Las calles de R¨ªo
Dudo de que haya otra ciudad en el mundo que mejore la se?alizaci¨®n que luce R¨ªo de Janeiro. En todos los cruces de calles, en las cuatro esquinas, postes con placas azules iluminadas donde se indica por ambas caras y a la altura conveniente para peatones y automovilistas, el nombre de las calles, los n¨²meros de las casas que corresponden a cada manzana, el n¨²mero de distrito postal y una breve referencia cultural del nombre.
Como viajero que, con el mapa en la mano, busca saber d¨®nde se halla ¡ªcosa dif¨ªcil en muchas ciudades de Espa?a y de fuera de Espa?a¡ª, siempre so?¨¦ con algo as¨ª. Parece que fue el proyecto urban¨ªstico Rio-Cidade, en los a?os noventa, el que dio pie a semejante acierto. Con vistas a turistas y visitantes de esta ciudad maravillosa, en constante progreso, el efecto no puede ser m¨¢s favorable. Eso, y no ver ni un solo excremento canino en las calles.¡ª Antonio Peregr¨ªn L¨®pez de Hierro.
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