Espa?a persigue el modelo alem¨¢n
La competitividad germana se basa en su elevado nivel tecnol¨®gico
En t¨¦rminos generales, lo que la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno ha pretendido es convertir Espa?a en una especie de ¡°Alemania del Mediterr¨¢neo sur¡±. Y se entiende por qu¨¦. En tanto que la econom¨ªa espa?ola se contrajo casi en un 7% entre 2008 y 2013, despu¨¦s del derrumbe de un modelo econ¨®mico descompensado, excesivamente basado en el ladrillo, y de que la tasa de paro desestacionalizado se multiplicara por tres, y m¨¢s, hasta alcanzar el 26% (el n¨²mero de empleos en la construcci¨®n se desplom¨®, pasando de 2,4 millones a 1), la econom¨ªa alemana creci¨® un 3% y su tasa de paro se redujo hasta el 6,9%. ?Hasta d¨®nde ha avanzado Espa?a en el plan del Gobierno?
El ¨¦xito m¨¢s notable se ha observado en la exportaci¨®n de bienes y servicios (sobre todo los primeros), cuyo porcentaje del PIB aument¨® significativamente hasta alcanzar alrededor del 35% en 2013. A Espa?a a¨²n le queda mucho para alcanzar a la locomotora exportadora germana (50% del PIB), pero avanza en la direcci¨®n adecuada. El incremento de las exportaciones espa?olas, alentado por la mejora de la productividad y la competitividad, conseguida gracias a reducciones o congelaciones salariales, ha sido m¨¢s r¨¢pido que el de Alemania, aunque su base sea mucho menor, y el pron¨®stico es que aumente de nuevo este a?o.
En 2012 los costes laborales unitarios relativos (CLUR) de Espa?a se situaron por debajo de los de Alemania por primera vez desde 2005 (seg¨²n el indicador que en ese a?o fija en 100 el punto de partida com¨²n). Esos costes continuaron cayendo en 2013 y el pron¨®stico es que la tendencia siga este a?o, en tanto que los alemanes crecen. Sin embargo, la competitividad de Alemania no solo se debe a sus costes salariales, sino fundamentalmente a su elevado nivel tecnol¨®gico (el gasto alem¨¢n en I+D se sit¨²a en el 2,3% de PIB, frente al 1,3% de Espa?a) y a la calidad de sus productos.
Adem¨¢s, seg¨²n las ¨²ltimas cifras de la OCDE, los espa?oles trabajaron un promedio de 1.686 horas en 2012, 289 m¨¢s que los alemanes, lo cual desmiente la extendida percepci¨®n de que Alemania ¡°mantiene¡± a un pa¨ªs de siesta y fiesta.
No obstante, Espa?a sigue estando lejos del modelo alem¨¢n. En 2012, el peso de la industria espa?ola (incluyendo energ¨ªa, pero no construcci¨®n) era del 17,4% del PIB frente al 25,8% de Alemania, y en 2011 (¨²ltimo dato) solo un 5,9% del total de las empresas espa?olas eran pymes o grandes conglomerados (el 18,2% en Alemania). Seg¨²n el ¨²ltimo informe Ease of doing business (Facilidad para hacer negocios) del Banco Mundial, en Alemania hacen falta 14 d¨ªas para poner en marcha una empresa, frente a los 23 de Espa?a. El r¨¦gimen fiscal tambi¨¦n es d¨¦bil: seg¨²n las previsiones de la OCDE, en 2014 los ingresos p¨²blicos espa?oles se situar¨¢n en un 36,4% del PIB (44,8% en Alemania).
Los espa?oles trabajaron un promedio de 1.686 horas en 2012, 289 m¨¢s que los alemanes, lo cual desmiente el t¨®pico? de que Alemania ¡°mantiene¡± a un pa¨ªs de siesta y fiesta
Adem¨¢s, a pesar de las reformas ¡°liberales¡± del Gobierno, Espa?a perdi¨® tres puestos (pasando del 46? al 49?, de una lista de 165 pa¨ªses) en el ?ndice 2014 de Libertad Econ¨®mica de la Heritage Foundation, un think tank conservador estadounidense. Alemania aparece en el puesto 18?.
La diferencia m¨¢s flagrante entre Espa?a y Alemania es la brecha existente entre sus ¨ªndices de paro. La gravedad de la crisis de desempleo espa?ola ha llegado a tal punto que en 2013 el pa¨ªs, que representa alrededor del 11% del PIB de la eurozona y tiene 47 millones de habitantes, ten¨ªa el 31% del total de parados del ¨¢rea (5,9 millones), en tanto que Alemania (con 82 millones de habitantes y el 30% del PIB) solo ten¨ªa al 15% (2,9 millones). Esta desproporci¨®n no puede achacarse al sistema de kurzarbeit germano (seg¨²n el cual las empresas se comprometen a evitar los despidos, optando m¨¢s bien por reducir sus jornadas laborales, en tanto que el Gobierno compensa una parte de los ingresos que pierden los trabajadores), ni tampoco a la legislaci¨®n laboral espa?ola.
Ni siquiera cuando la econom¨ªa espa?ola crec¨ªa a buen ritmo antes de la crisis, dej¨® la tasa de desempleo de situarse de manera sostenida por encima del 8% (un punto por encima de la tasa alemana actual), lo cual sugiere que el mercado laboral es estructuralmente disfuncional. Este problema tiene que ver con el modelo econ¨®mico y, a su vez, con un sistema educativo que produce ¨ªndices excesivos de abandono escolar.
No es extra?o que Alemania se haya convertido en el pa¨ªs favorito de parados j¨®venes espa?oles, con frecuencia bien formados. La efusi¨®n hacia Alemania es copiosa, pero tambi¨¦n el n¨²mero de los que regresan sin ser capaces de encontrar un empleo adecuado (se calcula que dos de cada tres emigrados acaba volviendo). Seg¨²n la Agencia Federal de Empleo de Alemania, en 2012 hab¨ªa all¨ª casi 50.000 espa?oles con empleo, lo cual no constituye una cifra enorme y desde luego no es un ¨¦xodo.
El desaf¨ªo al que se enfrenta Espa?a es el de crear un modelo econ¨®mico sostenible, distinto al que se ha venido abajo, para que la gente no sienta la necesidad de emigrar.
William Chislett es autor de Spain: What everyone needs to know, publicado por Oxford University Press en el a?o 2013.
Traducci¨®n de Jes¨²s Cu¨¦llar Menezo.
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