La novia gentil del hijo de Netanyahu indigna a los ultraortodoxos
Los religiosos m¨¢s integristas ven como una "cat¨¢strofe" el noviazgo entre Yair y una joven noruega procedente de una familia con una larga tradici¨®n evang¨¦lica
El hijo del primer ministro de Israel, Benjam¨ªn Netanyahu, tiene novia formal. La noticia no deber¨ªa pasar de las p¨¢ginas rosas de la prensa local, siendo lo esperable en un chaval como Yair, de 23 a?os. Pero hay una particularidad que ha convertido su relaci¨®n en noticia de primera plana y pol¨¦mica hasta en el Parlamento: su chica no es jud¨ªa. La joven Sandra Leikanger es noruega, tiene 25 a?os, estudia Comunicaci¨®n Audiovisual y procede de una familia de larga tradici¨®n evang¨¦lica. En un pa¨ªs que se cre¨® como hogar de la naci¨®n jud¨ªa, los religiosos m¨¢s integristas ven en este noviazgo una ¡°cat¨¢strofe¡±, un proceso de ¡°asimilaci¨®n¡± que pervertir¨¢ a su pueblo, una ¡°p¨¦rdida de la identidad nacional¡±. Frente a los catastrofistas, la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n, que defiende a Yair. ¡°Dejadlo tranquilo. Es su coraz¨®n el que manda¡±, titula hoy la revista Tablet.
La pareja comenz¨® a salir en julio de 2013, pero su uni¨®n no trascendi¨® hasta el pasado fin de semana, cuando el primer ministro israel¨ª acudi¨® al Foro de Davos para hablar de econom¨ªa y, en un encuentro con su hom¨®loga noruega, Erna Solberg, le comunic¨® que sus pa¨ªses ahora est¨¢n enlazados tambi¨¦n por el cari?o entre Yair y Sandra. La noticia se filtr¨® a la prensa de Oslo, donde fue acogida con curiosidad, y estall¨® luego en la israel¨ª, prendiendo de inmediato en un encendido debate. Primero trascendieron los detalles: la novia estudia en el Centro Interdisciplinario de Herzliya, al norte de Tel Aviv, hasta donde se ha trasladado porque su hermana mayor, Ida, vive en Israel tras casarse con un jud¨ªo y convertirse a la religi¨®n de su esposo. El novio ha empezado este a?o su carrera de Relaciones Internacionales en el mismo centro, tras los tres a?os obligatorios de servicio militar. En el campus lleg¨® el flechazo. Desde entonces, han dejado constancia en las redes sociales de sus salidas a la playa de Tel Aviv o Cesarea y de las quedadas con sus amigos. Todo hoy ha sido borrado ¨Cella incluso ya ha cancelado su cuenta de Facebook-, incluyendo la visita que hace pocos d¨ªas hizo Yair a Noruega para conocer a la familia de su pareja.
Luego lleg¨® la obsesi¨®n por un dato: la joven procede de una peque?a localidad costera de Noruega, Grimstad, donde los vecinos son, desde hace siglos, cristianos conservadores. Los Leikanger tambi¨¦n lo son, practicantes, seg¨²n a?ade la prensa de su pa¨ªs. Esto quiere decir que los hijos que tuviera la pareja, si la relaci¨®n avanza, no ser¨ªan jud¨ªos a menos que Sandra se convierta, ya que el juda¨ªsmo se transmite por v¨ªa materna y no influye, en cambio, la fe del padre para pasar a engrosar las filas del pueblo de Israel. ¡°Te lo recordamos: tus nietos no ser¨¢n jud¨ªos¡±, ha advertido al primer ministro Netanyahu la asociaci¨®n Lehava, destinada a evitar la ¡°asimilaci¨®n¡±, las parejas mixtas entre jud¨ªos y seguidores de otros credos, que califica la relaci¨®n entre los dos j¨®venes de ¡°repugnante¡±. Lehava ha exigido a Netanyahu padre que haga que su hijo se separe de su novia. La respuesta de la oficina del primer ministro es el silencio.
¡°Si no rompe su relaci¨®n, estar¨¢ escupiendo sobre la tumba de sus abuelos¡±, le ha advertido su t¨ªo
Ni siquiera ha habido contestaci¨®n a Hagai Ben Artzi, t¨ªo de Yair, quien le ha avisado de que, ¡°si no rompe su relaci¨®n, estar¨¢ escupiendo sobre la tumba de sus abuelos¡±, una de las declaraciones m¨¢s duras que se ha hecho contra el hijo mayor del mandatario. Ben Artzi recurre incluso al Antiguo Testamento para repudiar la elecci¨®n de su sobrino: ¡°?Es que no hay entre las hijas de tu pueblo ninguna apropiada, que vas en busca de las filisteas?¡±, se pregunta.
El partido ultrareligioso Shas, en un comunicado de su l¨ªder, Arie Deri, ha insistido en que la relaci¨®n de Yair y Sandra ¡°va m¨¢s all¨¢ de un asunto personal¡±. ¡°Hablamos del s¨ªmbolo del pueblo jud¨ªo¡±, insiste. Deri est¨¢ a la espera de una confirmaci¨®n formal del noviazgo. ¡°Dios no quiera [que sea cierto]. Si es as¨ª, ?ay de nosotros!¡±, se lamenta, temiendo que la mezcla con gentiles o goyim acabe por arruinar a su pueblo.
Israel afronta cada vez con m¨¢s frecuencia el dilema de la uni¨®n entre personas de diversas religiones, algo bastante com¨²n entre la comunidad jud¨ªa de Estados Unidos, donde estos matrimonios superan el 50%. Sin embargo, son casi nulas las parejas mixtas de jud¨ªo y musulm¨¢n, en un pa¨ªs como Israel que no reconoce a¨²n el matrimonio civil sino exclusivamente el religioso.
¡°?Mazal tov!¡±, felicidades, es lo que, gritan a los novios, frente a los radicales, columnistas como Liel Liebovitz o Michal Aharoni. ¡°Yair act¨²a por amor, no es un traidor¡±, ¡°est¨¢ eligiendo con libertad de adulto, que es clave en el juda¨ªsmo¡±, ¡°como si los padres pudieran controlar lo que hace su hijo de 20 a?os¡¡±, afirman, siguiendo una corriente mayoritaria en las calles y en los foros de Internet, alejados de los focos rigoristas. Diarios como Maariv o Haaretz recuerdan que el propio primer ministro tuvo una esposa no jud¨ªa, la segunda de ellas, Fleur Cates, brit¨¢nica, su mujer entre 1981 y 1984, que inici¨® el proceso de conversi¨®n pero nunca lo complet¨®. Netanyahu no tuvo hijos con ella y todos sus descendientes proceden de su tercera y actual esposa, Sarah, jud¨ªa israel¨ª.
Menos pol¨¦mica levant¨® un caso similar, en 2010, cuando Chelsea, hija del expresidente norteamericano Bill Clinton y su esposa Hillary, ex secretaria de Estado, se cas¨® con el economista jud¨ªo Marc Mezvinsky en Nueva York. La boda se celebr¨® por un rito mixto, jud¨ªo y metodista, con presencia de un rabino y un reverendo. Entonces algunas voces reclamaron la conversi¨®n de Chelsea, pero de una forma mucho m¨¢s edulcorada. ¡°El l¨ªder de Israel tiene que dar ejemplo¡±, replica Moshe Feiglin, diputado del Likud, el mismo partido al que pertenece Netanyahu. De momento, pese al revuelo, la pareja se mantiene unida.
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