La tienda que resolvi¨® el misterio

Si entran en las tiendas m¨¢s recientes de Loewe ver¨¢n, traducidas en ciertos detalles decorativos, esos valores sencillos que escritos suenan cursis pero hoy intetamos recuperar: las tapicer¨ªas en color tostado recuerdan al sol y al albero, una mosquitera de cuero invoca la tradici¨®n artesana¡­ Por mucho que suene arriesgado tomar una tienda de lujo como ejemplo de las bondades de un pa¨ªs, Loewe tiene antecedentes que lo justifican. En 1960, cuando Espa?a se recuperaba de la largu¨ªsima posguerra, inaugur¨® la primera de una serie de tiendas que nos hicieron avanzar veinte a?os de golpe. Estaba en la calle Serrano, de Madrid, y la hab¨ªa dise?ado el prometedor arquitecto Javier Carvajal (Barcelona, 1926-Madrid, 2013). Enrique Loewe, que empez¨® a trabajar en la empresa de su familia en esa ¨¦poca, las recuerda: ¡°Ten¨ªan los escaparates abiertos, hab¨ªa continuidad entre el interior y el exterior... La tienda era un misterio, y ¨¦l lo resolvi¨®¡±.

Carvajal rompi¨® con la opulencia y el secretismo de los establecimientos de la posguerra, pero el alcance del proyecto era m¨¢s profundo. ¡°Recuper¨® la artesan¨ªa, la tradici¨®n, la sobriedad, el lujo de los materiales. Busc¨® un desamaneramiento de la historia de la casa y la devolvi¨® a su realidad esencial: la cultura espa?ola¡±, contin¨²a Enrique Loewe. Eso s¨ª, tan depurada y actualizada que la firma se hizo asidua de las publicaciones de arquitectura de la ¨¦poca, consiguiendo ese tipo de prestigio que solo te pueden dar lobbies ajenos. Loewe lo resume entre risas: ¡°Fue una patada en el trasero, pero de modernidad. Darle a una empresa cl¨¢sica ese empuje fue algo maravilloso¡±.

Lo mejor es que el c¨®digo que Javier Carvajal desarroll¨® para la firma no part¨ªa de un briefing, sino del instinto. Esa adaptaci¨®n del dise?o n¨®rdico al esp¨ªritu local le sirvi¨® como ensayo para el pabell¨®n espa?ol de la Exposici¨®n Universal de Nueva York de 1964, que recibi¨® el Premio Internacional de Arquitectura. El barcelon¨¦s muri¨® el pasado mes de junio. Hoy no existe ninguno de los locales que dise?¨®, pero ¡°queda la esencia. En Espa?a no hubo Revoluci¨®n Francesa, no hubo un paso gradual a la modernidad. Pero nosotros tuvimos la revoluci¨®n Carvajal¡±.