su c¨¢rcel dorada de 22 millones de euros, vi?edos y cascadas, en los alrededores de Auckland. All¨ª, con la calderilla de unos 15.000 euros que las autoridades descongelan cada mes de sus fondos para su mujer, sus cinco hijos y su defensa, Dotcom pelea por ganar el proceso en el que EE UU pide su extradici¨®n para enfrentarle a cargos por 55 a?os de c¨¢rcel. Pero hasta ahora triunfan los retrasos: previsto para el a?o pasado, el juicio se ha aplazado tanto que muchos dudan de que termine incluso este a?o.

Se toma en serio su partido, por eso cancel¨® una fiesta con 25.000 amigos que promet¨ªa comida y diversi¨®n

Por lo pronto, 2014 ya ha tenido su 20 de enero. Y este a?o Dotcom ha organizado una celebraci¨®n triple: se ha sacado de la chistera un disco dance, una nueva p¨¢gina para escuchar m¨²sica en streaming llamada Baboom y ¡ªojo¡ª un partido pol¨ªtico. Aun as¨ª, resulta que hasta los ricos lloran, y hace unos d¨ªas el hacker asegur¨® en Twitter que se sent¨ªa ¡°muy triste¡±. La raz¨®n es que la creaci¨®n del bautizado como Partido de Internet le oblig¨® a cancelar el ¡°party party¡± ¡ªfiesta del partido, en ingl¨¦s¡ª que hab¨ªa organizado por sus 40 a?os y su bajada a la arena pol¨ªtica. Muy a pesar de los 25.000 amigos que se apuntaron en la Red al evento gratuito, las autoridades electorales miraban de reojo una fiesta que ofrecer¨ªa entretenimiento y comida, pero qui¨¦n sabe si a cambio de votos.

¡°El futuro de Nueva Zelanda es m¨¢s importante para m¨ª que una noche de diversi¨®n¡±, asegur¨®, cual estadista, Dotcom. Por lo visto, quiere ser tomado en serio y defiende que su partido ¡°activar¨¢ a los no votantes, la juventud y el electorado de Internet¡±. ?C¨®mo? A saber. Del programa se desconoce pr¨¢cticamente todo. Las ¨²nicas certezas son que Nueva Zelanda celebrar¨¢ elecciones ¡ªprobablemente en noviembre¡ª, que el alem¨¢n no podr¨¢ ser candidato al no ser ciudadano neozeland¨¦s, que a¨²n necesita el aval de 500 miembros para registrar su criatura y que, en todo caso, tendr¨¢ que alcanzar el 5% de los votos para colar al menos un representante en el Parlamento.

Desde luego, si pudieran votar sus fans en Internet, las elecciones ser¨ªan un plebiscito. Su antigua p¨¢gina, Megaupload, lleg¨® a m¨¢s de 150 millones de usuarios, y los llamados premium pagaban por un servicio mejor. Con ellos, y con las publicidades, Dotcom y sus compa?eros ¡ªhay otros tres detenidos en lucha contra la extradici¨®n¡ª acumularon hasta 135 millones de euros y causaron da?os a la industria cultural por al menos 386, seg¨²n los fiscales del Tribunal de Virginia (EE UU) que empezaron a perseguirlos. Porque, claro, muchos usuarios acud¨ªan al portal para compartir y descargar contenidos piratas. ¡°?ramos conscientes de que hab¨ªa pirater¨ªa en Megaupload¡±, admiti¨® Dotcom en una entrevista con EL PA?S en la que tambi¨¦n reconoc¨ªa que su web era un negocio. Sin embargo, y desde el minuto uno, su defensa consisti¨® en repetir que se limita a ofrecer el servicio y no es responsable de lo que los usuarios hacen con ¨¦l. Dice que no entiende por qu¨¦ tanto revuelo contra ¨¦l y no, por ejemplo, contra Google o YouTube.

Para dejarlo m¨¢s claro a¨²n, la heredera de Megaupload, bautizada con exceso de originalidad Mega, a?adi¨® un sistema de encriptaci¨®n. Es decir, si antes el usuario sub¨ªa un contenido (una pel¨ªcula, una foto, una canci¨®n¡­) y recib¨ªa un enlace para poder acceder a ello, ahora tambi¨¦n obtiene una contrase?a. ?Resultado? Nadie, ni Mega, ni Dotcom, ni el FBI, puede saber qu¨¦ hay en cada archivo, salvo el propietario de la clave. De ah¨ª que hace meses Vikram Kumar, a la saz¨®n CEO de Mega aunque ahora lidera el Partido de Internet, presumiera de que solo reciben unas 100 notificaciones al d¨ªa de contenidos retirados por violar el copyright. Ya, pero, ?qu¨¦ se esconder¨¢ detr¨¢s de las dem¨¢s contrase?as? Lo que se sabe es que las visitas a Mega han crecido de media un 18% al mes desde su nacimiento. La web recibi¨® en diciembre de 2013 ¡ª¨²ltimo dato disponible por ComScore¡ª poco menos de 20 millones de usuarios ¨²nicos, de los cuales el 32,4% procede de Am¨¦rica Latina, y el 8,4%, de Espa?a. No por nada Dotcom define este pa¨ªs como ¡°un gran mercado¡±.

Para s¨ª mismo, el alem¨¢n tiene m¨¢s definiciones. Suele decir que es ¡°desmesurado¡±, lo que cuesta contradecir: 140 kilos por dos metros, autos de lujo a gog¨®, dos condenas de c¨¢rcel (por una de ellas paso cinco meses entre rejas) por trampas financieras, y afirmaciones que van desde que podr¨ªa piratear las cuentas de Bin Laden hasta que su victoria judicial ser¨ªa la de ¡°todos¡±. Tambi¨¦n se define como un m¨¢rtir y ha intentado convertir su guerra en una lucha de ideales. Para ello suele compararse con Assange y Snowden, olvidando que las batallas del l¨ªder de Wikileaks y del exanalista de la NSA no ten¨ªan af¨¢n de lucro.

El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, prefiri¨® re¨ªrse de ¨¦l y comparar su partido con una formaci¨®n que dos c¨®micos del pa¨ªs crearon como broma en 2008. Por ahora, Dotcom no se preocupa y sigue con los mantras de siempre: hay un complot contra ¨¦l, podr¨¢ con todo y ¡°EE UU quiere colonizar Internet¡±. ?ltimamente, tambi¨¦n afirma que Baboom, su nueva p¨¢gina, revolucionar¨¢ la manera de entender la m¨²sica online y la relaci¨®n entre artistas y usuarios. Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa sea as¨ª. De momento, la web solo contiene un disco. El suyo.