Ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa
Hoy es un d¨ªa para recordarlo como el ¨²nico, desde el del d¨ªa de su boda, en que la infanta Cristina ha tenido algo importante que hacer
Algo hermoso de ver en febrero es el ciclo del hielo y del deshielo. Hoy, 8 de febrero, al fin escucharemos lo que el se?or Miquel Roca nos hab¨ªa prometido. Seguramente no ser¨¢ algo solemne sino m¨¢s bien en un tono templado como: ¡°La Infanta ha contestado a todas las preguntas y ha colaborado al m¨¢ximo¡±. Hoy es un d¨ªa para recordarlo como el ¨²nico, desde el d¨ªa de su boda, en que la infanta Cristina ha tenido algo importante que hacer. Porque, ?qu¨¦ hace una infanta, aparte de montar la pel¨ªcula que ha montado y poner patas arriba la Agencia Tributaria, la Fiscal¨ªa y la Corona? Es curioso que nadie recuerde las actividades sociales para las que esta contratada tanto en Fundaci¨®n La Caixa como en la Fundaci¨®n Aga Khan y es probable que no importe. El fiscal habla de lucro pasivo. La transparencia en la casa real lo primero que hizo fue ponerla al margen. Y all¨ª, en los m¨¢rgenes de la historia se la recordar¨¢ como la hija del rey que respondi¨® a las preguntas del juez Castro sobre las actividades de su empresa. Listo. Fin de una era.
Todo esto nos hab¨ªa helado la sangre. Pero ma?ana, cuando sea otro d¨ªa, pensaremos en esa otra mujer pol¨¦mica llamada Mia Farrow. Ha hecho mas pel¨ªculas que la infanta Cristina, entre ellas La semilla del diablo, haciendo historia, eso si, con su corte de pelo y cas¨¢ndose con Frank Sinatra, a su manera fue como hacerlo con el diablo. Decidi¨® adoptar ni?os ex¨®ticos adelant¨¢ndose a Angelina, Roci¨® Jurado y Pantoja, con la mala suerte de que una de las adoptadas es ahora esposa de su ex marido, Woody Allen. Soon Yi es precursora de Jos¨¦ Fernando y Chabelita en el olimpo de los hijos adoptados que quebrantan familias. Muchos creen que Mia est¨¢ detr¨¢s de una campa?a para arrebatarle el Oscar a Blue Jasmine, la ultima pel¨ªcula de Allen, manipulando a su hija Dylan para recordar p¨²blicamente los supuestos abusos que sufri¨® cuando viv¨ªan con el director. El escandalo coincide con el informe de la ONU sobre los abusos a menores en la iglesia cat¨®lica. ?Otro sin vivir! Por un lado desear¨ªamos que Mia y su hija no consigan su objetivo de da?ar la imagen del director. Y por otro quisi¨¦ramos que el informe de Naciones Unidas obligue a reaccionar al Vaticano sobre sus pecados.
Aunque ma?ana sea otro d¨ªa y dejemos atr¨¢s la cuesta de Mallorca, la cuesta de febrero se alarga. El bizarro asalto a la esposa del conductor radiof¨®nico, Paco Gonz¨¢lez, nos ha metido el miedo en el cuerpo. Fue malherida supuestamente por una joven higienista dental, obsesionada con el periodista, y que previamente hab¨ªa contratado a unos sicarios b¨²lgaros. Gracias al arrojo de testigos presenciales, los profesionales del crimen no consiguieron su prop¨®sito. La buena noticia es que en Espa?a estamos a la cabeza de la solidaridad y sabemos enfrentarnos al peligro. ??le! La mala noticia es, ?qu¨¦ puede pasar en la cabeza de una joven higienista dental para recurrir a sicarios? Es como si entre diente y diente, les preguntara su profesi¨®n y cuando responden ella decida dejarles la dentadura limp¨ªsima a cambio de un favorcito.
Con el hielo y el trasiego de sus habitantes, la finca Cantora se ha convertido en una cuesta resbaladiza. Mientras esperamos a ver si con el parto Chabelita gana la partida, acaba de aparecer un nuevo personaje en esa tierra de fuego: Miss Jessica Alba. Se trata de una fan veintea?era de Pantoja que cuelga frases emocionadas y fotos suyas con la reina de la copla. ¡°Jessica es la ¨²nica que hace re¨ªr a Isabel en estos d¨ªas tan fr¨ªos¡±, ha publicado una revista rosa. Es la constataci¨®n del magnetismo de Pantoja y de que su repertorio act¨²a como un rompehielos generacional. Pero alguien ha obligado a Jessica a cancelar sus cuentas en Twitter y Facebook. ?C¨®mo lo ha conseguido?, se preguntan muchos sabedores de que darse de baja en Facebook es casi tan dif¨ªcil como hacerlo en la iglesia cat¨®lica. ¡°Se hab¨ªa convertido en una ventana a su alma¡±, aseguraron en un pasillo de televisi¨®n.
Desde que Valerie Trierwailer abandono el Eliseo, se ha desatado una corriente de famosas que pudieran haber tenido una noche loca con un gobernante. Elizabeth Hurley, esa despampanante infanta que sintetizo el mal gusto en los a?os noventa, declar¨® l¨ªvida que jam¨¢s ha tenido nada que ver con Bill Clinton. ?Una pareja explosiva! Se entiende que Hurley no quiere perturbar a Hillary. En cambio, Wendy Murdoch, conocida como Karate Wendy desde que neutraliz¨® marcialmente un ataque dirigido a su entonces marido el magnate Rupert Murdoch, esta de moda porque Vanity Fair intercept¨® una nota con su letra donde asegura que adora a un Tony. ¡°Me gusta su piel, tiene un cuerpo fant¨¢stico, buenas piernas y culo. Y penetrantes ojos azules¡±. ?Menuda nota para haber estado tanto tiempo perdida! La descripci¨®n podr¨ªa referirse a Tony Blair y aunque el exprimer ministro brit¨¢nico ha desmentido cualquier relaci¨®n, ¨¦l deber¨ªa agradecer los piropos y en vez de conferencista millonario lo adecuado ser¨ªa escribir un libro confiando sus trucos y entrenamientos. En cualquier caso, estos son pecados de ricos, quiz¨¢s una se?al de que al final de la cuesta de Palma tocamos fondo y ahora solo queda empezar a subirla otra vez. Para volver a donde est¨¢bamos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.