Piqu¨¦ sale al escenario

Su vida est¨¢ rodeada de flashes. Un mundo que siempre le atrajo a Gerard Piqu¨¦, por m¨¢s que ahora la realidad supere la entonces juvenil ficci¨®n, acelerada porque los tabloides brit¨¢nicos le dieron carrete por m¨¢s que apenas diera unas pocas puntadas en el primer equipo del Manchester United. Pero su cara siempre fue un reclamo ¨Cpara las teenagers y tambi¨¦n para diferentes y famosas promociones publicitarias, como Mango, Pr¨ªncipe, FIFA y Nike, entre muchas otras- y su labia y sobre todo cerebro es un im¨¢n para las c¨¢maras, para las entrevistas. Su f¨²tbol, claro, le ayuda lo suyo. Y el no va m¨¢s es estar casado con Shakira, cantante universal, tanto que para los primeros encuentros siempre tuvieron que buscar mas¨ªas perdidas, bien por Catalu?a o Canad¨¢, all¨¢ por donde fuera. ¡°Por eso me gusta Estados Unidos¡±, suele decir a su c¨ªrculo ¨ªntimo; ¡°porque all¨ª no me conocen. Me gusta tanto que igual me voy a vivir all¨ª cuando deje el f¨²tbol¡±. De eso, de la relaci¨®n que mantiene el mundo del f¨²tbol con el periodismo, se explay¨® sobre el escenario del teatro Barts el azulgrana Piqu¨¦, siempre basado en experiencias propias. Una idea de Instint, proyecto inaugurado el a?o pasado con el soporte de El Terrat, Dies Tontos y The Project. Todo un disfrute para el espectador.

Sin parar de frotarse las manos, s¨ªntoma de nerviosismo, sali¨® Piqu¨¦ al escenario con su ristra blanca de dientes. ¡°En el cole me daba p¨¢nico salir al teatro... Para Carnestoltes [carnaval] me hac¨ªan bailar o yo que s¨¦. Y este no es mi terreno y todo el mundo tiene inseguridades¡±, dijo a modo de saludo para expulsarse una tensi¨®n que le dur¨® cinco minutos, el tiempo que tard¨® en sacarse la cobarta en solidaridad con el periodista Joan Maria Pou, que dirigi¨® el cotarro con soltura, siempre chispeante y procurador de empat¨ªa por naturaleza. ¡°Pero en el terreno de juego, en el Camp Nou, bien; ah¨ª no hay problema. Se supera el primer d¨ªa, que s¨ª te tiembla hasta la oreja¡±, matiz¨®.

?Por qu¨¦ es tan complicada la relaci¨®n del jugador con el periodista? Ese fue el eje de la representaci¨®n, la pregunta-palanca que movi¨® el espect¨¢culo. ¡°Nos cerramos con los periodistas porque es una barrera de seguridad, una protecci¨®n para que no entren en nuestra intimidad y no te hagan da?o¡±, se arranc¨®; ¡°y si coges el diario despu¨¦s de una derrota¡­ hay cr¨ªticas viles y muy duras¡±. Piqu¨¦, en cualquier caso, es competitivo como pocos, hasta el punto de que no fueron pocas las veces que abandonaba la Romareda ¨Ccuando jug¨® cedido en el Zaragoza- con un enfado de a¨²pa porque no le pon¨ªan de inicio o incluso ahora, que est¨¢ lesionado y sabe que se pierde dos semanas de competici¨®n. ¡°Por eso a m¨ª no me hace falta leer la prensa para saber si he jugado bien o mal. Lo tengo muy claro cuando llego al vestuario¡±, cont¨®. Aunque subray¨®: ¡°El problema no es esa cr¨ªtica, sino la extradeportiva, como la que hacen porque juego a poker o porque estoy con Shaki, como si eso me hiciera peor futbolista¡±. Como extremo, sin embargo, sali¨® a relucir la famosa frase de Cristiano Ronaldo, cuando dijo: ¡°Me silban porque soy guapo, rico y buen jugador¡±. Piqu¨¦ hizo su propia reflexi¨®n desatendiendo a lo pol¨ªticamente correcto. ¡°La frase quiz¨¢ es demasiado sincera. Impacta. Pero puede ser que sea as¨ª y quiz¨¢ no le falta raz¨®n¡±, explic¨® al tiempo que elogi¨® la forma de ser de CR, cordial y amable, toda vez que coincidieron en el vestuario del Manchester.

De f¨¢cil di¨¢logo, futbolista con discurso, son pocas las veces que no dice lo que piensa. ¡°Pero en muchas ocasiones me arrepiento. Antes de una entrevista o rueda de prensa pienso: ¡®Tirar¨¦ t¨®picos¡¯. Pero a la segunda pregunta ya me han calentado el morro y me pongo a repartir titulares¡­¡±, cont¨®, al tiempo que remat¨®: ¡°lo que pasa es que muchas veces sacan titulares de contexto. Y eso es lo que me enfada¡±. Para ilustrarlo mejor, se refiri¨® a la imagen que en escasos segundos dio la vuelta al mundo, cuando tras un entrenamiento habl¨® con Zlatan Ibrahimovic de forma cari?osa en el parking de la ciudad deportiva. ¡°No me acuerdo qu¨¦ dec¨ªamos, pero se sac¨® todo de quicio¡±. Y, brome¨®: ¡°Zlatan s¨ª que se enfad¨® un poco m¨¢s¡­¡±. Recogi¨® el testigo Pou: ¡°S¨ª, s¨ª, le dijo a un compa?ero algo as¨ª como tr¨¢eme a tu hermana y ver¨¢s¡­¡±. Ese d¨ªa, el ext¨¦cnico azulgrana Josep Guardiola (ahora en el Bayern) decidi¨® cerrar las puertas de la ciudad deportiva a la prensa. Y Piqu¨¦ tambi¨¦n se reafirm¨® en sus ideas: ¡°No tengo ning¨²n amigo que sea periodista. Primero porque ¨¦l no ser¨¢ objetivo. Y luego por el vestuario, porque al final se sabe y si sale una noticia de esa persona se creer¨¢n que el topo soy yo¡±. Todo ello no implica, en cualquier caso, que guarde ciertos art¨ªculos con cari?o o un poster enorme que le regalaron unos periodistas con portadas suyas.

S¨ª prefiere, sin embargo, darse a conocer en las redes sociales, sobre todo porque es una decisi¨®n que tomaron conjuntamente con Shakira, constantemente perseguidos de paparazzis. Una decisi¨®n que lleg¨® con el nacimiento del ni?o, Milan, porque le llegaron a ofrecer una barbaridad de dinero a ¨¦l y al fot¨®grafo que consiguiera el retrato del beb¨¦. ¡°Es la mejor manera de evitar que me persigan. No existe la soluci¨®n perfecta y quiz¨¢, si no nos conocieran, no actuar¨ªamos igual. Pero as¨ª hay d¨ªas que podemos vivir con tranquilidad. Y Milan, cuando sea mayor, no nos tendr¨¢ que preguntar por qu¨¦ le pixelan la cara en las revistas¡±.

C¨®modo en el escenario de madera y no en el habitual de c¨¦sped, Piqu¨¦ acept¨® jugar la pr¨®rroga del espect¨¢culo y las preguntas del p¨²blico. Natural, sonriente, feliz por lo que es y lo que tiene, satisfecho por poder absorber experiencias nuevas. Una actitud y un espect¨¢culo que se llev¨® un aplauso prolongado y de lo m¨¢s sentido.