En el pa¨ªs de la picaresca

M¨¢s de 300 pol¨ªticos espa?oles imputados en casos de corrupci¨®n en 2013. Ante tama?a barbaridad y antes de empezar una caza de brujas contra nuestros dirigentes, tengamos una visi¨®n m¨¢s amplia que una simple condena. Y mir¨¦monos todos un poco el ombligo.

Palabras como: corrupci¨®n, tr¨¢fico de influencias, prevaricaci¨®n, cohecho, malversaci¨®n de fondos, enchufismo... Suenan mal cuando se ponen en los medios y todos no echamos las manos a la cabeza. Pero traducidas al ¡°rom¨¢n paladino¡± y aplicadas en un contexto cercano, cuando empezamos a hablar de: echar un cable a los allegados, privilegios del mando, una comisi¨®n por mis servicios, intereses comunes, saber moverse, vista para los negocios... ya empieza a cambiar nuestra perspectiva y no nos parece tan mal, incluso nos parecen cosas aceptables.

?Ese es el problema! Porque en el fondo los pol¨ªticos no son m¨¢s que un reflejo de nuestra sociedad, y cada uno act¨²a a su medida. Mientras no se cambien los valores sociales e interioricemos palabras como: intereses colectivos, honestidad, ¨¦tica, honradez, discreci¨®n, profesionalidad, trabajo, constancia... como los ¨²nicos exigibles ¡ªempezando por nosotros mismos, en nuestro d¨ªa a d¨ªa¡ª, no habr¨¢ nada que hacer. Todo lo dem¨¢s ser¨¢ un continuo tira y afloja.

Pensemos que este es el pa¨ªs que elev¨® la novela picaresca a categor¨ªa literaria como reflejo de la sociedad. Y con todos los honores.¡ª Rafael Iturgaiz Mart¨ªnez.?