?Qui¨¦n pone en riesgo el catal¨¢n?
La Generalitat hace pol¨ªtica con el idioma y favorece el monoling¨¹ismo
?Recientemente, un amigo brit¨¢nico residente en Barcelona se apunt¨® a unas clases de catal¨¢n para adultos organizadas por la Generalitat. En las clases, se encontr¨® con una sorpresa desagradable: no se permit¨ªa comparar el catal¨¢n con el espa?ol. Cuando ¨¦l u otro alumno se refer¨ªan al espa?ol, la profesora les replicaba que era una clase de catal¨¢n y que dejaran de mencionar el espa?ol.
Mi amigo decidi¨® dejar las clases porque entendi¨® que no le estaba permitido realizar un proceso psicoling¨¹¨ªstico normal: apoyarse en las otras lenguas que conoce, el espa?ol en este caso, para avanzar con el catal¨¢n. Mi amigo razon¨® que en estas clases de la Generalitat no se ense?a la lengua de la manera m¨¢s adecuada para los alumnos sino que se hace pol¨ªtica. Su actitud hacia el catal¨¢n cambi¨®, qued¨® te?ida por esta mala experiencia y ahora se comunica pr¨¢cticamente siempre en espa?ol.
El causante de que mi amigo abandonara su deseo por aprender catal¨¢n no fue el Gobierno espa?ol ni el Tribunal Constitucional ni el PSOE. Fue la propia Generalitat con su pol¨ªtica de negaci¨®n del espa?ol.
Esta an¨¦cdota no es un caso aislado sino que es ilustrativa de lo que sucede en Catalu?a desde hace muchos a?os: tenemos una pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que, en lugar de despertar el deseo de los hablantes de otras lenguas por el catal¨¢n, acaba causando en muchos de ellos un rechazo y una desgana por esta lengua.
La Generalitat y las instituciones de promoci¨®n del catal¨¢n nos dicen a menudo que el catal¨¢n est¨¢ en peligro y es una lengua amenazada. Efectivamente, pero el peligro no proviene de fuera, de un enemigo externo. M¨¢s bien, los hechos muestran que son ellos mismos los que lo ponen en riesgo al politizarlo y enfrentarlo constantemente con el espa?ol. Lo amenazan cuando lo convierten en la lengua-¨²nica de la comunidad y fingen que el espa?ol no existe.
Los tribunales no atacan el catal¨¢n; ni siquiera lo ponen en riesgo; la mayor amenaza la tenemos en casa
La pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de la Generalitat est¨¢ basada en obligar a usar el catal¨¢n en lugar de invitar a hacerlo y est¨¢ orientada hacia el monoling¨¹ismo. Es decir, no se promueve el catal¨¢n dentro de un marco de aceptaci¨®n de la realidad biling¨¹e de Catalu?a sino que el empe?o est¨¢ en mantener la presencia exclusiva del catal¨¢n en tantos ¨¢mbitos de la sociedad como sea posible. Este tipo de pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica supone, a la larga, una amenaza para el catal¨¢n ya que resulta avasalladora para muchos hablantes del espa?ol y de otras lenguas, adem¨¢s de muy inc¨®moda para una parte de los catalanohablantes natos. Es una pol¨ªtica que busca vencer m¨¢s que convencer.
Desde hace unas semanas nos encontramos de nuevo con una situaci¨®n en la que, en realidad, es la propia Generalitat la que vuelve a poner en riesgo el catal¨¢n con su inflexible defensa del monoling¨¹ismo en las escuelas. Como es sabido, el pasado 31 de enero el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) dict¨® cinco autos en los que insta a cinco escuelas de Catalu?a a impartir el 25% de las clases en espa?ol. Despu¨¦s de una larga serie de sentencias a favor de una t¨ªmida ense?anza biling¨¹e por parte del Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo y el TSJC, todas ellas ignoradas por la Generalitat, el TSJC decidi¨® fijar los m¨ªnimos en espa?ol. La Generalitat ha interpuesto un recurso a este fallo y ha cuestionado las razones del TSJC. Llevamos semanas oyendo que los tribunales est¨¢n atacando el catal¨¢n y quieren acabar con ¨¦l.
?Este fallo del TSJC implica atacar el catal¨¢n? ?Por qu¨¦? Actualmente tenemos una ense?anza monoling¨¹e en catal¨¢n, obligatoria para todos los alumnos. Introducir una asignatura en espa?ol para lograr un mejor aprendizaje de esta lengua no puede considerarse, claramente, ning¨²n ataque al catal¨¢n, a no ser que uno se mueva por intereses pol¨ªticos.
Hace unos a?os, el exconsejero de Educaci¨®n Ernest Maragall dijo que todos los ni?os de Catalu?a deb¨ªan amar el catal¨¢n y hacerlo suyo, tanto si era su lengua materna como si no. Compartimos plenamente este objetivo. Sin embargo, esta meta dif¨ªcilmente se alcanzar¨¢ rechazando la presencia del espa?ol junto con el catal¨¢n en las aulas. Todos los datos internacionales que tenemos sobre el aprendizaje de lenguas en la escuela nos muestran que si un sistema educativo quiere ense?ar en una lengua distinta de la lengua materna de muchos de los alumnos y quiere que estos se interesen por esta lengua y la hagan suya, lo primero que tiene que hacer este sistema es valorar y respetar la lengua materna de estos alumnos.
La mitad de los alumnos de Catalu?a tiene el espa?ol como lengua materna. ?C¨®mo deben de sentirse muchos de ellos y sus familias cuando oyen que el Gobierno catal¨¢n mover¨¢ cielo y tierra para que nadie pueda hacer un trabajo escrito o una presentaci¨®n oral en espa?ol en las aulas? ?Es esta la mejor manera de lograr que estos alumnos se interesen por el catal¨¢n y lo usen de manera voluntaria? Est¨¢ claro que no.
Los tribunales no atacan el catal¨¢n; ni siquiera lo ponen en riesgo. Lo que realmente nos muestran los hechos es que la mayor amenaza para el catal¨¢n la tenemos en casa.
Merc¨¨ Vilarrubias es catedr¨¢tica de Lengua Inglesa en la Escuela Oficial de Idiomas Drassanes de Barcelona y autora del libro Sumar y no restar. Razones para introducir una educaci¨®n biling¨¹e en Catalu?a (editorial Montesinos).
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