El exc¨¦ntrico millonario quiere llevarse su Van Dyck a casa
James Stunt, el marido de Petra Ecclestone, est¨¢ enfrentado con la National Portrait Gallery, que intenta retener en Reino Unido el autorretrado del pintor El coleccionista compite en cuadros con las obras de la Corona brit¨¢nica
James Stunt, el marido de la millonaria Petra Ecclestone, es la pieza clave en la pol¨¦mica sobre el ¨²ltimo autorretrato de Van Dyck que se encuentra retenido en suelo brit¨¢nico. El empresario y coleccionista de arte compr¨® el a?o pasado la obra por unos 15 millones de euros. Tras zanjar la compra, Stunt quiso llev¨¢rsela a la mansi¨®n que comparte con su mujer en Los ?ngeles, pero al tratarse de un bien cultural, las autoridades brit¨¢nicas revocaron su licencia de exportaci¨®n y detuvieron su salida fuera del pa¨ªs. Fue entonces cuando la National Portrait Gallery se decidi¨® a encabezar una campa?a para recaudar la cantidad necesaria y retener la pintura. A la iniciativa se ha sumado la duquesa de Cambridge, presidenta de honor del museo londinense. La galer¨ªa ha conseguido hasta ahora un tercio de la cantidad necesaria gracias a las donaciones del p¨²blico. Tiene de plazo hasta el mes de julio para conseguir todo el dinero, fecha en que la licencia de exportaci¨®n ser¨¢ revisada.
La iniciativa, que clama al patriotismo art¨ªstico de los brit¨¢nicos, llega a destiempo. La pintura se encontraba en manos de la colecci¨®n privada de la familia del conde Jersey desde hac¨ªa cuatro siglos y en 2009 se puso a la venta en la casa de subastas Sotheby?s por unos 10 millones de euros. Van Dyck fue uno de de los artistas m¨¢s importantes del siglo XVII brit¨¢nico, ya que fue pintor de la corte de Carlos I. El retrato, que hab¨ªa sido expuesto en una popular retrospectiva sobre el autor en Tate Britan, era de sobra conocido por el p¨²blico. La National Portrait Gallery estaba interesada en su compra pero no consigui¨® fondos, no puso en marcha campa?a alguna y la obra termin¨® en manos del coleccionista estadounidense Alfred Bader y su socio, el marchante de antig¨¹edades y personalidad televisiva Philip Mould.
El cuadro se encontraba en la galer¨ªa de Mould hasta que James Stunt lo adquiri¨® por 5 millones m¨¢s de su precio anterior. Si el p¨²blico finalmente aporta la cantidad requerida, la diferencia ir¨¢ a parar al bolsillo de estos marchantes, algo que denuncian cr¨ªticos de arte como Waldemar Januszczak, de The Times.
Stunt, que amas¨® su fortuna personal con los negocios del juego, el flete transatl¨¢ntico y la miner¨ªa, es un tipo curioso, m¨¢s incluso que su derrochadora esposa Petra, hija y heredera del due?o de la f¨®rmula 1 Bernie Ecclestone. A sus 30 a?os, Stunt colecciona autom¨®viles de lujo y vinos vintage. Pero no abre ninguna de sus botellas de Petrus o Chateau Lafitte para disfrute propio, porque es abstemio desde la adolescencia. ¡°No lo entiendo, pero todos tenemos nuestras cosas¡± declar¨® Petra.
Aunque la pugna por el van dyck podr¨ªa verse como un enfrentamiento entre Kate Middleton y la millonaria Ecclestone - dos princesas de diversa ¨ªndole la realidad es que es el propio Stunt el que mantiene una rivalidad art¨ªstica con la casa real brit¨¢nica. El empresario colecciona obras de retratistas como Van Dyck, Godfrey Kneller y Peter Lely. En una entrevista a la revista estadounidense W asegur¨® que le faltan cinco retratos del pintor de la corte Peter Lely para igualar su colecci¨®n a la de la reina de Inglaterra.
Petra tolera la afici¨®n de su marido por los maestros antiguos con cari?osa indulgencia. Porque ella prefiere el arte contempor¨¢neo y exhibe sus adquisiciones de Damien Hirst, Marc Quinn y Tracy Emin en una sala aparte de las pinturas cl¨¢sicas de su esposo.
Stunt y Ecclestone se conocieron en una cita a ciegas y en 2011 se dieron el "s¨ª quiero" en una lujosa ceremonia en Italia que cost¨® a Bernie Ecclestone 14 millones de euros. La pareja alquil¨® el castillo Odescalchi, el mismo donde se casaron Tom Cruise y Katie Holmes, y contrataron Andrea Boccelli y Black Eyed Peas para actuar durante la celebraci¨®n. Tienen una hija de un a?o, Lavinia, y aunque ambos son londinenses pasan la mayor parte del a?o en Los ?ngeles, donde alternan con famosos como Mel Gibson o las hermanas Hilton. En 2011 compraron la mansi¨®n que perteneci¨® al productor Aaron Spelling, que por entonces era la vivienda m¨¢s cara de Estados Unidos. El matrimonio pag¨® por ella unos 62 millones de euros en met¨¢lico. Algo chocante incluso para los niveles de despilfarro a los que est¨¢ acostumbrado Hollywood.
Teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de las prohibiciones de exportaci¨®n de bienes culturales no llegan a buen puerto, lo m¨¢s probable es que el ¨²ltimo autorretrato pintado por Van Dyck termine en esa opulenta residencia californiana. Un trofeo m¨¢s junto al garaje con capacidad para 100 coches, las 3 peluquer¨ªas, el cine privado, la bolera y la piscina cubierta.
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