Los ultraortodoxos se plantan contra Natalie Portman
Se oponen a su primera pel¨ªcula como directora que se rueda en el centro de Jerusal¨¦n porque puede contener escenas que alteren a los m¨¢s religiosos
Natalie Portman lo intenta. Confiesa en sus entrevistas m¨¢s recientes que quiere ¡°crecer¡± en el juda¨ªsmo y ha convencido incluso a su esposo, el core¨®grafo y bailar¨ªn franc¨¦s Benjamin Millepied, para que se convierta a su fe, pero ni por esas se congracia con las ramas m¨¢s ortodoxas de su comunidad. Por eso se ha conocido que los jud¨ªos ultraortodoxos de Nahlaot, un barrio del centro de Jerusal¨¦n, han pedido al Ayuntamiento que cancele el rodaje de la pel¨ªcula Una historia de amor y oscuridad, la primera cinta de Portman como directora. Sostienen que no se les ha pedido permiso, que la grabaci¨®n puede contener escenas que alteren a los m¨¢s religiosos y que la presencia de los actores cerca de sinagogas y escuelas talm¨²dicas ¨Clas conocidas como yeshivot- pueden alterar en exceso su modo de vida.
Seg¨²n ha desvelado el Canal 10 de la televisi¨®n israel¨ª, los haredim se han quejado al Consistorio a trav¨¦s de una carta. Explican que ¡°las escenas que se est¨¢n grabando deber¨ªan haber sido examinadas antes para garantizar que no ofenden la sensibilidad de nadie¡± y que los int¨¦rpretes se mueven por zonas sagradas en las que su actividad puede atentar contra sus costumbres, en un barrio cuyo coraz¨®n lo componen jud¨ªos de origen sefard¨ª ¨Call¨ª se imprimieron, por ejemplo, los primeros peri¨®dicos en ladino- pero donde cada vez es mayor la presencia de j¨®venes laicos.
La teniente de alcalde Rachel Azaria ha explicado a esta emisora que los productores de Portman obtuvieron todos los permisos municipales para rodar en Nahlaot, pero que es el Ayuntamiento el que no ha informado a los vecinos. Pese a ello, ha indicado a los ultraortodoxos que tanto los actores como el equipo vestir¨¢n y se comportar¨¢n de forma modesta. Sin embargo, los muros del barrio ya reflejan el malestar de los residentes, con grafitis como ¡°Extranjeros fuera¡± o ¡°No queremos inmorales¡±, spray negro que pinta las calles Shilo y Tavor a esta hora de la tarde. De momento se han abierto negociaciones con varios l¨ªderes locales para que el rodaje se desarrolle sin m¨¢s pol¨¦mica, pero no hay intenci¨®n de detenerlo definitivamente, informan fuentes municipales.
Azaria reconoce que ¡°existe una tensi¨®n constante en Jerusal¨¦n por la diversidad que alberga la ciudad y la determinaci¨®n de algunos sectores para impedir dicha diversidad¡±; precisamente las presiones de los haredim terminan por imponerse cada vez con m¨¢s frecuencia, por ejemplo, con las limitaciones a restaurantes o centros de ocio que quieren abrir en shabat, el d¨ªa de descanso sagrado del juda¨ªsmo.
Judith Aghion, una vecina, ama de casa y madre de cuatro hijos, no ve bien que se llame ¡°extranjera¡± a Portman ¨C¡°Me han dicho que ya la han visto y que est¨¢ embarazada. ?Es verdad?, pregunta de pronto-, pero lamenta que no haya contado con los residentes para ¡°adecuar¡± la historia al escenario. ¡°No s¨¦ qu¨¦ quiere contar, pero temo que, pese a ser jud¨ªa, pueda incurrir en alguna ofensa¡±, afirma. La historia en que se basa la pel¨ªcula es la autobiograf¨ªa del escritor Amos Oz, Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras en 2007, nada escandalosa. El universitario Nimrod Levinson, reciente vecino, cargado de bolsas del cercano mercado de Mahane Yehuda, rechaza de plano la pol¨¦mica. ¡°El barrio est¨¢ cambiando. No podemos anclarnos en el pasado. Veamos lo bueno: la pel¨ªcula nos va a dar publicidad en el mundo entero¡±, defiende.
Portman ya tiene una experiencia notable de enfrentamientos no buscados con los m¨¢s rigoristas. En 2005 los incomod¨® al rodar una escena en la que deb¨ªa besar al actor israel¨ª Aki Avni ante el Muro de las Lamentaciones, el lugar m¨¢s venerado por los jud¨ªos. Estaba a las ¨®rdenes del director local Amos Gitai, que grababa su pel¨ªcula Zona libre. Un grupo de haredim comenz¨® a gritarles y a abuchearles y la Polic¨ªa tuvo que intervenir. Este tipo de contacto f¨ªsico est¨¢ vetado en la sinagoga al aire libre que es el Kotel, que incluso separa con una celos¨ªa de metal a hombres y mujeres. Portman y su compa?ero tuvieron que marcharse. La escena se grab¨® m¨¢s tarde, a altas horas, pero no se incluy¨® nunca en el metraje final. ¡°Fue un error¡±, se disculp¨® m¨¢s tarde la int¨¦rprete, nacida en Jerusal¨¦n.
Adem¨¢s, la actriz tambi¨¦n tuvo problemas en el rodaje de uno de los 12 cortos que componen Nueva York, te quiero, en el que interpretaba precisamente a una mujer ultraortodoxa. Su compa?ero de reparto, Abe Karpen, religioso en la vida real, tuvo que abandonar la cinta por las presiones de su comunidad. No pod¨ªa ni cogerle la mano a Portman y lo amenazaron con sacar a sus hijos del colegio si segu¨ªa con el proyecto.
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