La ¡®primera hermana¡¯ de Silicon Valley
Randi Zuckerberg, hermana mayor del creador de Facebook, quiere que su nombre sea igual de relevante que su apellido Su faceta como escritora la ha llevado por multitud de medios, hasta aterrizar en el foro de Davos
De la vida de Randi Zuckerberg se conocen tantos detalles personales como uno imaginar¨ªa que le corresponden a la hermana mayor del creador de Facebook. Se sabe, porque un v¨ªdeo de YouTube as¨ª lo atestigua, que en su despedida de soltera, en 2008, se desga?it¨® cantando, como tanto le gusta, ante sus amigas en el borde de una piscina. Gracias a una foto que public¨® en su Facebook se sabe tambi¨¦n que la Nochebuena de 2012 la pas¨® con todo el clan Zuckerberg. El problema es que nada de esto deber¨ªa ser p¨²blico. Toda esta informaci¨®n viene de los m¨²ltiples patinazos que esta neoyorquina de 31 a?os ha cometido en redes sociales a lo largo de los a?os. Lo que no es tan evidente es por qu¨¦ Randi estaba esta semana en el Foro Econ¨®mico Mundial de Davos. Presentaba un libro para ni?os sobre la importancia de desconectar del tel¨¦fono m¨®vil.
Esa obra, titulada?Dot, es una versi¨®n simplificada de Dot Complicated, una mezcla de libro de autoayuda digital y autobiograf¨ªa en el que Zuckerberg narra estos problemas con las redes sociales. As¨ª y todo, el tomo es menos relevante por su publicaci¨®n, en noviembre del a?o pasado, que porque haya provocado que la primera hermana de Silicon Valley est¨¦ viviendo un frenes¨ª promocional para duplicar su presencia en medios y posicionarse no tanto como escritora, que ser¨ªa su en¨¦sima reencarnaci¨®n en la esfera p¨²blica, sino para establecerse como una celebridad cuyo nombre propio es tan importante como su apellido. Para ello, est¨¢ tocando todas las teclas que han pasado por su vida, de contactos en empresas de tecnolog¨ªa a la organizaci¨®n de Davos.
No consta que Randi Jayne Zuckerberg tuviera siempre este af¨¢n de protagonismo. Fue la primog¨¦nita en el hogar familiar de Dobbs Ferry, un pueblecito de Nueva York a 40 minutos de Manhattan, y la primera en elegir educaci¨®n complementaria: en su caso fue la m¨²sica. Mark, que naci¨® dos a?os despu¨¦s, decidi¨® aprender programaci¨®n de la mano de su padre. En 1999, Randi ingres¨® en Harvard con toda la intenci¨®n de seguir centrada en sus estudios musicales. La Universidad consider¨® ¡°insuficiente su talento para la materia¡± ¨Cella misma rememor¨® esa valoraci¨®n en una entrevista a The New York Times¨C as¨ª que se conform¨® con estudiar Psicolog¨ªa, como su madre. Seguir¨ªa cantando bajo el sobrenombre de Randi Jane: la ¨²ltima vez que escondi¨® su apellido. Mark ingres¨® en Harvard en 2002 y, dos a?os despu¨¦s, los dos estaban enzarzados en sus proyectos personales. Ella, en la agencia publicitaria Ogilvy cobrando 32.000 d¨®lares anuales. ?l, en algo llamado thefacebook.com.
En 2006, Facebook estaba en los albores de la conquista mundial y Mark Zuckerberg hab¨ªa reunido un salario 12,7 millones de d¨®lares. Entonces la vida de Randi cambi¨® para siempre. Hablando por tel¨¦fono con su madre, el peque?o confes¨®: ¡°Me preocupa que Randi no tenga futuro¡±. Meses despu¨¦s, los dos hermanos negociaban un salario en un restaurante. Mark le pas¨® una oferta escrita en una servilleta: en una l¨ªnea de arriba estaba el sueldo; en la de abajo, las acciones que le ofrec¨ªa. Ella tach¨® las acciones y pidi¨® un salario mayor. ¡°Entonces no sab¨ªa que puedes participar en los beneficios de una empresa¡±, confes¨® este mes al recordar la an¨¦cdota en la revista Pret-a-Porter.
Con ese tach¨®n hab¨ªa perdido millones de d¨®lares. Pero inici¨® la fase m¨¢s c¨¦lebre de su vida: directora de marketing de Facebook. Cierto que esta fama no siempre estuvo relacionada con su trabajo. Empez¨® a ser conocida por romper a cantar en momentos inesperados durante las cenas de empresa, algo que sus empleados grababan y luego sub¨ªan a YouTube. O por desahogarse en Twitter cuando un bar de Nueva York le prohibi¨® la entrada. ¡°A ver si vuestra p¨¢gina de Facebook va a desaparecer¡±, tuite¨®. O por contarle a la prensa lo mal que le iba a Facebook en la convenci¨®n Republicana de 2010. ¡°Era el chiste de Silicon Valley¡±, explica Jason Hreha, psic¨®logo y residente del Valley desde hace a?os. ¡°Era dif¨ªcil tom¨¢rsela en serio cuando solo quer¨ªa llamar la atenci¨®n¡±.
En su defensa, de su departamento surgieron proyectos trascedentales como Facebook Live, donde lleg¨® a entrevistar a Obama y donde se emiti¨® una cobertura de las elecciones legislativas de EE UU de 2010 que le valieron una nominaci¨®n a los Emmy. Pero luego fue m¨¢s all¨¢: ¡°Escond¨ª en un armario un logo de Facebook y una c¨¢mara y me puse a hacer entrevistas a visitantes a la oficina por mi cuenta¡±, le confes¨® a The New York Times en 2011. ¡°No se lo dije a ninguno de mis superiores¡±. Ese pr¨¢ctica la llev¨® a entrevistar a Tony Blair en Davos.
Aquel mismo a?o, Randi repar¨® en que cada proyecto que ella hab¨ªa ideado acababa en manos de otros. Entonces decidi¨® dimitir (se cuentan hasta siete motivos diferentes para esa dimisi¨®n seg¨²n la entrevista que se est¨¦ leyendo; del nacimiento de su hijo cinco meses antes a estar harta de darle ideas a los dem¨¢s) y aun hoy sigue buscando su nicho. En 2012 produjo un reality sobre la vida en Silicon Valley que fracas¨® tras su primer cap¨ªtulo. Tras un a?o de silencio, ha vuelto con el libro sobre ella misma y, de paso, sobre las redes sociales. La primera frase sigue recordando la misma idea que, hace tantos, la meti¨® en el camino en el que est¨¢ hoy: ¡°Soy la hermana de Mark Zuckerberg¡±.
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