Pellizcos de monja
La tibieza europea ante la decisi¨®n suiza de limitar la circulaci¨®n de personas causa gran alarma
La tibieza con la que, en general, las instituciones de la UE han respondido al refer¨¦ndum celebrado en Suiza por el que se limita la libertad de circulaci¨®n de personas ¡ªuno de los pilares fundamentales de la Europa unida¡ª ha causado escalofr¨ªos entre los m¨¢s europe¨ªstas. Recordemos: en un refer¨¦ndum celebrado el pasado domingo, una mayor¨ªa de ciudadanos suizos aprob¨® imponer cuotas de entrada a los vecinos europeos.
Esos europe¨ªstas piensan lo siguiente: si sucede esto y la UE contesta tan solo con declaraciones como ¡°Bruselas examinar¨¢ las implicaciones que tiene esta iniciativa en el conjunto de una relaci¨®n entre la UE y Suiza¡± (comunicado oficial de la Comisi¨®n Europea), por qu¨¦ no podr¨ªa repetirse tan floja y escasa reacci¨®n a otros problemas como, por ejemplo, las propuestas de secesi¨®n de Estados de la Uni¨®n, o las cortapisas que tambi¨¦n pretende introducir Reino Unido.
Para evitarlo, fijan su mirada en las elecciones al Parlamento Europeo del pr¨®ximo mes de mayo, una c¨¢mara que tendr¨¢ m¨¢s poder que nunca, aunque muchos todav¨ªa no se hayan dado cuenta de ello. Por ejemplo, de su composici¨®n y capacidad de pacto depender¨¢ el nombramiento del presidente de la nueva Comisi¨®n Europea, el poder ejecutivo. El Consejo Europeo ¡ªla reuni¨®n de los jefes de Gobierno de los pa¨ªses de la UE¡ª no podr¨¢ obviar la opini¨®n del Parlamento, so pena de violentar la voluntad ciudadana, algo dif¨ªcil de admitir en tiempos de desafecci¨®n.
Hace varias semanas, los tres presidentes espa?oles que ha tenido el Europarlamento (el popular ?lvaro Gil Robles, y los socialistas Enrique Bar¨®n y Jos¨¦ Borrell) hicieron p¨²blico un Manifiesto por unas elecciones para votar un verdadero Gobierno europeo, cuyo contenido parec¨ªa adivinar la tibieza de Bruselas frente a Suiza cuando escriben: ¡°Las respuestas que hasta la fecha han dado las instituciones europeas, constituyendo pasos importantes, no son suficientes y, sobre todo, no son lo r¨¢pidas que requiere la situaci¨®n para solucionar los problemas de los ciudadanos (...). Ya ha pasado el momento de las palabras que solo prometen, de las aparentes decisiones que tan solo retrasan las soluciones, los an¨¢lisis est¨¦riles¡±.
El lenguaje del Manifiesto ¡ª?bendito sea!¡ª no se parece casi nada al habitual comunitario. El primer problema que menciona es el del paro europeo (¡°indignante situaci¨®n¡±) y llama a la defensa del impuesto sobre las transacciones financieras, tan criticado por los lobbies bancarios y sus defensores en los Gobiernos nacionales; a la defensa del Programa Erasmus (¡°que tiene un rendimiento gigantesco de cara a hacer una realidad la experiencia de la ciudadan¨ªa europea¡±), y a la creaci¨®n de grandes infraestructuras y redes transeuropeas cuyas financiaciones ¡°sean tan importantes como las que se han movilizado en los rescates¡±.
Quiz¨¢ solo as¨ª se pueda levantar tan alta abstenci¨®n a las elecciones europeas como prev¨¦n todos los sondeos.
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