"Mi primer recuerdo en Espa?a es abrir un grifo y que saliera agua"
Seis a?os ten¨ªa Emlajut Majlul cuando pis¨® la localidad alicantina de Elche. Viajaba con otros ni?os saharauis como ella que iban a pasar un verano con familias espa?olas dentro de un programa de acogida. Unas pruebas m¨¦dicas fueron la raz¨®n de que se quedara en Espa?a, hasta que la escolarizaron en el colegio y, despu¨¦s, en el instituto y en la universidad. A sus 28 a?os, vive desde hace tres en Antequera con su marido y es voluntaria de la ONG M¨¢laga Acoge. A ellos les concede esta entrevista dentro de la campa?a Todas las piezas son importantes, destinado a visibilizar la diversidad cultural de esta provincia andaluza.
?Recuerda aquel primer intercambio hace m¨¢s de dos d¨¦cadas?
S¨ª, claro, me acuerdo de todo. Es que hay un contraste grand¨ªsimo entre los campamentos del S¨¢hara y Espa?a. Mi primer recuerdo es abrir un grifo y que saliera agua o darle a un interruptor y que hubiera luz. Era algo tan simple aqu¨ª... Y all¨ª, para nosotros, no hay nada de eso: ni luz ni agua; Y en la calle es todo desierto, mientras que aqu¨ª hay coches, vegetaci¨®n¡
?Y de sus primeros d¨ªas en el colegio?
Al principio todo me parec¨ªa raro: no sab¨ªa casi castellano y todo era muy complicado. Pero me acogieron muy bien, claro, y todos ten¨ªan la curiosidad por saber qui¨¦n era yo. Recuerdo que me sentaron entre dos chicas zurdas y nosotros que en ¨¢rabe escribimos de derecha a izquierda y ellas escrib¨ªan de izquierda a derecha y con la mano izquierda, yo dec¨ªa ¡°?Ay! ?Voy a tener que aprender a escribir con la otra mano!¡± Hasta que la profesora me explic¨® que no, que no era as¨ª. Todos, la verdad, me trataron muy bien. Y los padres de mis compa?eros tambi¨¦n explicaban a sus hijos todo el problema del S¨¢hara, la situaci¨®n, de d¨®nde ven¨ªa yo¡ Y todo era m¨¢s f¨¢cil, me ten¨ªan mucho cari?o. Y tengo a¨²n compa?eros del colegio con los que tengo mucho contacto.
Cuando vino por primera vez, ?Pensaba que se quedar¨ªa en Espa?a?
En realidad fue todo un poco raro. Y era muy peque?a y desde siempre estaba algo as¨ª como partida: ten¨ªa mi familia y mi gente all¨ª, pero aqu¨ª tambi¨¦n ten¨ªa otra familia. Era tambi¨¦n raro tener tantas cosas aqu¨ª y all¨ª no tener nada, era algo que me hac¨ªa tener el coraz¨®n partido entre los dos sitios. Decidieron por m¨ª, porque yo era peque?a, pero yo ya quise seguir estudiando: cuando vas creciendo te vas dando cuenta de las cosas y empez¨® a gustarme esto. Tambi¨¦n lo vi como una manera de ayudar all¨ª. Yo vi que, si aqu¨ª estudiaba y trabajaba, pod¨ªa ayudar en el S¨¢hara, de ah¨ª que estudiara Trabajo Social. A¨²n estoy terminando la carrera, aunque s¨ª que he trabajado ya de varias cosas.
?Por qu¨¦ Trabajo Social?
Es algo que van conmigo. Y me gusta. Me apetece ayudar y estudiar me servir¨¢ para saber c¨®mo se puede dar mejor esa ayuda a la gente. Y, de alguna manera, creo que as¨ª podr¨¦ hacer algo alg¨²n d¨ªa en mi pa¨ªs.
?Cu¨¢ndo lleg¨® a Antequera?
Vine hace tres a?os. Me cas¨¦ y mi marido estaba aqu¨ª trabajando, as¨ª que me vine con ¨¦l. Como yo estaba estudiando por la UNED y pod¨ªa moverme, pues decidir venir. El pueblo me gusta mucho, la verdad, y tambi¨¦n la gente, que es muy agradable y acogedora. Cuando llegu¨¦, adem¨¢s, conoc¨ª a Jos¨¦ Antonio Rojo, que me present¨® a la gente de M¨¢laga Acoge y ahora tambi¨¦n soy voluntaria de la asociaci¨®n. Y echo una mano en lo que haga falta.
?Ha vuelto al S¨¢hara?
S¨ª, claro, cada a?o. Es algo que tengo que hacer: cada vez que puedo. voy. Ahora voy un mes entero s¨®lo una vez al a?o, porque la econom¨ªa es lo ¨²nico que me permite. Pero all¨ª tengo a mi madre, mis hermanos¡ Y voy todos los a?os.
?C¨®mo es el reencuentro?
All¨ª me encuentro con mi familia, mi ambiente¡ Llevo m¨¢s a?os en Espa?a que all¨ª, pero all¨ª est¨¢ mi familia. Siempre que voy, cuando vuelvo a Espa?a me paso una semana sin casi estar aqu¨ª, con la familia en la cabeza¡ La vida all¨ª es muy dura.
?Has visto cambiar mucho los campamentos saharauis en estos ¨²ltimos a?os?
No, ah¨ª las cosas siguen como hace muchos a?os. La gente vive en las haimas o casas de barro gracias a una ayuda humanitaria que va cada vez a menos con la situaci¨®n de crisis que hay en general. Antes iba, adem¨¢s, mucha m¨¢s gente a ayudar, pero ahora tambi¨¦n a los cooperantes les ponen cada vez m¨¢s trabas¡ Es un problema que no quieren cambiar.
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